Investigación revela la apropiación de comunidades indígenas sobre el básquetbol
*Hay un mínimo porcentaje de libros a la venta, quienes quieran uno podrán conseguirlo en Galería Muy para el envío a cualquier parte de México, en La Cosecha Librería en Jobel y en Coneculta al correo publicaciones@conecultachiapas.gob.mx.
Delmar Penka, ensayista, documentalista y doctorante en Ciencias Antropológicas, originario de Tenejapa realizo un libro de ensayos sobre el básquetbol «Te sututet ixtabil. El giro de la pelota», a través de una entrevista compartió que inició con el proyecto en enero del 2018, con la ayuda de la beca del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en la disciplina de letras en lenguas originarias.
Penka explicó que la idea surgió de la historia, pues el basquetbol siempre ha estado presente en su vida, además su hermano y padre son amantes de dicho deporte, en algún momento lo llevaron a entrenamientos y posterior a ello, apoyándolo a él en torneos durante la primaria y secundaria.
Era como que muy familiar para mí, por supuesto que en las comunidades originarias el basquetbol también es una práctica cotidiana, tenía la necesidad de indagar o saber cómo el basquetbol empezó a jugarse en Chiapas y porque particularmente en los pueblos este deporte es tan apropiado y arraigado, al mismo tiempo tan querido más que otros que se practican en el mundo, mencionó el ensayista.
Agregó que dicho cuestionamiento, lo llevo a hacer del libro un modo de exploración y de búsqueda de respuesta que a él, ya que le inquietaban porque veía que en los pueblos se practica, y por la idea de que nadie se había preguntado el como llego a los parajes.
El ensayista mencionó que fue un proceso de investigación, platicando con profesores que se formaron como promotores en la educación cuando el programa del Instituto Nacional Indigenistas llego en el 49 y 50, siendo estos los primeros profesores.
También entrevistó a equipos de basquetbol que participaban en torneos en los 70, en particular interrogándose en cómo se apropió del deporte, como empezó a jugar, con quienes, los simbolismos que tenia en su vida, con base en ello creo la narrativa del libro, que es literario más que de un ensayo académico.
La intención no era escribir propiamente la historia del basquetbol en Chiapas, sino más bien, ver como la memoria vivida que hay en la práctica del deporte se vive en el cuerpo de los jugadores, en el de mi familia y mío, en la de profesores y profesoras que en su momento practicaron el deporte y se encargaron de fomentarlo, expuso el documentalista.
Penka mencionó que el libro consta de 5 apartados, el primero es sobre la importancia del juego, como las y los niños desde pequeños aprenden a jugar, a partir de este van reconociendo el espacio de la casa y de la comunidad, la convivencia entre unos y otros.
Para el segundo apartado hizo un viaje hacia el pasado, le pareció que el basquetbol guardaba una similitud con el antiguo juego de pelota mesoamericano, por lo que, buscó establecer un puente entre el pasado y el presente y las relaciones que se pueden encontrar entre ambos juegos.
En el tercer apartado, el documentalista habla de la historia de la localidad, en específico el paraje Matzam, donde situó la reflexión de cómo llegó la primera primaria y una cancha de juego, empezó a hacer un viaje histórico de las misiones culturales, del Instituto de Lingüística de Verano, el fomento de las y los primeros profesores del basquetbol, y la creación de los primeros torneos de basquetbol.
Hablo básicamente de una fiesta de clausura escolar de primaria, todas las comunidades de los pueblos de Chiapas en las clausuras siempre hay un torneo de basquetbol, voy haciendo una especie de cronista deportivo de como juegan los jugadores, de como hacen los pases, de cómo incestan, agregó Penka.
Aunado a ello, hizo un viaje al pasado para ver como eran los torneos en los 70 a 90, los cambios que ha tenido tanto en los propios uniformes que se usan como en la práctica del deporte, ficcionó un personaje de tal modo que a través de su mirada los llevara al pasado.
Puntualizó que en la década de los 70, no había un premio económico como ahora, sino se trataba de gallinas y cerdos, después fueron los trofeos, uniformes escolares o para el equipo y en la actualidad dinero.
En el último apartado, habló de la importancia de la cancha de basquetbol, si bien es un espacio para el juego, en las comunidades ha significado otras cosas porque ahí se llevan a cabo juntas, asambleas, repartición de despensa, jornadas de salud, se arreglan problemas o se crean problemas, tratando de dar cuenta de cómo cobra otro sentido, y se vuelve el corazón de la comunidad.
Enfatizó que, fue una búsqueda personal e íntima, pero que está vinculada a testimonios y vivencias, de apropiarse de esa narrativa y relatos personales para contarlo en primera persona y siempre creando un personaje, que nunca revela su edad ni su género.
Por otro lado, Penka compartió que su libro tomo un cauce muy particular porque no tuvo un camino tortuoso, fue un proceso largo, pero desde el primer momento en que se sentó, la dificultad fue de imaginarse como iba a ser la estructura del libro, pero lo pudo solventar en los encuentros que el FONCA organiza para los becarios.
En los encuentros compartió con los maestros Diego Méndez Guzmán y Enrique Perez, en su generación estuvieron becarios como Mikel Ruiz, narrador en tsotsil, ahí entregaba sus avances y ellos le fueron ilustrando el rumbo del libro dándole elementos para vincular los capítulos, coordenadas de como ir estableciendo una idea con otra sin perder la coherencia, permitiéndole establecer una línea narrativa que le da una característica y frescura al libro, pues desde el primer momento hay una acción y trató que no se perdiera en los capítulos.
El ensayista comentó que cuando el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta) aceptó el libro para su publicación, visualizó que pudiera ser gratuito en su totalidad.
Si bien el Coneculta se queda con un porcentaje y otro me da a mi como regalía, lo que intentare hacer ahora por un acuerdo y gestión personal es que los libros puedan ser distribuidos y presentados en escuelas donde se habla tsotsil y tseltal, lo que hare es una gira en comunidades visitando primarias y secundarias empezando a finales del mes de febrero en Tenejapa, expuso el ensayista.
Añadió que hará presentaciones en Oxchuc, San Juan Cancuc, Ocosingo, Amatenango del Valle y San Cristóbal de Las Casas, así como en fiestas patronales y torneos de basquetbol donde los ganadores puedan tener una copia del libro y sea un estímulo del pueblo.
Asimismo, un porcentaje mínimo de libros servirá para que vaya a comunidades indígenas de Oaxaca, además el Coneculta tiene los derechos de publicación por un año, después buscará una editorial que le guste y que crea en el proyecto para que hacer una primera reimpresión porque solo cuenta con 500 tirajes.
Explicó que, el libro es bilingüe está escrito en tseltal y en español, cumpliendo con el objetivo de seguir escribiendo en una lengua originaria y el fortalecimiento de esta.
Espero que este libro de ensayos, además de impulsar un género literario poco explorado por los escritores y las escritas en lenguas originarias en Chiapas, pueda ser leído en todas partes para conocer un poco de las diversas memorias que hay sobre la práctica del basquetbol en los pueblos originarios; que pueda fomentar la escritura, la lectura, e incidir en el fortalecimiento del tseltal y de las otras lenguas que se hablan en el estado, finalizó Penka.
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