Escritoras chiapanecas en el Porfiriato; retratar amor, soledad, sufrimiento terrenal, figuras emblemáticas y la situación social de la mujer
*Karina Domínguez compartió que, el contexto social del siglo XIX impulsó el periodismo estatal, por medio de la compra de varias imprentas, las cuales lograron aumentar el número de publicaciones. Chiapas junto a Jalisco, Guanajuato y Veracruz fueron los primeros estados en contar con una imprenta.
La Red de Historiadoras Feministas de Chiapas (REHIFEM), abrieron una sección en su página de Facebook sobre “Biografías de Mujeres en la Historia de Chiapas», con el fin de contribuir a la divulgación del trabajo y la vida de las mujeres que han participado en los procesos culturales, políticos y sociales en el Estado.
Por lo anterior, las poetas chiapanecas del siglo XIX fueron las primeras mujeres en situar su obra en un espacio público, a través de la publicación de poemas en los periódicos literarios independientes durante el porfiriato.
Por ello, compartieron la investigación de Karina Domínguez Domínguez, maestra en Ciencias Sociales y Humanísticas, titulado Rememorando el pasado. Literatura femenina en Chiapas durante el Porfiriato (1876-1910), permite conocer acerca de la vida, obra, situación social y cultural del siglo XIX en Chiapas, permitió a las mujeres publicar por primera vez su obra durante el porfiriato.
Domínguez en su investigación menciona que, el estudio de las antecesoras de las escritoras chiapanecas contemporáneas, permiten descubrir que, la práctica de la escritura simboliza las vivencias y las formas de representar el mundo en un pasado social específico y latente.
Con base a lo anterior, su trabajo abarca dos rutas, la primera es demostrar que existieron mujeres chiapanecas que, en el siglo XIX, cuando el analfabetismo era una norma para ellas, ya que solo les permitían dedicarse al matrimonio y la maternidad, mostraron valor para hacer escuchar sus voces por medio de la literatura.
La segunda, realizar un análisis estilístico y temático del material literario que recolectó de la Hemeroteca del Archivo Histórico del Estado a partir de los años 1876 y 1911, con la finalidad de estudiar las variaciones que tuvieron las obras de las escritoras a lo largo del tiempo.
La maestra recolectó materiales correspondientes a los municipios de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Comitán de Domínguez, quienes fueron los de mayor apertura cultural dentro del estado en esa época, debido a factores políticos, económicos y sociales.
Asimismo, rescato la obra de 19 mujeres que, además de poesía, escribieron epístolas y ensayos, haciendo posible que sus textos vieran la luz, que sus voces silenciadas y confinadas al olvido y descredito fueran escuchadas.
“Hoy estas escritoras decimonónicas, con sus aciertos y limitaciones, representan el pasado de la literatura hecha por mujeres en la actualidad”, expresa por escrito.
Chiapas durante el siglo XIX no tuvo una apertura cultural tan grande como la de estados céntricos del país, las razones fueron económicas, políticas y sociales. Sin embargo, la presa se caracterizó por ser vasta, es así como la primera publicación de una novela titulada Una rosa y dos espinas del autor Flavio A. Paniagua, abrió paso a que los lectores chiapanecos comenzarán a leer historias de intrigas y aventuras.
La investigadora expone que, durante el Porfiriato, la literatura femenina empezó a tener un gran impulso por la prensa, siempre aparecían dentro de las publicaciones algún artículo para animar a las mujeres a inicia en el quehacer literario. En el Clavel Rojo en 1904 apareció un comentario haciendo referencia a la educación femenina.
Una de las características de la prensa independiente en ese entonces y que más tarde tendría repercusiones en la poesía de las escritoras del estado, fue el pensamiento liberal que elogiaban esas publicaciones era el rechazo al fanatismo religioso. El Espíritu del Siglo publicó un articulo donde exhortaban a las mujeres a dejar atrás la educación teocrática y que huyeran de las iglesias.
Por otro lado, los periódicos independientes intentaban vivir de las suscripciones, pero conseguir suscriptores era difícil debido al bajo nivel educativo y económico de la población. Sólo podían acceder las familias de la clase alta y algunas de la clase media. Las mujeres chiapanecas que tuvieron acceso a lecturas periodísticas y a la publicación de sus textos pertenecieron a estas clases.
