El aporte de las y los arqueólogos en la cultura de Chiapas
Cada 3 de mayo se celebra el Día del Arqueólogo, en donde se busca destacar el quehacer científico y cultural de la labor que realizan a favor del patrimonio y de la historia
Cómo trabajan los arqueólogos, qué métodos deben seguir y cuál es la misión de sus exploraciones, en qué forma clasifican sus hallazgos y de qué manera contribuyen éstos a aclarar el pasado de la comunidad, son preguntas que surgen cuando se nombra a la arqueología.
El arqueólogo tradicional es constructor de identidades y de historias culturales a través de los restos materiales. Es un incansable lector de fuentes, antecedentes, mapas, libros, enciclopedias, entre otros medios para poder complementar su información de una forma objetiva, analítica y científica. No escribe lo que cree o piensa, es un investigador que tiene un conocimiento exhaustivo de teorías, métodos y técnicas analíticas para la mejor comprensión del objeto de su estudio que es la cultura arqueológica de los pueblos pretéritos.
El día que se le ha considerado es para los arqueólogos, es el tres de mayo, pero la fecha se remonta a Europa donde Santa Helena, se convierte en la patrona de los arqueólogos, quien nace hacia el año 250 en la localidad romana de Drepanum, la actual Izmit a orillas del mar de Mármara, al noreste de Turquía, ciudad más tarde bautizada por su hijo como Helenópolis, cerca de Nicomedia.
Helena da un único hijo, Constantino, que nace en Naissus, en la Alta Moesia, en el año 274, quien con el paso del tiempo influirá en su juventud para que Helena se convierta al cristianismo.
En Palestina manda erigir una iglesia en la Gruta de la Natividad en Belén, y otra en el Monte de la Ascensión, en las cercanías de Jerusalén. Pero sobre todo, acomete una febril labor arqueológica de búsqueda de los lugares y los objetos relacionados con la vida de Jesús, hallando entre otras, las que pasan por ser las reliquias de los Reyes Magos, la Scala Santa, las de los clavos de la Cruz, y las de la Vera Cruz. Con ésta última, Constantino levantará en Roma la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén en el lugar en el que se halló el Palatium Sessorianum, y cerca de donde se encontraban las Termas Helenianas, en honor a Santa Helena
A su muerte, comenzó a ser venerada como una santa, cuya festividad es el 18 de agosto, haciéndolo la Iglesia Ortodoxa el 21 de mayo. Pero para los arqueólogos mexicanos, la recuerdan el tres de mayo, considerada la patrona de los arqueólogos, ahora si el porqué, es debido a que Santa Helena fue quien descubrió las tres cruces en donde una de estas fue en la que estuvo clavado Jesús. Se asocia a la Santa Cruz que es venerada el tres de mayo, porque es la Santa patrona de Caravaca de la Cruz, una de las cinco Ciudades Santas, a la cual se le atribuye el descubrimiento de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
No es posible ver el pasado tal como fue sino lo que se hace son interpretaciones de este a través del registro material, fragmentado y disperso, que dejan los sitios arqueológicos y gracias a la misma, Chiapas es el destino elegido en el ayer por los mayas por su exuberante naturaleza, digna de poseer sus majestuosos templos; los cuales sitúan al estado en parte de la región mágica del mundo maya donde existen varias zonas arqueológicas que ayudan a reconstruir una visión del pasado, como a nivel de discusión de la ciencia y su contexto social.
Zona Arqueológica de Yaxchilán
Una aventura por el río más caudaloso de México: Usumacinta, hacía una ciudad perdida en la selva
Yaxchilán es un ejemplo del apogeo de las ciudades estado mayas durante el Clásico Tardío. La importancia de Yaxchilán no radica solamente en la belleza de arquitectura, sino también en sus 124 textos distribuidos en 30 estelas, 21 altares, 59 dinteles y siete inscripciones diversas, elaboradas en este periodo. Los textos narran el establecimiento de alianzas o conflictos bélicos, pero principalmente, estos monumentos contienen textos jeroglíficos y representaciones de los protagonistas de los diversos eventos, principalmente de los gobernantes, entre los que destacan Escudo Jaguar I (681 a 742 d. C.). Pájaro Jaguar IV (752 a 768 d. C.) y Escudo Jaguar II (771 a 800 d. C.). Ubicación cronológica principal: Clásico Tardío, 600 a 800 d. C.
