Preparación del atol agrio, un ritual de memoria

Las mujeres son las encargadas de mover el atol todo el tiempo. Sin embargo, en algunos sitios, como el caso del ejido Santa Rita, La Trinitaria (comunidad vecina de Juncaná), son los hombres los que se encargan del preparado directo del jocoatol. Imagen: Cortesía.

*La preparación del jocoatol no solo forma parte de un evento de consumo gastronómico de derivados del maíz, ese acto se entiende como “(…) la práctica constante, que refuerza normas y valores culturales al interior” de un pueblo.


Fabrizio Daniel Pascacio Vázquez de la Red Mexicana de Jóvenes por la Investigación (REMJI) Chiapas, realizó el artículo “La preparación del atol agrio (jocoatol): un ritual de memoria”, esto en la Ranchería Juncaná de La Trinitaria, con el objetivo de visibilizar las características y elementos simbólicos de la preparación del atol agrio.

Lo anterior, a través de uno de los nueve grupos de atoleras existentes en esa comunidad.

Pascacio Vázquez observó los diferentes aspectos que muestran la organización cotidiana del tejido social al interior del lugar en afinidades familiares, clanes, compadrazgo y clase social.

Así como, el simbolismo en el sistema de cargos de mujeres y hombres, para permitir identifica el ritual de memoria que se organiza a partir de la estructura cotidiana de la ranchería.

La importancia que cobra la asistencia a este evento
es unificadora frente a la comunidad al estar ligada
a un ritual religioso católico, así como al reafirmar su tejido social. Imagen: Cortesía.

En ese sentido, la preparación del atol tiene diversas aristas tras ubicar las dinámicas internas sobre los rituales existentes de la Ranchería Juncaná, la preparación del atol tiene diversas aristas.  Un evento en específico es su organización y preparación que permite comprender cómo son los órganos que refuerzan la memoria de los pueblos para su convivencia y resistencia de saberes locales.

Ya que existe la necesidad de sostener el ritual y recordarlo a través de las futuras generaciones. Por ello, la importancia que cobra es unificadora frente a la comunidad al estar ligada a un ritual religioso católico, así como al reafirmar su tejido social.

En esta práctica, que tiene lugar durante la madrugada con un arduo proceso de gestación, se preservan comportamientos, gestos y saberes que no han sido arrumbados al olvido de la historia, explicó el investigador.

La participación comunal de todas las mujeres, observa con criterio la asistencia y colaboración en la organización del evento, aquí cuenta la responsabilidad, compromiso, liderazgo, fe, creencia, familia y lealtad. A su vez, aspectos negativos entre los que se destacan el “quedar mal”, la “envidia”, los problemas familiares por la política, economía, y “rumores”.

Entre los grupos de atoleras es importante la relación que mantienen entre sí. El investigador mencionó que el liderazgo de la mujer entre las y los juncaneros prima el tejido social de unión al interior de la comunidad.  Pues, cuando un grupo de atoleras se separa es importante reestructurarlo.

Fuimos la comadre Elena y Carmen a hablar con doña Tona de don Jorge. Nadie quería hacerse cargo de la hacedera del atol. Le dijimos que juntara a sus mujeres y se hiciera cargo, no muy quería. Nos dijo: miren, si se comprometen a que me van a estar ayudando con la limpieza de la iglesia, sí, porque yo cuido enfermo, entonces no voy a poder siempre hacer las dos cosas. Así que aceptó, ahí se volvió a completar el grupo de atoleras, contó doña Martha.

También, un problema presentado y desencadenante de muchos otros fue la división por facciones políticas partidistas que surgió hace algunos años durante el período electoral del 2015. La Ranchería se dividió en facciones partidistas: Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Podemos Mover a Chiapas.

Pero, Pascacio Vázquez se cuestionó ¿Cómo afectó directamente esto al tejido social de Juncaná, específicamente, en este evento?, el órgano regulador de toda la comunidad que es la Asamblea General quedó dividido y muchos no asistían a las reuniones.

Los habitantes que pertenecían a la militancia y/o simpatía al PVEM no asistían a la reunión de los contrarios y viceversa, explicó el investigador.

Para el caso concreto de uno de los grupos de atoleras, contaron que algunos grupos se dividieron para trabajar, porque el conflicto político de partidos estaba en su apogeo.

Mientras que, las mujeres que tenían familiares entre estos dos partidos se confrontaron, “muchas no asistieron a hacerlo, porque estaba peleadas entre todas por el problema del Verde y Morado -haciendo alusión a los colores de los partidos políticos-.

Pascacio Vázquez destacó que las mujeres de la comunidad son las encargadas de ejercer la estructuración constante de ese ritual. La participación femenina en la organización y preparación del atol agrio concibe la memoria a través del liderazgo que éstas ejercen en la comunidad.

No nos enfocamos demasiado en extender la participación varonil, observamos que la herencia simbólica de los cargos representativos en este ritual se define por la cuestión patriarcal, definición de la mujer por ser la cónyuge del líder del clan, comentó Pascacio Vázquez.

Durante el proceso de acompañamiento, se reúnen
hombres y mujeres de la comunidad, grandes y jóvenes. Imagen: Cortesía.

Sin embargo, la labor de las mujeres está sujeta a su propia organicidad, se hacen del discurso y la práctica en Juncaná por la relevancia del fenómeno, como el peso que tienen en otras actividades del pueblo. Por ejemplo, estos grupos de féminas ya conformados cumplen con otras responsabilidades como: arreglar la Iglesia de forma periódica.

Por otro lado, las mujeres más grandes procuran enseñar a las más niñas y jóvenes a realizar estas actividades, de acuerdo con ellas, son importantes como complemento de su educación y comportamiento para la vida cotidiana, dentro y fuera de la comunidad.

La relevancia de la organización y preparación del atol evidencia que la fortaleza de las comunidades se encuentra en estos eventos, que se celebran durante un día, madrugada o noche.

No obstante, sus consecuencias siguen siendo amplias ligadas a sentidos sociales, culturales y políticos de los pueblos que les permiten llevar consigo su vida cotidiana en contraste con el mundo moderno.

La ranchería no se encuentra lejana de los espacios urbanos, sin embargo, contempla sus propios tiempos y dinámicas que se resisten a perecer. A pesar de ello, el ritual se ha intervenido con aspectos políticos partidistas, pero no se ha permitido destejer el tejido social por esta razón, agregó el investigador.

Por último, indicó que las y los habitantes de la ranchería, han mostrado la capacidad organizativa que tienen y así mismo, velan por el bienestar de su comunidad, a través de su fe, liderazgo, creencia y reforzamiento familiar-social.

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