Las muertes de octubre de Chiapa en 1911; resultado de la cruel disputa por ser capital

Chiapa de Corzo fue invadida en octubre de 1911 debido a un enfrentamiento armado. Cortesía: Wikipedia.

*De acuerdo con el historiador Eduardo Alberto Vargas Domínguez el 8 de octubre de 1911 se comenzó con un enfrentamiento armado entre San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, lo que dejó a su paso cientos de muertes en Chiapa de Corzo de las cuales hoy en día no se tiene un registro certero.


El mes de octubre para las y los habitantes de Chiapa de Corzo es un mes que trae consigo muchos recuerdos de las batallas de sus antepasados. Por ejemplo, la matanza del 8 de octubre de 1911 en aquel municipio que de acuerdo con el historiador Eduardo Alberto Vargas Domínguez, no es conocida por muchas personas.

Con base en lo que señala el maestro, en el libro “Rastros de Sangre (Historia de la Revolución de Chiapas)” del autor Luis Espinosa López, originario de Ocozocoautla, municipio que posteriormente en honor a ese personaje ilustre retomara su apellido, en octubre de 1911 sucedieron al menos dos batallas que terminaron en la trágica muerte decenas de personas habitantes de Chiapa de Corzo.

En las batallas del 21 de octubre apenas se dice que salieron por parte de Chiapa dos muertos y algunos heridos, no hubo más muertes. En cambio, el 8 de octubre se cuenta que fallecieron asesinados al menos 40 personas, aunque más datos arrojan que al menos murieron 100 personas y se reportaron varios desaparecidos, mencionó Vargas Domínguez.

Asimismo, señaló que en la tradición se cree que el enfrentamiento de esta época comenzó con la disputa entre San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, municipios que se disputaban el ser la cabecera municipal de Chiapas, aunque estudios recientes han revelado que la verdadera causa fue una revolución interrumpida que ocurrió en la entidad.

De igual manera, mencionó que desde dicha fecha, cuando Díaz dimitió su mandato y entró a Francisco Madero, en la entidad existían dos grupos de combatientes: mientras que en tierras coletas apoyaban la causa de Madero, en Tuxtla se esparce el rumor de que este grupo se estaba armando para recuperar los poderes que se le habían quitado al nombrar a la nueva capital estatal.

Por su parte, los combatientes tuxtlecos se abanderaban a la causa de Díaz, ya que, pese a que éste había salido del poder, no se querían soltar los ideales políticos de se habían impuesto durante el porfiriato, lo que los maderistas de San Cristóbal de las Casas se comenzaron a reunir en clubes como “El club liberal chiapaneco” comandado por Raúl Marina Flores y Alfonso Coutiño.

San Cristóbal se etiquetaba como maderista mientras que por el otro lado Tuxtla lo hacía como Porfirista por lo que era natural la rivalidad entre ambos municipios y de acuerdo con al Plan de San Luis que convocaba a levantarse en armas contra la reelección, da como resultado el enfrentamiento entre ambas ciudades, añadió el maestro.

Debido a la ubicación geográfica de Chiapa de Corzo, al encontrarse justo en medio de estos dos municipios, se mantuvo en la neutralidad al popularizarse esta rivalidad entre San Cristóbal y Tuxtla Gutiérrez, aunque al formarse el batallón “Hijos de Tuxtla” en el que se habían enlistado hombre de municipios como Suchiapa, Villaflores y San Fernando, se vieron expuestos a esta guerra.

Los soldados armados que ingresaron a Chiapa de Corzo: Foto: Cortesía.

Mientras tanto, a nivel federal se solicitó a la entidad que, con el fin de evitar conflictos armados, que se propusieran candidatos para la gubernatura que con la ideología maderista pudiera dar continuidad a las políticas dejadas por Díaz, por lo que desde San Cristóbal comenzaron a proponer candidatos, pero en Tuxtla fueron rechazados, resultando que en un plazo de cinco meses existieran al menos cinco gobernadores interinos.

Fue entonces durante el mandato de Manuel Rovelo Arguello, cuando se da el enfrentamiento armado entre San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez donde Chiapa de Corzo al verse acorralado, comenzaron a prepararse para en enfrentamiento armados y la invasión de unos tres mil hombres que se dirigían a Tuxtla.

En primer lugar comenzaron por vigilar y conservar toda la orilla del río, lo que da origen al puente colgante, en el que estuvieron casi un mes haciendo guardias para evitar la invasión y bajo el mandato de Mariano Grajales, añadió.

Vargas Domínguez sostuvo que, ante la inminente batalla entre ambas ciudades, el batallón de Tuxtla trata de convencer a los habitantes de Chiapa de Corzo que se enlisten con ellos para el combate, a lo que los chiapa se niegan y piden ser los intermediarios para solucionar el problema que sostenían los dos bandos.

Sin embargo, un grupo de soldados armados invadieron el territorio de Chiapa de Corzo, a lo que los habitantes de este lugar comenzaron a aventar rocas y a tratar de defenderse de las tropas invasoras, ya que ellos no contaban con las armas necesarias.

Esta acción fue la que desencadenó el enfrentamiento entre los soldados tuxtlecos y los pobladores de Chiapa de Corzo, quienes pese a refugiarse en sus casas eran perpetrados por los primeros hasta acribillarlos si los encontraban sospechosos.

El historiador comentó que tanto en la Iglesia de San Sebastián como en la de San Gregorio hoy en día aún quedan huellas y señas de las balas de aquel tiroteo.

Este conflicto se suscitó durante casi todo el mes, debido a que el conflicto entre ambas ciudades se extendió a otros municipios aledaños, hasta que tras eliminar a la mayoría de los hombres combatientes sancristobalenses, Tuxtla aceptó llegar a un acuerdo de paz para eliminar el uso de armas así como ofrecieron una disculpa por las muertes inocentes de las personas que no tenían nada que ver con la rivalidad12.

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