Zona Arqueológica de Toniná
Espacio sagrado constituido por una montaña artificial de 7 plataformas, levantada sobre una colina calcárea que domina un extenso y alargado valle
El territorio del poder de Toniná tiene dos espacios constructivos mayores: la gran plataforma delimitada por una barrera arquitectónica y la estructura piramidal de siete grandes plataformas y 260 escalones. El acceso principal está al sur de la gran plataforma; la entrada ritual es a través de la cancha del juego de pelota, estructura que tiene en sus cabezales dos escaleras monumentales, y por el acceso al norte se llega al altar de los sacrificios.
En el extremo sur de esta gran plataforma se localiza el Templo de la Guerra, que frente a su fachada norte tiene cinco altares con discos y estelas. Hacia el norte se repite otro conjunto de cinco alteres y al fondo se eleva la gran estructura piramidal de siete niveles, ocho palacios, 13 templos, una plaza pública, ubicada en la sexta plataforma, donde se colocaron altares y un templete para la danza. Todo el conjunto arquitectónico era una especie de teatro donde se recreaban los mitos a través de la historia particular de Toniná.
Zona Arqueológica de Tenam Puente
Acrópolis maya en medio de bosques cargados de bromelias
Tenam Puente es un sitio que se caracteriza por una temporalidad que trasciende el colapso de la mayoría de las ciudades Mayas de las Tierras Bajas, aun cuando se trataba de un asentamiento de jerarquía menor; esta posición y jerarquía tal vez favoreció su continuidad. El asentamiento mantuvo relaciones comerciales con la región aledaña llegando a comerciar productos con la costa del Golfo de México y las Tierras Altas de Guatemala.
Zona Arqueológica de Palenque
Sede de uno de los mayores gobernantes del Clásico Maya: Pakal
Palenque fue junto con Tikal y Calakmul una de las ciudades más poderosas del Clásico Maya, sede de una de las dinastías más notables a la que pertenece Pakal, cuya tumba fue descubierta en 1952 por el arqueólogo Alberto Ruz L’Huillier. Como todas las ciudades mayas del Clásico Palenque se relacionó con otras a través de redes comerciales de intercambio o alianzas entre grupos de gobernantes. El territorio se organizaba a partir de la existencia de ciudades estado, cuyos centros han sido identificados por la presencia del llamado glifo emblema, pero la base de esta organización: intercambio, alianzas y por supuesto la guerra, supone una movilidad constante de la misma. Pero las inscripciones jeroglíficas no sólo ofrecen la identificación del sitio, también dan cuenta de las alianzas matrimoniales y políticas y las situaciones bélicas entre ciudades.
Las inscripciones mayas han sido ampliamente estudiadas por ser una de las primeras manifestaciones de escritura en Mesoamérica con un alfabeto logosilábico, y por sus sistemas calendáricos: uno cíclico, como en otras partes de Mesoamérica y otro lineal, llamado cuenta larga. Cronología: 500 a 900 d. C. Ubicación cronológica principal: Clásico, 400 a 900 d. C.
Zona Arqueológica El Lagartero
Paraíso que combina la belleza natural con el interés arqueológico
Lagartero desempeñó un papel muy importante para el periodo Clásico Tardío, al servir de punto intermedio entre la cultura de las Tierras Bajas y Altas Mayas de Guatemala, y la depresión central Chiapaneca. Es posible que Lagartero haya sido el punto de origen del estilo de vasijas efigies que posteriormente se desarrolló en Centroamérica y se extendió por muchos otros lugares de Mesoamérica. Por las características de su distribución espacial, su arquitectura y los materiales arqueológicos asociados, Lagartero es un Centro Ceremonial mayor en la cuenca superior del Río Grijalva pero políticamente podría considerarse como un sitio de segundo orden, en comparación con sus vecinos contemporáneos como Chinkultic.
