Miguel Álvarez Del Toro cumple 106 años, figura emblemática de la conservación
Miguel Álvarez del Toro, retrato (Tuxtla Gutiérrez, sin fecha).
Yadira Megchún (Archivo Histórico, UNICACH) y de Barbarella Álvarez Pérez (Museo Zoológico «Ing. César Domínguez Flores», ZooMAT)
*Miguel Carlos Francisco Álvarez Del Toro nació en Colima, el 23 de agosto de 1917. Es reconocido por ser un zoólogo autodidacta y profundo observador de la naturaleza, siendo una figura emblemática de la conservación no sólo de México, sino del mundo.
Este 23 de agosto, se celebra los 106 años del natalicio de Miguel Álvarez Del Toro, zoólogo empírico y autodidacto, así como promotor de la defensa de la biodiversidad. Fue invitado a trabajar en Chiapas por el gobernador Rafael Pascacio Gamboa, por lo que desde 1942 dirigió el Instituto de Historia Natural del Estado (IHNEC).
Álvarez Del Toro también se mudó a Chiapas, atraído por su fauna, exuberante vegetación, y por el contrato de Pascacio Gamboa, como taxidermista en el naciente Museo de Historia Natural de Tuxtla Gutiérrez.
Así fue como, desarrolló las colecciones zoológicas del museo, por lo que realizó numerosas exploraciones en el estado. Primero a las zonas más accesibles y después a los lugares más alejados o remotos de las selvas húmedas, manglares, bosques nublados y bosques templados.
Miguel Álvarez del Toro, viajando en carreta (Arriaga, 1943).
Cortesia: Yadira Megchún (Archivo Histórico, UNICACH) y de Barbarella Álvarez Pérez (Museo Zoológico «Ing. César Domínguez Flores», ZooMAT)
En 1944, se convirtió en el director del museo; puesto que ocupó durante 52 años. Aunado a ello, lideró la creación y el diseño del actual “Zoológico Regional” que ahora lleva su nombre, con el apoyo del ingeniero César Domínguez. Dicho zoológico es el único en México, en dedicarse a las especies nativas de un estado.
Una de sus contribuciones importantes fue impulsar la creación de varias reservas estatales como «Área Natural y Típica», entre ellas están: El Triunfo, La Selva del Ocote y La Encrucijada. En la actualidad se han convertido en Reservas de la Biosfera y forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Miguel Álvarez del Toro en su campamento en la Selva «El Ocote» (Ocozocoautla, probablemente 1945).
Cortesia: Yadira Megchún (Archivo Histórico, UNICACH) y de Barbarella Álvarez Pérez (Museo Zoológico «Ing. César Domínguez Flores», ZooMAT)
Tanta fue su pasión por la biodiversidad chiapaneca, en particular por las aves, reptiles y mamíferos, que sobre ella tratan nueve libros de los cuales es autor o coautor: Los Animales Silvestres de Chiapas (1952), Los Reptiles de Chiapas (1960), Las Aves de Chiapas (1971), Los Crocodylia de México (1974), Los mamíferos de Chiapas (1977).
A ellos se suman los siguientes títulos: ¡Así era Chiapas! (1985), Arañas de Chiapas (1992), Chiapas y su biodiversidad (1993), y Comitán, una puerta al sur (1994). Además, escribió alrededor de 70 artículos científicos y de divulgación.
Miguel Álvarez del Toro, y sus estudios sobre las Arañas de Chiapas (Tuxtla Gutiérrez, sin fecha).
El zoólogo fue miembro de sociedades científicas, como la: Sociedad Mexicana de Historia Natural, American Ornithologists’ Union, Cooper Ornithological Society, Herpetologists’ League, Turtle and Tortoise International Society, International Crocodilian Society, Grupo de Especialistas en Primates, Grupo de Especialistas en Aves Rapaces, Sociedad Mexicana de Ornitología, y Sociedad Mexicana de Zoología.
Recibió alrededor de 30 premios entre las que destacan: el «Premio Chiapas» (1952), otorgado por el Gobierno del Estado por su contribución al conocimiento de los animales silvestres; The American Association of Zoological Parks and Aquariums le otorgó en 1977, un diploma de reconocimiento por su trabajo en pro de la conservación de los cocodrilos,
En 1985, recibió la medalla «Alfonso L. Herrera» al Mérito en Ecología, otorgada por el Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables y la Federación Ecologista Mexicana; para1989 recibió un «Reconocimiento al Mérito Ecológico y la Conservación», otorgado por la Sociedad Zoológica de Chicago; también en ese mismo año, recibió el premio «Paul Getty» para la Conservación de la Naturaleza, otorgado por el World Wildlife Fund.
Además, en 1992, fue seleccionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) para formar parte de The Roll of Honour for Environmental Achievement; en 1992 recibió el título de Doctor Honoris Causa por el Colegio de Postgraduados de la Universidad Autónoma Chapingo y, en 1993 también la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) l otorgó el mismo título.
Zoológico Regional “Miguel Álvarez del Toro” ZooMAT. Cortesía: SEMAHN
Por otro lado, en 1977, se inauguró el Laboratorio de Fauna Silvestre «Miguel Álvarez Del Toro», en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); en 1980 el Gobierno del Estado de Chiapas determinó que el parque zoológico del Instituto de Historia Natural llevara por nombre «Zoológico Regional Miguel Álvarez Del Toro», ahora conocido como ZOOMAT.
Como un reconocimiento a su contribución en el campo de la zoología, le fueron dedicadas diversas especies y subespecies de animales: Heloderma horridum alvarezi, Pulex alvarezi, Piranga bidentata alvarezi, Lepidophima alvarezi, Dismorphia crisia alvarezi, Troglopedetes toroi, Nototriton alvarezdeltoroi, Coniophanes alvarezi y Anolis alvarezdeltoroi.
Por último, el 02 de agosto de 1996, después de vivir 54 años en Chiapas, falleció de un infarto cardíaco. Sus cenizas fueron esparcidas cerca del río La Venta en la Selva del Ocote.
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