El señor de los anillos
Por Oscar Alejandro Cruz Toalá de Jatamatzá Club de Divulgación Científica A.C.
¿Has a Saturno a través de un telescopio?, recuerdo que era una noche del mes de abril de año 2004, cuando me dispuse a sacar mi telescopio de 60 mm de apertura y apunté al primer objeto brilloso en el cielo, no, no era la Luna, tampoco una estrella, se trataba de Saturno, me quedé impresionado, me sentía el primer ser humano en haberlo observado. Durante mucho tiempo, se pensó que Saturno era el único planeta de nuestro sistema solar que contaba con anillos, a lo largo de los años nos dimos cuenta de que o es así. Los anillos alrededor de Saturno fueron descubiertos por el astrónomo Galileo Galilei hace casi 400 años usando un telescopio muy simple que él mismo construyó con lentes y apuntó a los planetas en el cielo nocturno. Uno de los primeros objetos que observó fue Saturno. Al principio pensó que Saturno tenía dos grandes lunas a cada lado del planeta porque su telescopio no era muy bueno y solo producía imágenes muy borrosas. Otros observadores de la época pensaron que tenía “orejas” como las de la tasa donde tomamos café.
Desde entonces, los astrónomos, que estudian el universo y todo lo que hay en él, como los planetas, han utilizado telescopios mejores y más grandes para encontrar anillos alrededor de todos los planetas gigantes como: Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano. No se sabe a ciencia cierta cómo funcionan los anillos o cómo se formaron, pero hay algunas teorías.
La primera teoría afirma que los anillos se formaron al mismo tiempo que el planeta. Algunas partículas de gas y polvo de las que están hechos los planetas estaban demasiado lejos del núcleo del planeta y no podían ser aplastadas por la gravedad. Se quedaron atrás para formar el sistema de anillos.
La segunda teoría, es que los anillos se formaron cuando dos de las lunas del planeta, que se habían formado al mismo tiempo que el planeta, de alguna manera se alteraron en sus órbitas y finalmente chocaron entre sí, las partículas que quedaron atrás en este gran aplastamiento no pudieron reunirse nuevamente para formar un nuevo satélite natural. En cambio, se extendió a los sistemas de anillos que vemos hoy. Dado a que aún no se tienen las respuestas, se sigue explorando y probando diferentes teorías.
Lo que sí se sabe es que los anillos alrededor de los distintos planetas son todos ligeramente diferentes entre sí, pero todos comparten algunas características también. Primero, todos son mucho más anchos que gruesos. Los anillos de Saturno, por ejemplo, tienen unos 280.000 km de ancho (que se alejan del planeta) pero solo 200 metros de espesor. Eso es como tener un panqué normal en su plato para el desayuno que tiene 14 km de ancho.
La otra cosa que comparten todos los sistemas de anillos es que todos están hechos de pequeñas partículas de hielo y roca. Las más pequeñas de estas partículas no son más grandes que los granos de polvo, mientras que las más grandes tienen unos 20 metros de diámetro, aproximadamente el tamaño de un salón de clases. Todos los anillos alrededor de los planetas también contienen huecos que a veces tienen muchos kilómetros de ancho y al principio nadie pudo entender por qué. Más tarde se descubrió que las brechas fueron causadas por pequeños satélites naturales que habían devorado todo el material en esa parte particular del sistema de anillos.
La mayor diferencia entre los anillos de Saturno y los otros planetas gigantes gaseosos es que las partículas que forman los anillos de Saturno son muy buenas para reflejar la luz del sol hacia la Tierra. Eso significa que parecen ser muy brillantes, razón por la cual podemos ver los anillos desde la Tierra usando un telescopio normal. La gran cantidad de partículas atrapadas en los anillos de Saturno también hace que los anillos sean mucho más grandes y anchos; esa es otra razón por la que son más fáciles de ver que los anillos de los otros planetas gigantes gaseosos, cuyos anillos san mucho más delgados.
Las partículas que forman los anillos de Urano y Neptuno contienen elementos que fueron oscurecidos por el sol. Estas partículas oscuras se ven muy similares a los trozos de carbón o carbón vegetal que usarías para hacer fuego. Esto los hace mucho más difíciles de ver porque no reflejan tanta luz del sol hacia nosotros. Todos estos nuevos descubrimientos se debió en mucho al lanzamiento de sondas espaciales como Cassini, cuya misión era estudiar la estructura tridimensional de los anillos de Saturno, la composición de la superficie de sus satélites, el comportamiento dinámico de su atmósfera y magnetósfera, así como cartografiar detalladamente la superficie de Titán. Debido al cercano agotamiento del combustible de la sonda, que la dejaría sin posibilidad de control, se planificó su destrucción para evitar que eventualmente ocasionara una contaminación biológica (o radiactiva, ya que Cassini contenía un RTG) en Titán o Encélado (satélites naturales con altas probabilidades de albergar vida). El viernes 15 de septiembre de 2017, se internó en Saturno, y quedó destruida en las capas superiores de la atmósfera.
Interesante verdad, así que la próxima vez que pongas los #OjosAlCielo y veas a Saturno recordarás esta información….
El Club Astronómico Jatamatzá te desea #CielosDespejados.
Sin comentarios aún.