«En mi mente nunca hay silencio», Diego Moreno presentará libro y exposición fotográfica

El fotolibro fue publicado por la Editorial Hydra e INFRAMUNDO en coedición con CONECULTA, Chiapas. Cortesía: Diego Moreno

*Moreno inició su proyecto a finales de 2013 y finalizó en 2020, con dos años de edición del libro, un trabajo grande arropado por Inframundo, la primera editorial mexicana en la producción de foto libros, junto a Hydra, la galería que lo representa en México.

Diego Moreno, artista visual con especialidad en fotografía, expondrá y presentará por primera vez en su lugar de origen el fotolibro: “En mi mente nunca hay silencio”, el próximo 22 de septiembre de 2021, a las 17:00 horas, en Enseñanza Casa de La Ciudad ubicado en San Cristóbal de Las Casas.

El fotógrafo tiene alrededor de 40 exposiciones individuales alrededor del mundo, sin embargo, destacó que no lo había hecho en Chiapas, por lo que, esta presentación es una retrospectiva de la enseñanza entorno a su trabajo, pero se centra en su segundo proyecto el fotolibro “En mi mente nunca hay silencio”.

Moreno mencionó que, este surgió por los panzudos mercedarios, personajes de la tradición católica conocidos en San Cristóbal de Las Casas, cada 22 de septiembre danzan para anunciar la festividad de la Virgen de La Merced, alrededor de 7 años estuvo integrando su proyecto por lo interesante de este icono.

A type of indulgence. Foto: Diego Moreno

Explicó que, esta tradición desde la perspectiva católica tiene que ver con que, los panzudos significan el pecado, cada persona construye su monstruo, entre más grande y fea sea la indumentaria es la falta que se quiere purgar.

Al mismo tiempo, el artista lleva 10 años trabajando con su familia, lo monstruoso y la densidad psicológica, algo que le gusta mucho. Cree que, los panzudos mercedarios lo ayudan a transportarse a un nuevo reino del que quiere hablar y tenía esa inquietud desde niño.

Yo salía en esa tradición cuando era pequeño, crezco en una familia ultracatólica, como es muy San Cristóbal, llena de iglesias. Yo serví a la iglesia durante 12 años de monaguillo, en mi proceso artístico, la religión se incluye demasiado en la manera de crear mi imaginario, expresó el artista.

Para Moreno, Chiapas es fundamental al ser su ancla principal de creación, en este proyecto lo que hizo fue explorar, al trabajar con su familia desde casa y haciendo su fotolibro “Huésped”, reflexionó sobre el espacio doméstico como una representación psicológica.

Añadió que, en su caso y en el de muchas personas en México y Latinoamérica, el espacio doméstico tiene que ver con el poder, para el hogar este lugar no es su zona de confort, sino lo contrario, ahí pasan cosas y se guardan secretos, esto crea las densidades psicológicas.

El espacio doméstico, me gustaba como explorarlo desde ahí, cuando estaba haciendo estas cosas decidí que lo que me interesaba de los panzudos era quitarlos de lo danzante, el folclore también me interesa mucho, pero en este caso desde otro lugar, dijo el fotógrafo.

Lo que motivo al artista a realizar este proyecto fue a descontextualizar, como lo hace en todos sus trabajos, tomo el icono del panzudo y lo transporto al espacio domestico para crear escenas donde este fuera el personaje principal en la casa y que la habitara sin ningún conflicto.

The omen. Foto: Diego Moreno

A partir de ahí, surgieron escenas psicológicas interesantes en donde todos estos espacios tan llenos y barrocos en los que se crece. Exploró la casa de sus familiares, observó el espacio doméstico y regresó para crear un monstruo, un proyecto que al principio no pensó que fuese a transformar su manera de crear.

Disfrute durante 7 años, porque me llevó mucho tiempo, por la construcción de la imagen desde muchos lugares, crear el personaje, la escena, pensarla. Fue uno de los proyectos en mi carrera mucho muy pensado, tiene su cargo emocional porque desde ahí proviene mi creación, de esto que me afecta y me atraviesa a mi primeramente para poderlo reflexionar, expuso el artista.

