Eliseo Palacios; normalista, agente de salud, biólogo y rebelde
*A pesar de que Eliseo Palacios permanece en el olvido colectivo, el personal del área de paleontología decidió reconocerlo, es así que el 21 de octubre de 2002, abrió sus puertas al público el Museo de Paleontología “Eliseo Palacios Aguilera”, que hasta hoy en día, es el único recinto en su tipo en todo el sur-sureste de México.
Investigadores* del Departamento de Paleontología de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) dieron a conocer a través de un artículo las contribuciones a la paleontología mexicana de Eliseo Palacios Aguilera, un profesor normalista con interés por el estudio de la flora, fauna y fósiles de Chiapas.
Además, fue el director fundador del primer museo de historia natural y del primer zoológico en el Estado en 1942, semilla de lo que ahora es la SEMAHN. Entre sus principales contribuciones se cuentan los primeros estudios formales con restos de megafauna pleistocénica provenientes de Villaflores y Villa Corzo.
A pesar de tan amplia labor en el estudio de la historia natural de Chiapas, Palacios Aguilera ha sido poco reconocido por sus logros, ya que poca gente conoce su trayectoria personal, académica y profesional, indicaron los investigadores.
Así pues, indicaron que el profesor nació el 12 de febrero de 1896, en San Fernando. Su padre fue José Pioquinto Palacios Barahona y su madre Sofía Aguilera de Palacios.
Estudió la primaria en su pueblo natal, posterior a ello, siguió sus estudios en la Escuela Industrial Militar en Tuxtla Gutiérrez.
Después, continuó en la Escuela Preparatoria de esa misma ciudad, sin embargo, los interrumpió durante el segundo año de la Revolución Mexicana (1911), para unirse al Batallón “Hijos de Tuxtla”, un grupo de 600 voluntarios liderados por el coronel José Alvear.
El batallón se formó en respuesta a las agresiones de un frente de rebeldes armados de San Cristóbal de Las Casas y San Juan Chamula, quienes pedían que los poderes del Estado regresaran a San Cristóbal.
Más adelante, continuó su preparación profesional en la Escuela Nacional de Agricultura y luego en la Escuela Nacional de Medicina en la Ciudad de México, que por motivos económicos tuvo que abandonar, regresando a Tuxtla Gutiérrez para graduarse como profesor normalista en el año de 1935.
Eliseo Palacios Aguilera, el maestro Cheo, como le decían con cariño sus alumnos, falleció repentinamente por un paro cardiaco a la edad de 48 años, el día 23 de octubre de 1944, en Tuxtla Gutiérrez, añadieron los investigadores.
Así mismo, resaltaron que muchos fueron los trabajos que desempeñó Palacios Aguilera durante su vida: catedrático, investigador, funcionario, agente de salud y fundador de instituciones culturales.
Su labor como docente inició en 1920, impartiendo clases de Anatomía, Fisiología e Higiene en la Escuela Preparatoria de la ciudad capital de Chiapas.
En 1921, impartió cursos de Botánica y Geografía en la Normal para Profesores, donde además de las clases en el aula organizaba recorridos para realizar observaciones y recolectas en campo.
En el año 1922, impartió clases de Biología en la Escuela Normal Mixta y Preparatoria del Estado. Entre los años 1927 y 1928, fue maestro de Higiene y Servicios Sanitarios en Cursos Nocturnos para la formación de Maestros Rurales.
Para 1939, fue nombrado catedrático de la materia de Biología en la Escuela Prevocacional, puesto que desempeñó hasta el día de su muerte.
Debido a que, el catedrático ocupó diferentes cargos pudo conocer gran parte del Estado, donde era bien recibido por los lugareños, pues según los investigadores poseía un carisma singular.
Gracias a eso pudo cumplir con el objetivo de llevar las brigadas de vacunación, tarea que le correspondió cuando estuvo desempeñándose como Agente de Brigada de Vacunación, agregaron los investigadores.
Otros cargos que desempeñó fueron los de inspector en la Sexta Delegación de Salubridad, cajero de la Tesorería General del Estado, secretario de la Dirección General de Educación Pública de Chiapas y miembro del Comité Oficial de Lucha contra el Alcoholismo.
