Extracción de resina , una opción que diversifica actividades agropecuarias e ingresos

En la antigüedad, la resina se utilizó como combustible para antorchas, como pegamento en objetos ceremoniales prehispánicos, así como para sellar y preservar objetos de madera, protegiéndolos de la humedad, lluvia y de los voraces insectos; incluso los griegos, usaron resina como sellador de sus urnas y los egipcios en sus procesos de momificación. Foto: Adán Martínez

* La resina es un exudado o sustancia semicristalina viscosa, pegajosa, aromática y de sabor picante que se produce en las células vivas ubicadas al interior del tallo de algunas plantas y se almacena en pequeños conductos llamados canales resiníferos. Su función biológica es la defensa. 

La extracción de resina de pino es una actividad antigua y de tradición en Michoacán y Oaxaca. Datos oficiales demuestran que por años, el estado ubicado en la región oeste del país, es el productor más importante a nivel nacional. En Chiapas, la extracción de resina del pino ocote (Pinus oocarpa) es reciente desde 2012, quince ejidos se interesaron en esta labor, dio a conocer Ana Lilia Palacios Vázquez y Susana Maza Villalobos, investigadoras de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

Dichos ejidos, se ubican dentro de la Reserva de la Biósfera La Sepultura (REBISE), su interés es conciliar el patrimonio natural y cultural con el desarrollo sustentable de la población que habita ese territorio.

Pero, fue mediante el acompañamiento del personal regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Comisión Nacional Forestal y Gobierno del Estado, en alianza con la sociedad civil organizada como Pronatura Sur y Técnicos Forestales, y la empresa de productos de limpieza Grupo ALEn S.A. de C.V., lo que permitió que se abriera la brecha en el aprovechamiento de la resina de pino en esa región.

De inicio, las investigadoras indicaron que los recolectores de resina chiapanecos se enfrentaron a un escenario desconocido. Ante la falta de conocimiento, no tardaron en surgir temores sobre la baja rentabilidad de esta actividad y el posible daño mortal a sus bosques. Sin embargo, su corta pero enriquecedora experiencia les permitió saber que esta actividad, a la que se sumaron mujeres y jóvenes, contribuía a la vigilancia constante del bosque ante la presencia de plagas, enfermedades, incendios forestales, e incluso cacería furtiva.

Con el tiempo, el grupo de resineros ha encontrado en el aprovechamiento de resina una opción que diversifica sus actividades agropecuarias e ingresos y, con ello, la mejora en las condiciones de vida de sus familias, expusieron Palacios Vázquez y Maza Villalobos.

Cuando un árbol es dañado por animales, por ejemplo, insectos o por la caída de ramas, y el árbol es herido físicamente, este exuda resina por la herida hecha. Foto: Adán Martínez.

Desde la perspectiva ambiental a largo plazo, subrayaron que los recolectores ven la pertinencia y urgencia del manejo del bosque viejo, mediante un aprovechamiento maderable de bajo impacto de los árboles resinados que llegarán al final de su ciclo, así como la necesidad de sustituirlos y removerlos a través de la regeneración natural o reforestación. Es decir, un manejo integral del bosque con técnicas especializadas de tipo silvícolas.

Cuando se planeó la actividad resinera, las expectativas de los involucrados eran diversas y ambiciosas, pasaron por alto la capacidad organizativa de los ejidos. Los tres predios que resistieron los embates fueron capacitados, por un lado, en la técnica por especialistas de Michoacán, por otro, en el fortalecimiento del desarrollo humano y capacidades organizativas por las instituciones regionales.

Pero, de manera desafortunada, las investigadoras señalaron que al retirarse el único comprador de la resina de Chiapas, aunado a las condiciones sanitarias que trajo consigo la Covid-19, se generó un descenso drástico de extracción de la sustancia semicristalina, ocasionando que incluso algunos ejidos se retiraran de esta actividad.

En Chiapas existe la capacidad técnica y el potencial productivo para una segunda ola de producción de resina que permita sentar las bases para el despegue de esta actividad como en otras partes del país, agregaron las investigadoras.

Así mismo, señalaron que los recolectores capacitados podrían ser promotores del aprovechamiento de la resina como una actividad de importancia para el empleo y conservación activa de los bosques de pino.

Fuente de resina y sus usos

Al entrar en contacto con el oxígeno, la resina se solidifica y forma una especie de cicatriz que sirve como barrera protectora al sellar la herida. Foto: Adán Martínez

Las resinas provienen de distintas familias de plantas como Pinaceae, Burseraceae y Leguminoseae. En la actualidad, la resina de pino es una materia prima de la que se obtiene, en su primera destilación, la brea y el aguarrás, que son básicos para la producción de ceras, gomas, pinturas, tintas, disolventes, perfumes, aditivos alimenticios, aromatizantes, envases plásticos, productos de limpieza, e inclusive neumáticos.

Por otra parte, Palacios Vázquez y Maza Villalobos mencionaron que la industria química, farmacéutica y de alimentos, entre otras, ha diversificado los usos de la resina, de tal manera que la demanda de esta materia ha aumentado, y se visualiza un incremento debido a la creciente solicitud de productos de origen natural.

Así pues, China, Brasil e Indonesia son los países con mayor producción al generar hasta 80% del total de resina producida en el mundo. Algunos datos mencionan que México abastece alrededor de 30% de su demanda interna.

En nuestro país, la actividad resinera inició a principios del siglo XIX por impulso de empresarios estadounidenses y españoles, como efecto de la oleada internacional de la industria resinera que buscaba nuevos sitios para satisfacer la demanda in crescendo, expusieron las investigadoras.