Respecto a las publicaciones de mujeres, Ofelia fue el seudónimo con el que firmaba sus textos la poeta en publicar de manera periódica su obra, aunque no fue la primera en escribir un texto, ya que, en 1879 el Eco Liberal, sacó un poema anónimo titulado Otra, creen que fue escrito por una mujer.
La maestra, menciona que, otra de las razones para que las mujeres tuvieran mayor posibilidad de publicar, fueron las numerosas imprentas que existieron en varias ciudades durante el Porfiriato. Además, en Chiapas había ausencia de periódicos dirigidos al público femenino e infantil, por lo que ellas publicaban en los mismos espacios que los hombres.
“Así fue como los poemas de muchas de ellas aparecieron en las mismas páginas justo con los de Rodulfo Figueroa, Abelardo Domínguez y Gustavo Culebro, poetas sumamente celebrados en la época”, expresa por escrito la autora.
Las escritoras tuvieron un gran recibimiento en los espacios culturales, esto dio paso a que comenzaran a formar asociaciones literarias en los últimos años del Porfiriato. La sociedad artístico-literaria Agustín Rivera y San Román formada en 1904, contó con varias mujeres en su mesa directiva.
Por otro lado, muchas fueron las mujeres que publicaron en los periódicos del Estado durante el Porfiriato, a pesar de que existía la idea de que las mujeres no debían ejercer otra actividad fuera del entorno familiar. La literatura se convirtió en el medio ideal para manifestar su propia visión del mundo y de los valores que juzgaban sustanciales.
Los temas recurrentes en sus obras fueron el amor, la soledad, el sufrimiento terrenal, las figuras históricas emblemáticas y la situación social de la mujer; la singularidad es que no abordaron el tema religioso, aunque se fomentaba el catolicismo, el espíritu dulce y sumiso en las mujeres, menciona Domínguez.
Es importante conocer acerca de Ofelia, poeta chiapaneca, nació en el municipio de Comitán de Domínguez, sin embargo, no cuentan con una fecha precisa de su nacimiento, creen que puede situarse entre 1868 a 1870. La primera mujer en publicar de manera periódica su trabajo poético en la prensa de Chiapas, en especifico en el periódico literario independiente El Ensayo.
Además, publicó más de una decena de poemas de influencia romántica durante la década de los ochenta, fue la primera en recurrir al tema sepulcral, desarrollado por Ignacio Ramírez, y en temas en favor a la dignificación de las mujeres. Entre sus obras están Amor eterno, Ecos, Ecos II, Hasta en la tumba; y ¡Dejadla!
Acerca del REHIFEM, nació como un espacio cultural de intercambio y reflexión sobre la participación de las mujeres en la historia. Son un grupo multidisciplinar de mujeres que desde una perspectiva feminista se han acercado a la historia de las mujeres en Chiapas.
Por lo tanto, el proyecto fue creado con el objetivo de realizar acciones de investigación, divulgación y participación ciudadana, a través de actividades educativas de difusión de la historia de las Mujeres y de los feminismos. Asimismo, la importancia de crear la red surge de la demanda social por abrir rutas de acercamiento a estos dos grandes temas a través de plataformas virtuales para su divulgación científica.
“Sabemos de antemano que las mujeres como agentes sociales hemos participado activamente en distintos momentos de la historia; sin embargo, nuestros aportes a los procesos políticos, sociales, culturales y artísticos han sido relegados de los proyectos históricos oficiales”, expresa la red por escrito.
Por último, añaden que rastrear e indagar en el pasado, sobre la presencia de las mujeres en diversos entornos y diversas miradas, resulta fundamental para reevaluar la situación actual como género en las diversas esferas en que se mueven las mujeres.
“De ahí el valor de reconocer la pluralidad de historias y los aportes de las mujeres rurales, indígenas, mestizas, negras, lesbianas, feministas, entre otras, mujeres que fueron y son sujetas de la historia”, finalizan.
Sin comentarios aún.