De frontera a frontera, flujos migratorios de Chiapas a Tijuana

La Zona Metropolitana de Tijuana es la región urbana resultante de la conurbación de varias localidades de tres municipios del estado: Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito. Imagen: Cortesía.

*El objetivo de la investigación fue elaborar una caracterización de los migrantes procedentes de Chiapas en Tijuana, así como su inserción en el mercado de trabajo de la ciudad.

*Las condiciones y características de las personas migrantes las hacen propensas a insertarse en puestos de trabajo cada vez más precarizados relacionados con la industria maquiladora. Aun así, perciben un ingreso mayor en Tijuana que en su estado, por lo que esperan que los flujos migratorios hacia la ciudad fronteriza sigan incrementando.


Manuel de Jesús Israel Cázarez y Renato Pintor Sandoval, investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) realizaron el trabajo “De frontera a frontera. Flujos migratorios de chiapanecos a Tijuana, Baja California, 2000-2020”, para detectar las características del incremento de la migración de chiapanecos y chiapanecas hacia esa ciudad del norte.

La migración de población chiapaneca ha sido paulatina y escalonada: transitando de emigración intra estatal a internacional.

Es multicausal, por ejemplo: bajas tasas de crecimiento y retroceso del producto interno bruto (PIB) per cápita, altas tasas de crecimiento de la Población Económicamente Actica (PEA) y poca generación de empleos formales.

A ello se suman las causas climatológicas: como los huracanes Mitch en 1998 y Stan en 2005. Estos factores fueron la causa de que 504 mil 258 chiapanecos y chiapanecas migraran durante 2000-2005, indicaron los investigadores.

En ese sentido, Tijuana ha sido una ciudad constituida por una población flotante de familias del interior del país, que se establecieron de manera permanente o temporal mientras lograban emigrar a Estados Unidos.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los principales lugares de origen de la población migrante en Tijuana durante el año 2020 fueron: Sinaloa, Jalisco, Estados Unidos, Chiapas, Michoacán, Guerrero y Veracruz.

Este crecimiento constante de los flujos migratorios procedentes del sureste del país confirma que la atracción poblacional de Tijuana va más allá de su área de influencia, y que la distancia no es un impedimento para la migración hacia esta ciudad, añadieron Israel Cázarez y Pintor Sandoval.

Migrantes chiapanecos. Foto: Rosy Pérez

No obstante, les interesó observar en qué sectores de la actividad económica se insertaban estos migrantes en la urbe, ya que estados como Chiapas, Veracruz y Guerrero basan su economía en el sector primario de la actividad económica, en especial la agricultura: un sector inexistente en Tijuana.

Si bien una parte de esta población migrante pertenece a los circuitos agrícolas trasnacionales, otra parte cada vez mayor se queda en la ciudad, lo que incide en sus dinámicas laborales, explicaron los investigadores.

La composición del mercado laboral en Tijuana es dual, variando entre el sector terciario y secundario, mientras el sector primario se encuentra relegado a tal grado que es casi inexistente. De hecho, Israel Cázarez y Pintor Sandoval señalaron que cuando el sector secundario se vio afectado en el periodo 2008-2013, fue el terciario el que absorbió los puestos de trabajo eliminados por este.

Para 2020, indicaron que un 60% de la población ocupada (PO) en Tijuana se encontraba ocupada en actividades relacionadas con el sector terciario, mientras que en el secundario se ocupaba el 35%, y el 5% restante no especificó la actividad laboral que realizaba.

Durante el primer trimestre de 2022 en Industrias Manufactureras la población ocupada fue 9.32M personas, 61.8% hombres y 38.2% mujeres. Cortesía: Data México

Los subsectores de la actividad económica que componen el mercado de trabajo de Tijuana dijeron que puede clasificarse en orden de importancia como: servicios, industria manufacturera, comercio y construcción.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), estos sectores de la actividad económica emplean a 95% de la PO, siendo el principal subsector el de los servicios, que pasó de albergar 36% de la PO en 2005, a 41% en 2020, seguido por la industria manufacturera, que de igual forma pasó de albergar 24 por ciento de la PO, a 27% durante el periodo 2005-2020.