Por otro lado, señalaron que Palacios Aguilar siempre tuvo un interés particular por las ciencias biológicas, en especial la botánica. Esto lo llevó a tener animales silvestres vivos en el patio de su casa, los cuales mantenían en jaulas burdas.
Los primeros animales que albergó fueron un venado y una culebra, que compartían espacio con unos caballos. Con el tiempo, el patio de su casa dio pie al nacimiento de un pequeño zoológico, el cual fue trasladado hacia la zona donde ahora se ubica el parque recreativo Convivencia Infantil, al oriente de Tuxtla Gutiérrez.
En el año 1941, recibió noticias de huesos de gran talla encontrados en la zona La Frailesca, en especial, en Villaflores y Villa Corzo. Está noticia indicaron que no fue sorprendente, ya que tiempo antes, el comerciante alemán Carlos Seippel ‒quien en esa fecha fue nombrado Cónsul honorario de Alemania en Tuxtla Gutiérrez‒, le había mostrado el molar de un mastodonte que procedía de dicha región.
Lo anterior, despertó su interés y con el apoyo de Rafael Pascacio Gamboa, en ese entonces gobernador del Estado, realizó una exploración paleontológica, con la que pudo ubicar cinco yacimientos: Los Amates, El Reparito y El Sabino en Villaflores.
Así como en la finca Chahuite y finca El Tesoro en Villa Corzo. En estas localidades rescató molares y huesos aislados de mamutes, gonfoterios, perezosos gigantes y gliptodontes, que identificó como Elephas, Mastodonte, Megatherium americanum y Gliptodonte.
El estudio de los restos de megafauna realizados por el profesor, con material procedente de Villaflores y Villa Corzo, puede considerarse entre los primeros trabajos paleontológicos hechos por mexicanos en el sur-sureste de México.
Ya que entre las décadas de los 30 y 50 los trabajos paleontológicos en esta porción del país eran realizados principalmente por geólogos y paleontólogos europeos, como Emil Böse, Carlos Burckhardt, Carl Dunbar, Wilhem Freudenberg y Ralph Imlay, por señalar algunos, mencionaron los investigadores.
También, expusieron que la relación de amistad que mantenía Palacios Aguilera con el entonces gobernador, así como su interés por el estudio y conservación de la fauna y flora nativa de Chiapas, hizo que lo nombraran director del museo.
Aunado a ello, los fósiles que había rescatado en la zona de La Frailesca fueron exhibidos en una de las salas del Museo de Historia Natural y Viveros Tropicales. Esas piezas fueron resguardadas durante años y ahora forman parte de la sección histórica de la colección paleontológica de la SEMAHN.
En cuanto, al interés del investigador por el estudio de la naturaleza chiapaneca, lo condujo a invitar para entablar relaciones de trabajo, al geólogo Federico Müllerried en los años 1943 y 1944.
Müllerried realizó trabajos sobre la geología y paleontología de Chiapas por cerca de 20 años y muchas de sus contribuciones se basaron en material fósil recolectado por Palacios Aguilera durante las prácticas de campo realizadas con sus alumnos.
Además, quedó admirado por la pasión que el profesor mostraba por el estudio de la naturaleza, que después de que este falleció, escribió algunos pasajes biográficos sobre él.
Por la amplía labor docente durante 24 años y su conexión con la Dirección de Educación y últimamente como Director del Museo de Historia Natural, Palacios ha contribuido mucho para la propagación de la biología, de la ciencia en general y de la cultura en Chiapas, dijo Müllerried.
Por último, señalaron que Palacios Aguilera fue un naturalista chiapaneco visionario, que sembró la semilla para el establecimiento y desarrollo del primer vivero tropical, el zoológico regional y museo de historia natural en Chiapas, que se convirtieron en la institución que hoy en día se encarga del estudio y resguardo de los fósiles, biodiversidad y el medio ambiente de Chiapas. general.
*Investigadores:
Gerardo Carbot Chanona
Marco Antonio Coutiño José
Manuel Javier Avendaño Gil
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