Investigadores discuten sobre la presencia de cascabeles en Chiapas
La especie habita en casi todo el estado, en regiones de la Llanura Costera del Pacífico, Depresión Central, Montañas del Norte, Montañas de Oriente y Altiplanicie Central. Así como, en selvas bajas, bosques de pino, encino, matorrales, palmares y selvas medianas.
En el continente americano, México es el país en la que existen más serpientes de cascabel. Respecto a Chiapas, recientemente ha existido una discusión científica de cuántas y cuáles especies habitan en este territorio. Así mismo, este grupo es conocido como «Cascabeles Neotropicales», que se distribuyen desde el sur-centro de México hasta Sudamérica, indicó la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas.
Dicho esto, señalaron que hace unos años crotalus simus era la única especie que se registraba para el estado. Posterior a ello, en 2020, se asignó otra especie a la entidad, se dividía a partir de c. simus, la llamada crotalus ehecatl.
No obstante, hace unos meses un nuevo estudio sugirió que las especies presentes en esta región correspondían a crotalus durissus, quien de manera previa solo era reportada con este nombre en Sudamérica, y crotalus culminatus, también reportada así en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Puebla.
La situación taxonómica de este grupo aún es complejo y quedan más estudios por realizar para aclararlo en mayor medida, indicó la Red para la Conservación y Divulgación.
Pero, lo que es un hecho para la Red es que la o las cascabeles chiapanecas son serpientes de «identificación sencilla», basta con apreciar la cola de estos animales para observar el cascabel. Además, de las dos líneas obscuras que van de la cabeza al dorso, pasando por la región del cuello, son de talla grande, tan solo los adultos pueden alcanzar los 1.20 a 1.30 metros de longitud total.
Lo más importante, es una especie de importancia médica, resaltó la Red. Pues, junto con la nauyaca real (bothrops asper) y el cantil de agua (agkistrodon bilineatus), representan las especies de víboras de «mayor cuidado» por la letalidad de su veneno en esta región, al afectar las células de tejidos, órganos y sangre, esto puede ocasionar necrosis, hemorragias y fallas renales.
Por esta razón, en algunas regiones la conocen como «víbora real». Así mismo, advirtieron que “basta con guardar una distancia prudente para evitar una mordedura y en caso de un accidente puedes contactarnos”.
¿Víbora o serpiente?
Cabe mencionar que las serpientes han estado presentes en el planeta Tierra incluso mucho antes de que el humano, pues algunos registros fósiles de estos reptiles datan de hace 70 a 95 millones de años, mientras que algunos registros de los primeros humanos modernos se remontan a unos 300,000 años.
Durante todo ese tiempo en que las serpientes han reptado por casi todo el orbe, han evolucionado presentando y perfeccionando diferentes características, estas le han permitido adaptarse a casi cualquier ambiente en el mundo, lo que ha hecho que hoy en día, exista una gran diversidad de ellas con características únicas incluso dentro del mismo grupo.
Lo anterior, va desde las pequeñas culebras ciegas hasta las enormes pitones y anacondas, han logrado conquistar los desiertos, selvas húmedas, praderas, árboles. Además, del subsuelo, los ambientes dulceacuícolas y hasta los mares, exceptuando los polos.
En las siete regiones fisiográficas de Chiapas existe un gran número de serpientes venenosas, sin embargo, de acuerdo con la investigadora Nayeli Morales, la mayoría de las personas las confunde con las culebras, por lo que es importante saber diferenciarlas y respetar su ambiente.
La principal característica que separa a las unas de las otras, es el hecho de que las víboras son aquellas serpientes que cuentan con las glándulas venenosas para inmovilizar a sus presas, a diferencia de las culebras, que son inofensivas para el ser humano.
Hasta ahora, se conoce que en Chiapas existen un total de 110 especies de serpientes, de las cuales, 20 de ellas son venenosas. El total estatal corresponde a 21 especies de reptiles venenosos, pues también se registra una especie de lagartija venenosa.
Además, destacó que la característica única de esta subespecie es la presencia de la foseta termoreceptora. A diferencia de las culebras, es un orificio que les permite encontrar a su presa por medio del calor.
Dicha foseta se encuentra sitiado en la cabeza, muy cerca de las fosas nasales y los ojos, pudiendo variar en cuanto a la posición en la que se encuentra, se sea paralela a la nariz o bien, de manera diagonal.
Otra de las características, es la presencia de un colmillo móvil, en el cual está conectado a sus glándulas venenosas, lo que les permite atacar a su presa. Este cuenta con una vaina especial, para guardarla y asegurarla, mediante el movimiento de giro cuando cierran la boca. Además, tiene la estructura de una aguja, el mecanismo que utilizan para inocular el veneno.
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