El mercado laboral de Tijuana, respecto a oferta de puestos laborales, incluye principalmente actividades económicas relacionadas con los servicios y la industria manufacturera, seguidas del comercio y, en menor medida de la industria de la construcción, detallaron los especialistas.

Un dato interesante, mencionaron que es cuando la industria manufacturera estuvo en sus peores años (2011-2012), el subsector servicios se encontró en su pico más alto, por lo que deducen que este último absorbió los empleos que desaparecieron en el primero.

De acuerdo con los datos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera (EMIF), la experiencia laboral de 52% de los chiapanecos se relacionó con actividades agropecuarias, por lo que entienden que estén insertos en el segmento secundario del mercado de trabajo en Tijuana. Pero, ¿en qué sector de la actividad económica?

Datos de la ENOE, arrojaron que el principal subsector de la actividad económica en el que se insertan los chiapanecos en Tijuana es la industria maquiladora, que pasó de albergar a 31% de los trabajadores del estado del sur durante el año 2005, a 36% en 2020, pero llegó a albergar a 48% en 2014.

Caracterización de los migrantes chiapanecos en Tijuana y su inserción en el mercado de trabajo de la ciudad. Cortesía: Eje Instituto

Los subsectores que le siguen son los de servicios, comercio y construcción, aunque para 2020, había más chiapanecos trabajando en la industria de la construcción que en actividades relacionadas con el comercio.

El predominio de la inserción laboral de chiapanecos en la industria maquiladora de Tijuana es posible que se deba a sus redes sociales ya que, estas pueden facilitar la movilidad migratoria y la inserción laboral en el destino, aunque también enclaustrar al migrante en el trabajo que la red ofrece y no en el adecuado u óptimo para sus condiciones, indicaron los investigadores.

El mercado laboral de Tijuana se caracteriza por ofertar trabajos aun con estándares de bienestar mínimo, pero en gran medida supone una atracción para los migrantes internos de Chiapas, sobre todo porque en términos salariales, ya que ofrecen percepciones entre dos y tres salarios mínimos.

Aunque en los últimos años, observaron un incremento de las personas que ganan hasta dos salarios mínimos y un decremento de las que ganaban entre dos y tres. Aun así, esto representa una mejora respecto del mercado de trabajo, condiciones laborales y salarios en su estado natal.

Al trabajar la mayoría en el mercado agrícola, los salarios rara vez superan el equivalente al salario mínimo, y algunos incluso trabajan sin recibir remuneración en las parcelas familiares.

Así pues, mediante un recuento de las dinámicas laborales de los chiapanecos en Tijuana de 2000 a 2020, los investigadores encontraron que, si se comparan las características del mercado de trabajo en esta región fronteriza con la estructura económica de la región de Chiapas, las primeras muestran mayores niveles de estabilidad e ingreso que en su lugar de origen, por lo que resulta una opción atractiva para la movilidad.

La Zona Metropolitana de Tijuana es la región urbana resultante de la conurbación de varias localidades de tres municipios del estado: Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito. Imagen: Cortesía.

Tal vez sea la única posibilidad social y económica de estas familias, ya que la pobreza crónica y hereditaria, que parece perpetuarse generación tras generación, se encuentra anclada principalmente en el denominado «cinturón de la pobreza» en México, conformado por Chiapas, Oaxaca y Guerrero, estados con mayores rezagos y carencias a nivel nacional y donde la movilidad social y económica es más difícil, expusieron los especialistas.

Chiapas es un estado con una base económica dividida casi de manera equitativa entre el sector terciario y primario, con mucha influencia de actividades agrícolas y rurales, aunado a la baja escolaridad de la población, incide para que los migrantes se inserten en Tijuana en puestos relacionados con la industria maquiladora.

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