Semillas de la Selva Lacandona, materia prima de las familias indígenas para la transformación de artesanías
*El ser humano se ha caracterizado por el uso de plantas o partes de estas, siendo una práctica ancestral, en entierros prehispánicos, se ha encontrado evidencia de ello.
Carlos Beutelspacher Baigts, biólogo e investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), menciona que las comunidades lacandonas de Chiapas encuentran en la elaboración de artesanías una forma de contribuir a la economía de sus localidades, por lo que es común que recolectan semillas de diversas plantas para la elaboración de collares.
Según lo planteado por el especialista, existen semillas muy coloridas que, son utilizadas por las comunidades de Chiapas, tal es el caso de los lacandones, elaboran diversas artesanías y joyería, como collares, pulseras, aretes o dijes.
Los lacandones viven en la zona de la Selva Tropical, lugar donde floreció la cultura maya en la época clásica, Beutelspacher Baigts añade que, los pobladores de las comunidades de Metzabok, Na-há y Lacanjá-Chansayab, son los principales en dedicarse a la recolección de semillas para la elaboración de las artesanías, en su mayoría hechas por mujeres y niños.
“Se dedican a la recolección de las semillas y a la perforación de las mismas utilizando un taladro manual y ensartándolas en hilos de nylon, obteniendo hermosas muestras de su ingenio para combinar las diferentes semillas en verdaderas obras de arte” señala el investigador.
Entre las semillas más utilizadas por los artesanos, destacan dos de la especie Arecaceae, la primer es la palma real con semillas, posee una tonalidad pardo-oscuras, es dura, plana en la base y con curva en el otro extremo, puede medir alrededor de 1 centímetro de ancho.
Además, la segunda es la palma trepadora, con semillas en forma de ovoides de 1 centímetro, cuentan con pequeñas hendiduras cónicas en su superficie, de las que parten líneas irregulares de tonos oscuro.
Otra de las plantas que mencionan los lacandones es la Canna edulis, conocida como platanillo, cuyas semillas se encuentran al interior de los frutos globosos, mismos que tienen un aspecto de prisma triangular, con la superficie rugosa, y con base a los pobladores lacandones.
De acuerdo con la investigación de Beutelspacher Baigts, los granos al secarse se tornan negros y duros.
El guacacaste o guanacastle, es otra de las plantas, de semillas oblongas, es decir, más alargadas de lo normal, duras y de color pardo y negro, además es “abundante en la selva alta subcaducifolia, sabanas secundarias en la Depresión Central y la región costera, menciona el experto.
Además de usar las semillas para la realización de artesanías, también se comen tostadas y son consideradas con las mismas propiedades alimenticias que los frijoles, incluso, con mayor cantidad de proteínas y pocos carbohidratos.
“Se dice que los antiguos indios de Chiapas sustituían al maíz y al frijol en los años de malas cosechas. La pulpa de las vainas verdes se usa como jabón para lavar la ropa”, añade el investigador.
Beutelspacher Baigts, también hizo mención del corazón de mono, una planta nativa del sureste mexicano, con frecuencia se encuentra en la selva alta, a las orillas de los cursos de agua dulce y manglares, es una de las especies de liana trepadora más grande que existen, puede llegar a medir hasta 500 metros de longitud, el tronco es rugoso y espiralado.
“La floración ocurre en primavera. Las semillas son utilizadas como el elemento central de collares, seguidos por otras semillas laterales, pero con frecuencia es utilizada una sola semilla a manera de dije”, destaca Beutelspacher Baigts.
Algunas especies de plantas trepadoras de menor tamaño utilizadas por los pobladores son la Rhynchosia precatoria, conocida como frijolito rojo y negro, las vainas de dicha planta son pequeñas, contienen en su interior una o dos semillas diminutas, de color negro con una porción de color rojo.
Otras semillas utilizadas por los lacandones son conocidas en la medicina popular por sus propiedades antidiabéticas y antidiuréticas, destacan el ojo de buey o de venado y las lágrimas de San Pedro.
“Estas son las principales especies botánicas cuyas semillas utiliza la comunidad lacandona, para la elaboración de artesanías, principalmente collares y pulseras (…): Arecaceae, Cannaceae, Fabaceace, Poaceae y Sapindaceae” finaliza el investigador.
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