Migración de San Juan Chamula hacia Estados Unidos; obligados a salir de la comunidad
*La migración internacional en el municipio de San Juan Chamula es un síntoma de las transformaciones provocadas por el mercado. La comunidad indígena-campesina en las últimas dos décadas ha sufrido drásticos cambios: sus economías no generan los medios de subsistencia, se han agotado sus recursos productivos y ha cambiado el patrón de consumo, afirmaron investigadores.
Por Redacción Alma Martínez
Gonzalo Coporo Quintana, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Municipal y Políticas Públicas y, Daniel Villafuerte Solís, investigador del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA), realizaron un artículo titulado “Chamula: pueblo de migrantes en Los Altos de Chiapas”, en el que señalaron que la migración de la población de Chamula representa un cambio en las tendencias migratorias del país.
El artículo se llevó a cabo a partir del análisis de dos comunidades: Nichnamtic y Mukinaló, ubicadas en el oriente del municipio de Chamula. Sustentado por 123 cuestionarios y de manera complementaria por entrevistas a informantes calificados.
El municipio de Chamula forma parte de Los Altos de Chiapas, una región con una extensión territorial de 4 mil 725 kilómetros cuadrados, según el Censo de Población y Vivienda 2010, cuenta con una población regional de 627 mil 569 habitantes, el 30 por ciento se concentra en el municipio de San Cristóbal de Las Casas.
Los investigadores señalaron que las condiciones de vida de esta población los han llevado a la búsqueda de alternativas de sobrevivencia, primero como jornaleros en las fincas cafetaleras del Soconusco y colonizadores en distintos puntos del estado. Después como habitantes en algunas zonas urbanas del sur del país, el centro de México y en los últimos años en las entidades del norte y Estados Unidos.
Detallaron que para entender estos procesos se debe analizar el periodo 1990-2000 en el que ocurrieron diversos fenómenos que impactaron de forma significativa la movilidad de la población: la crisis que afectó severamente a los precios de los principales productos; el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN); la reestructuración de instituciones del sector rural, por último, la crisis económica y financiera.
Agregaron que esta década fue trágica para Chiapas porque tuvieron lugar eventos hidrometereológicos y se implementó el modelo económico neoliberal, siendo que en este modelo el gasto público se orienta a sectores considerados social y económicamente rentables y para los pueblos indígenas se destinan recursos marginales para evitar que se mueran de hambre o se levanten en armas.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), Chamula se encuentra en la lista de municipios con mayor pobreza y marginación del país. Forma parte de los 125 municipios con menor Índice de Desarrollo Humano y de los 55 municipios incluidos en la lista de la Cruzada Nacional contra el Hambre, con 94.8 por ciento de su población en pobreza.
Los investigadores explicaron que es un municipio que ha vivido desplazamientos debido a conflictos político-religiosos, pero también por la precariedad de sus recursos productivos y de empleo. Su población ha experimentado tres tipos de migración: interna, interestatal e internacional, por lo cual ha acumulado diversas experiencias de movilidad.
Revelaron que, en los últimos 20 años, la población de Chamula ha pasado a formar parte del paisaje humano de varios de los estados de la Unión Americana, especialmente de Florida, Georgia y Alabama. En las ciudades de Tampa, Miami, Cairo y Atlanta.
De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010, el 99 por ciento de la población de Chamula habla lengua indígena y el 60 por ciento es monolingüe. Esta característica le imprime un carácter particular a la migración hacia Estados Unidos, porque además del choque cultural se presenta un conflicto por la lengua de origen.
Los investigadores señalaron que de los 123 encuestados, 63 se emplearon en actividades de jardinería (13 indicaron que trabajaron en viveros), 17 en la construcción y 8 en empacadoras de pollo. El resto declaró haber trabajado en agricultura, carpintería, lavandería, restaurante y refaccionaria. Se trata de actividades con bajos salarios.
Añadieron que, en medio de la precariedad laboral, la diferencia salarial entre México y Estados Unidos es abismal, por lo que el espejismo del dólar constituye un factor en la decisión de emigrar, sin embargo, este espejismo no permite ver el costo económico y social, el riesgo y la imposibilidad de aspirar a la seguridad social en aquel país.
Además, lo más seguro es que el migrante debe tomarse unos años para pagar los costos al pollero o coyote o al prestamista que financió el viaje, cuyo cobro de intereses oscila entre el 10 y 20 por ciento mensual. El 81.3 por ciento de los encuestados declararon usar las remesas para pagar la deuda del préstamo.
Los migrantes retornados manifestaron su deseo de regresar a Estados Unidos por motivos laborales y la necesidad de obtener dinero; otros por el hecho de querer cumplir sus metas. Así, ni el sellamiento de las fronteras ni las deportaciones han logrado detener los deseos de migración por parte de la población de Chamula, especificaron.
Los investigadores concluyeron que es necesario revisar el vínculo pobreza y migración, sobre todo porque la pobreza se ha globalizado y la crisis de empleo se ha agudizado. Además, que se ha hecho evidente que cuando no es posible conseguir el sustento de la familia, son obligados a salir de la comunidad.
Sin comentarios aún.