¿Cuáles fueron los efectos que dejó la tormenta magnética solar?
Por Verenise Sánchez por CONACYT agencia informativa
La tormenta magnética que se registró este 14 de marzo no afectará la Tierra y no representa riesgo alguno para la salud humana, aclaró Américo González Esparza, responsable técnico del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (Lance).
El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el experto explicó que esta tormenta será de categoría G1 —en una escala que alcanza G5—, y que estima los efectos sobre las telecomunicaciones, plantas generadoras de energía y en sistemas de orientación y rastreo de satélites.
Este tipo de eventos naturales son comunes y están bien estudiados, se registran alrededor de 300 en un lapso de 11 años y son prácticamente imperceptibles en la Tierra, indicó González Esparza.
De esta manera, descartó que esta tormenta interferirá o colapsará las telecomunicaciones, la energía eléctrica o la salud de los humanos y los animales, como lo aseguraron versiones difundidas en redes sociales.
¿Qué es una tormenta magnética?
El sol es una estrella un millón de veces más grande que la Tierra. La atmósfera del sol es extremadamente caliente, alcanza una temperatura de dos millones de grados, en ella se forma un viento, denominado viento solar, que sopla por todo el espacio.
Además del viento solar, esta estrella puede sufrir explosiones en su superficie, las cuales son denominadas tormentas solares.
Ante estos fenómenos, el planeta Tierra cuenta con un campo magnético, el cual funciona como una coraza que impide que las partículas del viento solar penetren en la atmósfera de nuestro planeta.
“Cuando una tormenta solar se propaga en la dirección en donde está la Tierra, puede romper temporalmente la coraza magnética de nuestro planeta produciendo alteraciones en el campo magnético y auroras boreales. Estas alteraciones del campo se conocen como tormentas magnéticas”.
Las tormentas magnéticas intensas pueden producir afectaciones importantes en los sistemas de telecomunicaciones, sistemas de posicionamiento global y en los sistemas de generación de energía eléctrica.
A pesar de que una tormenta magnética puede tener impacto en las telecomunicaciones o en la energía eléctrica, la que se registrará este 14 de marzo no afectará, toda vez que será producida por corrientes de viento solar. Asimismo, será de una magnitud mínima.
“Se trata entonces de un evento menor, que no va a tener repercusiones importantes sobre el territorio nacional y que pasará inadvertido para la mayoría de la población”.
Tormentas solares intensas preocupan y ocupan a los científicos
Si bien un fenómeno es la tormenta magnética que puede ser producida por el viento solar y que su impacto en la Tierra es menor, las tormentas solares son otras y estas sí mantienen ocupados a los científicos de México y de todo el mundo.
Estas tormentas solares ocurren cuando hay regiones activas en la superficie del sol, y en este momento no hay regiones activas, de hecho el sol tiene niveles muy bajos de actividad.
No obstante, “alrededor de 2024, cuando el sol vuelva a registrar mayor actividad, se podría registrar alguna tormenta solar. ¿Cuándo y de qué intensidad será? No se sabe, ya que estas tormentas, al igual que los sismos, no se pueden predecir”.
Recordó que en 1859 se registró el “evento Carrington”, que es la tormenta solar más grande de la cual se tiene registro y señaló que si se volviera a presentar un evento de este magnitud sería una catástrofe global, ya que produciría daños en satélites, telecomunicaciones y afectaría un gran número de transformadores eléctricos provocando un apagón global.
¿Por qué es relevante el clima espacial?
Actualmente en todo el mundo grupos interdisciplinarios de científicos se dedican a analizar el clima espacial, el cual estudia la relación que hay entre la actividad solar y el entorno espacial de la Tierra.
“El clima espacial investiga las afectaciones que las tormentas solares pueden producir sobre sistemas tecnológicos clave para la sociedad moderna, como son los satélites, las telecomunicaciones, los sistemas de posicionamiento global, los sistemas de generación y distribución de energía eléctrica”.
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