Sismos Marcianos y Lunares
Por Oscar Alejandro Cruz Toalá de Jatamatzá Club de Divulgación Científica A.C.
La semana pasada fuimos testigos de grandes movimientos de la corteza terrestre, el primero fue en China, donde se presentó un sismo de magnitud 5.6 el pasado 19 de marzo, el siguiente se presentó en Croacia con una magnitud de 5.5 aproximadamente el día 22 de marzo. En Chiapas, ni se diga, a Diario se registran movimientos sísmicos de pequeña y mediana magnitud, en la página del Servicio Sismológico Nacionas, de la UNAM, registró 507 sismos reportados del 01 de febrero al 25 de marzo de 20201, en Chiapas, estamos en una zona sísmica alta. Pero nuestro planeta no es el único que presenta movimientos sísmicos.
El 5 de mayo de 2018 fue lanzada la misión InSight y después de casi seis meses de viaje, aterrizó en Marte el 26 de noviembre de 2018 para iniciar actividades, es la primera misión dedicada a mirar profundamente debajo de la superficie marciana. Entre sus herramientas científicas se encuentran un sismómetro para detectar terremotos, sensores para medir la presión del viento y el aire, un magnetómetro y una sonda de flujo de calor diseñada para medir la temperatura del planeta.
El sismómetro ultrasensible, llamado Experimento Sísmico para Estructura Interior (SEIS), ha permitido a los científicos «escuchar» múltiples eventos de temblor de cientos a miles de metros de distancia.
Las ondas sísmicas se ven afectadas por los materiales por los que se mueven, lo que brinda a los científicos una forma de estudiar la composición de la estructura interna del planeta. Marte puede ayudar al equipo a comprender mejor cómo se formaron por primera vez todos los planetas rocosos, incluida la Tierra. La misión Insight ha demostrado que en Marte tiembla más a menudo, pero también más suavemente, de lo esperado, estos resultados son publicados en la página oficial de la NASA. SEIS ha encontrado más de 450 señales sísmicas hasta la fecha, la gran mayoría de las cuales son probablemente terremotos (a diferencia del ruido de datos creado por factores ambientales, como el viento). El terremoto más grande que se ha registrado tuvo una magnitud de 4.0, no lo suficientemente grande como para viajar por debajo de la corteza hacia el manto inferior y el núcleo del planeta. Si lo queremos pensar de esta forma, podemos usar como ejemplo una manzana, el sismo se propaga a través de las capas geológicas y los sismos en Marte han pasado por «las partes más jugosas de la manzana» de esta manera se trata de estudiar la estructura interna del planeta.
Los científicos de la NASA están listos para más: pasaron meses después del aterrizaje en noviembre de 2018 para que registraran el primer evento sísmico. A fines de 2019, SEIS estaba detectando alrededor de dos señales sísmicas por día, lo que lleva a pensar que en el momento que aterrizó el rover InSight llegó en un momento particularmente tranquilo. Los científicos todavía tienen los dedos cruzados para detectar «el más Grande».
Nuestra Luna es otro gran ejemplo de cuerpos con activada sísmica, Entre 1969 y 1972, los astronautas de las diferentes misiones Apolo colocaron sismómetros en sus sitios de alunizaje, en distintos lugares de nuestro satélite. Los instrumentos de las misiones Apolo 12, 14, 15 y 16 enviaron información por radio continuamente hacia la Tierra hasta que fueron desconectados en 1977. Se llegó a la conclusió que para nuestro satélite, existen por lo menos cuatro tipos diferentes de sismos lunares: (1) trepidaciones profundas a una distancia aproximada de 700 kilómetros por debajo de la superficie; (2) vibraciones que provienen de impactos de meteoritos; (3) temblores termales causados por la expansión de la corteza glacial al ser iluminada por el Sol de la mañana por vez primera, después de una noche lunar de congelación extrema y con una duración de dos semanas; y (4) sismos de poca profundidad a sólo 20 ó 30 kilómetros por debajo de la superficie.
Entre 1972 y 1977, la red sísmica de la misión Apolo observó 28 en total; algunos registraron hasta 5,5 grados en la escala de Richter. Un sismo de magnitud 5 en la Tierra tiene la suficiente energía como para mover muebles pesados y causar grietas en las paredes.
Es sorprendente conocer más acerca de estos fenómenos geológicos en los diferentes cuerpos celestes, esta proporcionará a los investigadores más datos que revelen las estructuras de los planetas, su formación y la similitud con nuestro planeta en esta constante lucha por saber el origen y formación de los planetas. El Club Astronómico Jatamatzá los invita a poner los #OjosAlCielo en esta cuarentena, desafortunadamente no podremos salir a los espacios púbicos para hacer observación astronómica pero buscaremos la forma de poder transmitir en vivo la observación de la Luna en próximas fechas.
1.- SSN 2020: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geofísica, Servicio Sismológico Nacional, México. Dirección electrónica: http://www.ssn.unam.mx
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