Adelita, la mujer que sin armas ni cananas fue a la guerra
De tan sólo catorce años, Adela Velarde Pérez, nacida en Ciudad Juárez, huyó de su hogar para alistarse en la Cruz Blanca, fue la creadora del grupo de ‘las adelitas’, mujeres que lo mismo atendían como enfermeras a los soldados heridos y que combatían en la Revolución
Juan de Dios Olivas / Apuntes Políticos en La Verdad
Y si Adelita se fuera con otro/ la seguiría por tierra y por mar/ si por mar en un buque de guerra/ si por tierra en un tren militar…
Así dice una de las frases de la canción más conocidas de la Revolución mexicana, que centra su protagónico en una mujer que se convirtió en un símbolo del movimiento popular y que prevalece hasta la actualidad.
Se trataba de Adela Velarde Pérez, una juarense que participó en la gesta revolucionaria sin llevar nunca cananas ni empuñar el fusil, pero sí curando heridos.
Pese a la fama, su identidad personal sigue siendo un misterio para la mayoría de la población y para los mismos historiadores, quienes sitúan al personaje en uno y otro bando e incluso en diferentes etapas del periodo de guerra civil que vivió México.
A esa fama y a la idealización en el imaginario popular de esa mujer joven, bella, sumisa, que fue motivo de mitos y canciones, se le atribuye en parte el olvido de las mujeres que contribuyeron al movimiento revolucionario con su trabajo, con sus ideas y propuestas como las del voto femenino, refiere la investigadora del Colegio de México, Gabriela Cano en su artículo ‘La invención de la Adelita’, publicado en Letras Libres.
La Adelita surgió como tema de interés periodístico en los años treinta, cuando se instauró la moda de que las jovencitas se disfrazaran de ‘Adelitas’ en los desfiles del 20 de noviembre, refiere Cano.
Después de esa fecha aparecieron muchas notas de prensa, así como folletos, y hasta libros para demostrar que Adelita —la verdadera— era de Chihuahua, Durango, Laredo, o de cualquier otro sitio.
No obstante, una de las versiones más aceptadas, por reunir mayor evidencia, indica que la protagonista de la popular canción era Adela Velarde, un personaje originario de Ciudad Juárez que vivió la Revolución desde su inicio, refiere el cronista Arturo Medrano, experto en historia musical.
La canción es en realidad una polka que se escucho desde antes de 1910, pero que fue adoptada por el pueblo, indica el experto.
En Chihuahua, se dedicó la pieza a Adela Velarde, la hija de un comerciante rico de Ciudad Juárez que desde joven su vocación fue la medicina y quien en 1915 se incorporó a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca.
Velarde Pérez, fue la creadora del grupo revolucionario de las adelitas, mujeres que hacían lo mismo de enfermeras de los soldados heridos que de combatientes.
Adelita atendía a los heridos villistas de la División del Norte, como parte de la Brigada de la Cruz Blanca que formó la señora Leonor Villegas de Manón, refieren cronistas locales.
Estuvo presente en los combates de Parras, Meoqui, Santa Rosalía, Camargo, Gómez Palacio, Torreón, Zacatecas y otros más, donde fue testigo de las crueldades de la guerra que dejaba las calles llenas de muertos y teñidas de sangre.
Al concluir la lucha armada, Adela Velarde Pérez, perfectamente identificada, recibió años después un homenaje como veterana de guerra.
Las mujeres en la lucha armada fueron reconocidas oficialmente a partir de 1939, luego de que el presidente Lázaro Cárdenas promulgara el decreto de veteranía y en el caso particular de Velarde Pérez, su homenaje fue un año después.
Su expediente de veteranía quedo en resguardo especial en la Secretaría de la Defensa Nacional, así como las referencias de ella en el libro La Rebelde, de Leonor Villegas de Magnón, donde la señalan como la inspiradora del famoso corrido revolucionario “La Adelita”, al que describen como un canto de guerra, de amor y desolación grabado en el imaginario popular para referirse a las abnegadas mujeres que como enfermeras voluntarias atendieron a los heridos en el frente de batalla.
En su expediente de veteranía se asentó que Adela Velarde nació en el año 1900, de la ciudad de Chihuahua. Sin embargo, en 1948, al ser entrevistada por la reportera Ana Cecilia Treviño para el periódico Excélsior, Adela declaró que su lugar de nacimiento era Ciudad Juárez, Chihuahua. En el epitafio de su tumba dice que nació el 8 de septiembre de 1900.
Aún muy joven, de tan sólo catorce años, huyó de su hogar para alistarse junto con otras jóvenes norteñas en la Cruz Blanca Constitucionalista formada por Leonor Villegas, cuya brigada itinerante estaba formada por el personal que salió de Laredo rumbo a Ciudad Juárez, relató.
Una sola excepción hizo la brigada en Chihuahua, cuando realizando el recorrido por los hospitales Adela se acercó a Leonor Villegas, una jovencita muy bella diciéndole: “Señora, yo quiero servir en sus filas”, a partir de ese momento estuvo atendiendo heridos y así siguió hasta su llegada a la capital en 1914.
La canción “La Adelita” –según la versión de Adela Velarde– fue escrita inspirada en ella, por el compositor y el sargento Antonio del Río Armenta, perteneciente a las tropas de Villa quien fue su enamorado.
En sus relatos, Leonor cuenta que en una visita que ambos le hicieron, Adela le dijo que el sargento quería casarse con ella. También le informó que se incorporarían a la brigada del general Manuel W. González.
“Yo siempre en la Cruz Blanca y él defendiendo su patria”, señaló la famosa enfermera.
Sin embargo, el sueño no se realizó ya que el soldado Antonio murió acribillado en el cumplimiento del deber, durante la toma de Torreón.
Adela Velarde Pérez murió en el 4 de septiembre 1971 en Estados Unidos, sus restos fueron sepultados en el cementerio de San Felipe, en Del Río, Texas.
En el epitafio de su tumba se lee: “aquí yace la mujer que inspiró la canción de la Adelita”.
Al ser entrevistada, ella comentaba que el corrido que le compuso su amado, solo tenía tres estrofas y éstas eran:
Popular entre la tropa era Adelita,
La mujer que el sargento idolatraba,
Porque a más de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba.
Y si Adelita se fuera con otro,
la seguiría por tierra y por mar;
si por mar, en un buque de guerra,
si por tierra en un tren militar.
Si Adelita quisiera ser mi esposa,
si Adelita fuera mi mujer,
le compraría su vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
La Adelita como la conocemos:
En lo alto de la abrupta serranía
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente los seguía
locamente enamorada del sargento.
Popular entre la tropa era Adelita
la mujer que el sargento idolatraba
y además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo Coronel la respetaba.
Y se oía, que decía, aquel que tanto la quería:
Y si Adelita quisiera ser mi novia
y si Adelita fuera mi mujer
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Y si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar
Y después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a su campamento
por la vez de una mujer que sollozaba
la plegaria se oyó en el campamento.
Y al oírla el sargento temeroso
de perder para siempre su adorada
escondiendo su dolor bajo el reboso
a su amada le cantó de esta manera…
Y se oía que decía
aquel que tanto se moría…
Y si acaso yo muero en la guerra,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita, por Dios te lo ruego,
que por mí no vayas a llorar.
***
FUENTES DE CONSULTA: Martha Eva Rocha Islas; Los rostros de la rebeldía; Veteranas de la Revolución Mexicana (1910-1939). https://www.gob.mx/cultura/es/articulos/adelita?idiom=es
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