Zona Arqueológica de Izapa
En la confluencia de los pueblos muixe-zoque y mayas, varias estelas narran algunos mitos del Popol Vuh
Las esculturas de Izapa integran ideas conmemorativas y mitológicas sobre el ser humano y la naturaleza, con una utilidad tanto práctica como espiritual. Su mayor aporte es la escultura en bulto en el acomodo de estelas y altares, elemento cultural asociado a los montículos más importantes y el cual aparece posteriormente en el área maya durante la época clásica. En muchas de estas estelas están retratados personajes que aparecen en las leyendas del Popol Vuh, libro que narra las antiguas tradiciones originarias de los mayas de los altos. El estilo “Izapeño, desarrollado a lo largo de 700 años (desde 600 a.C. hasta 100 d.C.), se distribuyó por lo que ahora es la costa chiapaneca y la costa guatemalteca. Se distingue por estelas talladas en bajo relieve que presentan un arreglo vertical dividido en tres planos: el celeste, el terrenal y el del inframundo, presentando ricas y alegóricas escenas rituales con deidades, personajes y descripciones de la narrativa oral que posteriormente se distribuye por toda la península de Yucatán.
Zona Arqueológica Iglesia Vieja
Un sitio lleno de enigmas desde donde se otea el pacifico
La ciudad megalítica de Iglesia Vieja funcionó como una capital de los zoques en el área de Istmo desde el Golfo al Pacifico, aprovechando su posición estratégica ubicado en el intermedio de ruta de comunicación entre los grupos mayas, y los zapotecas o mixtecas de Oaxaca y jugó un papel muy importante en el panorama geopolítico del Clásico Temprano de Mesoamérica.
El carácter más destacado de Iglesia Vieja es la arquitectura megalítica que utiliza los bloques de piedra granito extraordinariamente grande, algunos de ellos que miden más de 3 metros o 2 toneladas, la cual se aprecia únicamente en este sitio dentro de toda construcción de Mesoamérica.
Zona Arqueológica de Chincultik
Centro ceremonial donde destaca la acrópolis dominando el cenote sagrado y los amplios llanos comitecos
Este sitio se caracteriza por ser un asentamiento cuya arquitectura se adaptó de forma muy especial a las características topográficas del terreno. El sitio se divide en cuatro conjuntos arquitectónicos: el A es el más elevado y desde este se domina la totalidad del sitio por lo que también recibe el nombre de El Mirador; la Acrópolis domina este conjunto. En el Conjunto B destaca principalmente la gran Plaza Hundida. En el Conjunto C se localiza el Juego de Pelota y la Gran Plataforma y en el Conjunto D destacan un gran basamento piramidal y la Plataforma de las Lajas, llamada así porque esta estructura está formada por grandes bloques de piedra cortada que llegan a medir 2.6 por .40 metros y son los bloques constructivos más grandes conocidos en Mesoamérica.
Zona Arqueológica Chiapa de Corzo
Centro ceremonial del que emerge la estela cuya inscripción lleva la fecha más antigua conocida en mesoamérica
El sitio arqueológico de Chiapa de Corzo presenta los restos de lo que fue uno de los asentamientos zoques más grandes de Chiapas. Se ubica en la región fisiográfica conocida como Depresión Central, en la margen derecha del río Grijalva, al oriente de la actual ciudad de Chiapa de Corzo. Una buena parte de este sitio fue destruido o alterado por el crecimiento de la ciudad, la industrialización y la construcción de la carretera panamericana antes de que existiera la Ley Federal Sobre Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos que desde 1972 protege al patrimonio arqueológico en el país.
Zona Arqueológica de Bonampak
Las pinturas murales mejor conservadas e importantes que se conocen del periodo Clásico Maya
Bonampak, es una ciudad maya data de hace 18 siglos y su época de esplendor ocurrió entre los años 600 y 800 después de nuestra era. Los primeros siglos estuvo bajo la hegemonía de Piedras Negras y después de Yaxchilán. El centro político, administrativo y ritual de la ciudad nunca fue demasiado grande, pero sí más extenso y disperso que el resto de las ciudades mayas de la cuenca del Usumacinta, debido a la alta capacidad de producción agrícola del valle donde se extendió, pues además de productos alimenticios básicos también se cultivaba cacao. La ciudad debió de estar organizada en diversos barrios dirigidos por miembros de la aristocracia local, quienes eran los encargados de recoger el tributo para el gobernante.
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