El sexting y la pornovenganza
*Según la encuesta Efecto Internet, elaborada por la asociación civil Alianza por la Seguridad en Internet, en México, de 10 mil estudiantes entre 12 y 16 años, 36.7 por ciento señaló conocer a alguien que ha enviado o reenviado por Internet o celulares imágenes suyas de desnudos o semidesnudos, a conocidos o desconocidos.
* La pornovenganza es la publicación de videos, imágenes y grabaciones de tipo sexual sin el consentimiento de la persona que se identifica en el contenido.
*Yucatán será la primera entidad federativa en contar con una ley que sanciona delitos como el sexting, la pornovenganza y la “sextorsión”.
Por Hugo Valencia Juliao de CONACYT agencia informativa
El sexting es el uso de los medios electrónicos para enviar fotografías o videos para la exposición del cuerpo, por estadística, las personas que más lo realizan son menores de edad, indicó la investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES Iztacala) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la doctora Alba Luz Robles Mendoza.
El sexting es un fenómeno que se presenta principalmente en jóvenes entre los 12 y 20 años de edad a través de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Snapchat.
Los riesgos de exponer imágenes íntimas en este tipo de aplicaciones son variados, pero el más frecuente es el reenvío a terceros; según un estudio de la Universidad de Calgary en Canadá, uno de cada ocho jóvenes ha enviado un mensaje con contenido sexual sin consentimiento.
El sexting es peligroso en un contexto en donde los delitos cibernéticos todavía no están bien tipificados, como es el caso de México; sin embargo, algunas redes sociales como Facebook y Twitter ya implementan algoritmos que reconocen las imágenes de desnudos y las bloquean para evitar su propagación.
Para la doctora Robles Mendoza, el hecho de intercambiar fotos de forma voluntaria no representa un hecho delictivo, por lo que no hay una condición de víctima y victimario.
Por esto, el sexting no representa algo negativo en sí, el problema radica en el mal uso que las personas dan al contenido que recibieron, en un acuerdo implícito de confianza mutua.
“Se toman selfies en las cuales muestran su cuerpo, y lo hacen en la mayoría de los casos con la intención de difundirlo y generar una respuesta positiva del receptor. Este hecho no lo ven con una connotación agresiva sino como una vía de socialización”, explicó la doctora, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Asimismo, aclaró que en esta etapa las y los adolescentes y preadolescentes están en busca de su identidad social, por lo que exploran formas de interactuar, socializar y pertenecer al grupo social acorde con su edad, con el que se sienten identificados.
Generalmente quienes se comparten fotos de carácter sexual tienen una relación de confianza, razón por la que no perciben la sensación de peligro de que esas imágenes sean expuestas a un público mayor, explicó.
Pornovenganza: consecuencias psicológicas y legales
La doctora explicó que la pornovenganza y el ciberacoso pueden ser muy perjudiciales para la salud emocional de los individuos porque pueden llegar a sentirse culpables de lo que ocurrió, y a menudo sus contextos refuerzan ese sentimiento.
La pornovenganza es la publicación de videos, imágenes y grabaciones de tipo sexual sin el consentimiento de la persona que se identifica en el contenido.
Las consecuencias de un caso de pornovenganza se vuelven más graves para la víctima cuando viven en familias rígidas o con valores religiosos más arraigados, porque creen que puede haber represalias por parte de los padres al enterarse de la situación.
Por ello, uno de los factores que potencializan el daño emocional a las víctimas de pornovenganza es el castigo, y esto implica una pérdida de confianza con su núcleo familiar, según la jefa de la carrera de psicología de la FES Iztacala.
Aunado a esto, la baja autoestima de algunos jóvenes puede hacer que al ser reveladas estas fotos, su intimidad se quiebre y los lleve a un estado de depresión.
Desde el punto de vista psicológico, la intervención para las personas que han sufrido de pornovenganza depende del daño o el impacto que haya tenido el hecho en sus vidas, dijo la doctora Robles Mendoza.
También dijo que no todas las víctimas de pornovenganza presentan una consecuencia psicoemocional, ya que depende de la edad, del tipo de personalidad y de la condición familiar.
Además de psicóloga, la doctora Alba Luz Robles Mendoza también es abogada, por lo que aseguró que la tipificación del delito en la Ciudad de México será una propuesta de ley para este año.
Sin embargo, a nivel federal todavía falta se ratifique en la Cámara de Diputados la iniciativa a la reforma de ley que se promovió y aprobó en el Senado de la República a finales de 2017.
Culpabilizar a la víctima de pornovenganza es casi como creer que las mujeres tienen la culpa de ser violadas por el hecho de usar minifalda, coincidieron las especialistas.
Las campañas en contra del sexting atentan contra la libertad de las personas. El hecho de que te tomes una foto, con o sin bikini, no tiene que ser sujeto a castigo por parte de la ley, dijo la doctora Alba Robles Mendoza.
Explicó que no se puede limitar la libertad de las personas que decidan compartir una parte de su intimidad con otra persona a través de los medios digitales.
Para las especialistas, el castigo y la culpa es de la persona que decide reenviar el contenido, sabiendo que puede vulnerar de muchas formas a la persona que aparece en la imagen.
“El problema no es enviar fotos a una persona que le tienes confianza, el error siempre va a ser de la persona que elige querer lastimar a alguien más, distribuyendo sus fotos íntimas”, acotó Ana Baquedano Celorio.
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