¿Real o no? Así se puede identificar a una Coralillo, una de las especies de serpientes venenosas que habitan en Chiapas
*En Chiapas habitan cinco especies de coralillo, sin embargo, no son las únicas especies que pueden presentar los colores característicos, ya que debido a un proceso llamado mimetismo batesiano, otras serpientes también pueden imitarlas.
De acuerdo con la información de la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos A.C (AESPAC), las coralillo o corales con unas serpientes pequeñas que pertenecen a la misma familia que las cobras y otras serpientes venenosas que habitan en el territorio mexicano; las Elapinas, y cuya principal característica son los anillos de color rojo, amarillo y negro que cubren todo su cuerpo.
Pedro Uriarte Garzón, miembro de la Red Nacional de Expertos en Envenenamiento (REDTOX) señala que, tanto las características físicas como de comportamiento, son factores que contribuyen a diferenciar una especie de otra, ya que es esencial que las personas aprendan a reconocerlas para evitar mordeduras de ésta. Según el experto, la familia de las Elapidas o Elapidaes, son serpientes toxicas y de gran importancia médica.
“Esta familia, a nivel mundial, se compone de 53 géneros y alrededor de 380 especies. Los más importantes desde el punto de vista del mayor número de especies que lo integran es el género Naja, donde están las cobras, con 33 especies; el género Hydrophis con 49 especies donde encontramos a las serpientes marinas y el grupo de los Micrurus donde encontramos a las serpientes coralillos, con 81 especies” señala el experto.
En la familia de las Elapidaes, la familia de las Micrurus también tiene un homólogo, lasas Micruroides, una subfamilia en la que también se registra una especie de serpiente de coral. Es importante mencionar que, estas son las serpientes más conocidas por la toxicidad de su veneno, como los son la serpiente marrón australiana, a las mambas verdes y negras, las coralillos amazónicas, la serpiente marina y por supuesto, las cobras y a las coralillo.
Tanto las Micruroides como las Micrurus son especies venenosas, sin embargo, las primeras por lo general son serpientes que alcanzan una longitud no superior a los 65 centímetros, mientras que las segundas, pueden llegar a rebasar el metro de longitud, midiendo hasta 1.20 metros dependiendo de la especie.
“¿Por qué las llamamos serpientes de coral? Este nombre hace alusión a los colores brillantes que presentan sus integrantes, o por lo menos la mayoría de ellos, tal y como los corales que encontramos en los océanos” señala Uriarte Garzón. El nombre coralillo deriva del náhuatl cuicuicóatl, que significa ‘serpiente de diferentes colores’; de cuicuiltic, ‘colores diferentes’, y cóal, ‘serpiente’.
Es así como las serpientes de coral, se caracterizan por presentar colores muy llamativos, muchas veces, en forma de patrones. Dichos patrones pueden ser en forma de bandas de colores, típicos en la mayoría de las especies, sin embargo, también pueden presentar manchas o líneas punteadas, dependiendo de las características y zona de hábitat de las especies. Sin embargo, Uriarte Garzón destaca que, en su mayoría, se observan “triadas” con tonos rojos, claros (amarillo, blanco o beige) y oscuros (ya sea negro o café).
Estructuralmente, tanto las coralillos como las falsas coralillos son especies que a simple vista pueden ser mu similares, sin embargo, su estructura en la región de la zona maxilar es muy distinta, pero, dicha estructura no puede ser observada si no existe una manipulación de por medio.
“Las serpientes de coral verdaderas se van a reconocer por tener un cuerpo cubierto de escamas completamente lisas, donde las escamas de la cola también son lisas. En cambio, las falsas coralillo también pueden tener las escamas del cuerpo lisas, sin embargo, las escamas de la cola las presentan quilladas, característica que les da una aspecto rugoso”, comenta Uriarte Garzón.
Una característica en cuanto al comportamiento de las serpientes de coral o coralillo reales es que, regularmente, suelen andar con la cola enroscada, tanto para desplazarse e incluso cuando se sienten amenazadas. Mientras tanto, las falsas no suelen hacerlo. De acuerdo con el especialista, las coralillos sin serpientes muy calmadas, que suelen presentar niveles muy bajos de agresividad, atacan solo cuando llegan a alcanzar un nivel alto de estrés por la invasión de su hábitat.
Otra característica se puede observar a través de los patrones de color del cuerpo de la serpiente. Es común que las personas señalen que las falsas coralillo no cumplen con los patrones de las tríadas de color de las verdaderas, sin embrago, Uriarte Garzón destaca que no todas las serpientes de color cumplen con ese patrón, ya que los colores dependerán de la especie de la que se trate.
“Existe un fenómeno llamado mimetismo, el cual permite a las especies imitar los colores y algunos rasgos físicos de otra, ya sean los colores, la forma del cuerpo, entre otros rasgos. En este caso, el fenómeno se da entre las coralillos y las falsas corales” menciona Uriarte garzón.
Se puede dar que entre coralillos reales lo hagan, es común ya que tienen rasgos similares, como el veneno. El mimetismo batesiano es lo que permite que, en este caso, las falsas coralillo adopten colores similares a las reales, con el fin de protegerse de los potenciales depredadores, ya que, como señala el experto, al parecer peligrosas, los depredadores prefieren retirarse del lugar.
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