Los famosos elotes gigantes de Amatenango del Valle

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Más de 100 hectáreas de elote se cultivan cada año en el municipio de Amatenango del valle.


Como cada temporada de lluvias, en el municipio de Amatenago del valle, pueden observarse a lo lejos, parcelas que parecen no tener fin repletas de sembradíos de maíz, el principal cultivo y motor económico de la región.

A las orillas de la carretera que conduce hacia Comitán de Domínguez, San Cristóbal de las casas, y Venustiano Carranza, se ven decenas de familias con varios bultos de elotes de todos los precios y tamaños, en espera de clientes.

El municipio de Amatenago del valle, limita al norte con el municipio de Huixtán, al sur con Las Rosas y Venustiano Carranza, al oeste con Teopisca y al este con Chanal y Comitán de Domínguez, ha tomado gran fama en los últimos años por la fertilidad de sus tierras, que permiten cultivar elotes de hasta 40 centímetros de largo.

Asados o hervidos los elotes de Amatenango, pueden verse en cualquier municipio cercano, y es que, comerciantes acuden diariamente a Amatenango para comprar elotes, ya que aseguran que los de esa zona, no tienen comparación, en sabor y tamaño.

En este municipio, el cultivo de maíz y la venta de elotes, se ha convertido en un negocio familiar, niños, jóvenes y adultos se adentran a las parcelas desde muy temprano para cosechar los elotes que se venderán durante todo el día ya sean crudos, asados o hervidos, a la orilla de la carretera con quienes van de paso.

Desde las 4 de la mañana, hombres, mujeres y niños están metidos en las parcelas, cortando y seleccionando los distintos tamaños de elotes, para poder tenerlos a la venta, a más tardar las seis de la mañana, la hora en la que empiezan a llegar los primeros clientes.

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Comerciantes de los municipios de Venustiano Carranza, Teopisca y Comitán, llegan a diario por las cosechas de elotes del día, aseguran que el elote de este municipio es único, por su tamaño y sabor, además en este lugar los comerciantes, están plenamente seguros que adquieren un producto fresco, comúnmente llamado “del día”.

“Los elotes de Amatenango, son muy buscados, la gente ya sabe reconocerlos simplemente por su tamaño, elote grande, y fresco, solo en Amatenango (…) Vengo cada dos días porque por la pandemia el negocio está bajo, me llevo cerca de 1000 elotes, cada año esa cantidad la vendo en un día (…) La siembra de elotes nos da trabajo a todos en la familia, los que sembramos, los que cosechan y los que se dedican a vender” dijo José María López habitante de Amatenango.

“El elote pequeño de aquí, es muchas veces del tamaño del más grande en otros municipios, por eso nos buscan (…) Nuestros compradores, vienen de Comitán, San Cristóbal, Las Rosas, Teopisca y Carranza, no importa que en su municipio también siembren elote, el de Amatenango saben que no tiene comparación en sabor y tamaño” mencionó José María López, habitante de Amatenango.

Un bulto de  entre 100 a 110 elotes, ronda entre los 400 a 250 pesos dependiendo el tamaño. Una familia, vende cerca de 10 bultos diarios, y cuando tienen alta demanda de producto llegan a vender hasta 20 bultos en un día, lo que beneficia de forma directa la economía familiar y sobre todo la economía local del municipio, en cual el trabajo es escaso, cuando no es temporada de lluvias.

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