El artista enfatizó que, a partir de la escritura junto con la fotografía surgen nuevos universos, entendió que por medio de la palabra utilizaba el icono del panzudo para hablar del rechazo, la enfermedad y de los vínculos familiares que se mantienen y dan fuerzas para poder continuar ante las adversidades de la vida.

Le dedicó este libro y la menciona a su tía abuela Candelaria, quien sufrió una enfermedad autoinmune, en eso se basa la historia de la obra, de cómo la rechazaban y como su familia lo aisló desde pequeño, y al crecer su apego con los monstruos provenían de este lugar.

Años después entendí, ahora que ya tengo el libro, que ya reflexioné, el icono del monstruo y lo marginal siempre se condena, mi visión de hacer estos proyectos tiene que ver con la manera de resignificar estas figuras, nombrarlas desde otro lugar para que las personas reflexionen, son cosas que nos están pasando, tanto rechazo y violencia, desde ahí viene mi reflexión por vincularme y crear desde el arte, dijo Moreno.

Fotografía de la serie «En mi mente nunca hay silencio». Foto: Diego Moreno.

Sobre su primera exposición en Chiapas, indicó que es muy simbólico, porque este proyecto visibilizó su carrera en el mundo, ya se exhibió en museos, bienales y concursos, que vuelva al lugar de donde salió le parece importante, así como compartirlo con su familia y la gente que está involucrada.

Agradeció a Batsi Lab, quien cuenta con un Centro de Documentación de la Fotografía, se acercaron y le dijeron que era un poco extraño que no estuviera activo en Chiapas, pero desde muy joven se fue a estudiar fotografía a Oaxaca y al Centro de la Imagen en la Ciudad de México, pero toda su creación se ha hecho en el estado, a excepción del que está realizando en Suiza.

Como Centro de Documentación, se interesaron en la investigación que estaba haciendo sobre la recopilación de los imaginarios chiapanecos de toda la historia. Moreno señaló que, Chiapas tiene un antecedente en la fotografía a nivel mundial, por todos los elementos importantes que hay.

Para Batsi Lab y el artista, era importante que su trabajo se visibilizara y siguiera como una manera de comunicación continua, aunque el libro salió este año, no había podido presentarlo al estar viviendo en Suiza, por la pandemia y ciertas complicaciones, por ello, propuso hacerlo el 22 de septiembre, algo simbólico porque salen los panzudos.

Fotografía de la serie «En mi mente nunca hay silencio». Cortesía: Diego Moreno.

En el evento, inaugurará su exposición y presentará el libro junto a sus amigos, al estar involucrados en la tradición y en su proceso creativo, este se llevará a cabo en la Casa de la Enseñanza, la entrada será gratuita.

Estoy muy honrado que se hayan acercado, que me hayan propuesto hacer la exposición, son bastantes piezas, me dijeron que querían ampliar la exposición que no solo fuera las fotos de los panzudos, sino una introducción de retrospección de todo el trabajo que he hecho durante estos 15 años, agregó el artista.

Por otro lado, comentó que regresará a Suiza a finales de octubre, sobre el programa de excelencia artística AIR Montreux Artists In Residence dijo que fue una experiencia alentadora, al inicio con mucha incertidumbre, pero logró tomar las herramientas necesarias para conocer a la gente.

Agregó que encontrarse con mexicanos viviendo allá fue alentador, así como permitirle crear otro imaginario desde su perspectiva y manera de ver el mundo, pues a mucha gente le cuesta entender sus procesos y de donde viene.

Puedo decirte a grandes rasgos que hice una familia allá, estoy contento de haber dado talleres, aportar mi manera de ver el mundo, contar sobre Chiapas y México, sobre la producción artística, compartir lo que se está haciendo en México y Chiapas, mirar otras caras con los extranjeros, que lo atesoren, es gente muy receptiva, mencionó el artista.

Moreno compartió que, tiene nuevas oportunidades de trabajo, está nominado a mejor fotógrafo radicado en Suiza 2021 de Nachwuchsförderpreis, irá al Festival de Vogue en Milán, y la serie “Las Montañas Sagradas” que realizó en Montreux, fue adquirida en museos y colecciones privadas en Suiza.