Tras 50 años, molinos comunitarios continúan como la opción para la población campesina
Con más de 50 años de antigüedad, en Chiapas aún existen los molinos de nixtamal comunitarios.
Los molinos de nixtamal, llegaron desde mucho tiempo antes que las maquinas tortilleras industriales, en Chiapas pese al paso de los años aún existen los molinos comunitarios, en donde a diario acuden decenas de personas, para moler maíz ya sea seco, crudo o cocido.
La trayectoria de los molinos en Chiapas, es amplia ya que cuentan con más de 50 años de antigüedad, pese al considerable incremento del número de tortillerías en los municipios del estado durante los últimos 20 años, las personas aún continúan buscando el servicio de molino de nixtamal en las comunidades.
Narran quienes en su juventud, vieron llegar a sus comunidades los primeros molinos de nixtamal, el éxito y la alta demanda del negocio que representó moler maíz, de una forma más rápida y eficaz.
“Cuando era niño vi el primer molino de nixtamal, muchas personas acudían a diario a moler su masa principalmente para hacer tortillas y pozol”. Dijo Asunción Gordillo, habitante de Venustiano Carranza
“Te cobraban desde 5 centavos por moler tu masa, dependiendo que cantidad fuera”. Señalo Gordillo.
“El molino de nixtamal, en sus primeros años fue un buen negocio, a diario no faltaban las personas para moler maíz ya sea para tortillas, tamales, o pozol.” Finalizó Asunción.
Desde las 6 de la mañana las personas, acuden a los molinos de nixtamal para moler el maíz que usaran durante el día. De acuerdo al testimonio de personas que vieron llegar los primeros molinos hace cerca de 50 años, los molinos abrían desde las 4 de la mañana, debido a que los campesinos acostumbraban a llevar al campo pozol fresco.
El costo hoy en día del servicio va desde 3 hasta 25 pesos, dependiendo siempre de la cantidad que se desee moler.
Usuarios del servicio, aseguran que gracias a los molinos de nixtamal, pueden ahorrarse mucho tiempo y sobre todo dinero en la elaboración de los derivados del maíz.
“Sale más barato venir a moler tu masa para las tortillas, a gastar diario en tortillas hechas” Amalia Romero, usuario del servicio de molino.
Con la llegada de las maquinas tortilleras, el negocio del molino disminuyó drásticamente, hasta casi desaparecerlo, debido a que las tortillerías ahorraban además de tiempo, leña, cal, y desgaste físico que implica la elaboración de tortillas hechas a mano.
Pese a existir un sin número de tortillerías, parte de la población de las comunidades chiapanecas aún siguen usando el servicio del molino comunitario.
Existen diversos factores que permiten entender, la razón de la vigencia de un servicio tan básico, como lo es el molino. Una de ellas se debe al consumo tradicional de bebidas hechas a base de maíz, como el pozol principalmente.
Otro de los factores por el cual, los molinos aún siguen trabajando se debe al constante incremento del precio de la tortilla, el cual ronda hasta en 16 pesos por kilo, en algunos municipios del estado.
Los molinos representan una opción económica para poder elaborar tortillas, y así ahorrar unos pesos en dicho alimento de consumo diario, debido a que en promedio una familia en las comunidades consume todos los días cerca 2 kilos de tortillas, que representa un gasto de 480 a 510 pesos mensuales dependiendo la región.
Mientas la medida de 20 litros de maíz tiene un valor de entre 100 a 120 pesos que junto con el costo de la molida cerraría en 150 pesos aproximadamente , se obtienen cerca de 33 kilos de tortillas, lo que representa un ahorro significativo, en el bolsillo de las familias chiapanecas que elaboran tortillas a mano.
Los molinos juegan un papel fundamental, en la economía de las familias que habitan los pueblos y comunidades de Chiapas, quienes buscan siempre la manera de economizar los costos de sus alimentos, debido a los bajos salarios de las jornadas laborales que rondan entre los 80 a 120 pesos diarios.
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