La herencia de los telares de Venustiano Carranza
Sara del Carmen Álvarez Jiménez, artesana, originaria de Venustiano Carranza, representa a un grupo de artesanas que llevan por nombre Pjelt Mut, ellas realizan el arte textil, menciona que el motivo porque inicio esta labor fue por la herencia que han dejado los antepasados, para que no se siga perdiendo la tradición y además de que es un sustento con el que se apoyan en sus necesidades diarias.
En cada pieza integran elementos de su cultura a través de la combinación de hilos, colores, formas y símbolos. Lo que permite comprender que la elaboración de un producto artesanal, como los textiles, va más allá; representa la creatividad y la permanencia cultural de este pueblo.
Álvarez Jiménez, comparte que aprendió esta labor cuando se casó, a la edad de quince años y quien le enseño fue su suegra, junto con su grupo realizan camisas, blusas, bufandas, faldas, tapetes, manteles, servilletas, rebozos y batas.
Asimismo, menciona que los materiales que utilizan para la realización de los productos son hilo de algodón y seda. La técnica de tejido que manejan es el telar de cintura, conocimiento ancestral, añade que el proceso de elaboración de una blusa lleva alrededor de un mes.
El telar de cintura se origina en la etapa prehispánica. Es conocido por el nombre de telar de dos barras o telar de palitos. Es un instrumento que consiste en un conjunto de barritas de madera, una soga y una banda para sujetar el telar a la tejedora. Para proveer tensión, la barra superior se ata a un soporte fijo y la barra inferior se amarra a la cintura de la tejedora.
La artesana expresó que el grupo se conforma por 8 mujeres, las tareas se las dividen dependiendo de los pedidos que reciban, en la actualidad se vive una situación difícil, por la pandemia, por este motivo no tiene muchas ventas, sin embargo, siguen realizando textiles, para que cuando todo este bien pueda venderlos.
Álvarez Jiménez comparte que para ella esta labor es un arte.
“Se siente uno alegre de hacer los telares y sentirse orgullosa de que uno sabe, la gente felicita pues, está bien el trabajo y todo”
Añade que espera en el futuro recibir apoyo para poder salir a vender fuera de Venustiano Carranza y con ello promover sus telas, ya que ahí la gente suele pagar poco por ellas o a veces tienen que venderlas con sus mismas compañeras.
“Lo vendemos con nuestras mismas compañeras o personas de acá, a veces no saben ellas tejer, ya nosotras lo vendemos, ya ellas lo venden más caro, salen, porque tienen ese apoyo económico que se pueden solventar para ir a vender en otro lado”
La artesana menciona que el sello de sus textiles es el Pjel Mut que significa Encuentro de entrada y encuentro de salida, un pequeño rombo bordado en cada una de las prendas artesanales que realizan.
Además, comparte para los interesados, que tengan la posibilidad de ir a Venustiano Carranza, se encuentran ubicados en barrio La Toma, frente a la Santa Cruz y su página de Facebook con el nombre de Prendas Artesanales Pjel Mut.
Álvarez Jiménez expresó que, para ella, la artesanía chiapaneca es un orgullo, porque sigue existiendo esta tradición y costumbre y se siguen trabajando los telares de cintura.
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