15 remedios tradicionales tuxtlecos.
Desde curar la tristeza hasta ya no soñar con pesadillas esta serie de creencias han sido parte de nuestra cultura tuxtleca, inclusive muchas de ellas siguen vigentes para remediar males.
CURAR LA TIRISA
Cuando alguien está enfermo de tirisia (tristeza) para que se cure debe ir al río a darles de comer a los pecesitos bolitas de mala, al mismo tiempo que les da de comer se debe contar cuantos pecesitos comieron ese día. Esto debe de hacerlo varios días o cuantas veces sea necesario hasta que la tirisia desaparezca.
VENDER TANAMAZTE
Cuando algún niño ya grande tiene costumbre de orinarse dormido en su cama en las noches para que se le quite se le debe de mandar a vender tenamaste o pedacitos de teja de barro o ladrillo envuelto en hoja de plátano a los vecinos, y con esto poco a poco la enfermedad desaparecerá.
CLARA DE HUEVO
Para que las piernas de los bebés se pongan macizas y caminen pronto, se les debe de poner clara de huevo de gallina de rancho en las corvas (parte de atrás de las rodillas).
CALDO DE ZOPILOTE
Cuando alguna persona es mordida por algún perro rabioso, y para que no agarre la rabia debe de tomar varias veces caldo de zopilote.
PONER SALIVA
Cuando se siente que alguna parte de nuestro cuerpo tiene calambre, o está dormido, se siente hormigueo se le debe untar saliva a la parte afectada y en pocos minutos se quita.
SOÑAR FEO
Principalmente cuando se sueña alguna desgracia, este sueño se debe de platicar al día siguiente a cuantas personas se pueda, para que con la platicada se desvanezca y no suceda en la vida real.
PALITO EN LA OREJA
Para que no se hinche y se quite el dolor rápidamente cuando se sufra alguna picadura de avispa. Se debe de poner un palito seco en cada oreja. Estos deben permanecer en las orejas un buen rato.
BATEA CON AGUA
Para curar el sonambulismo de alguna persona. Se debe de poner bateo o tina llena de agua, en el lugar que acostumbra bajar de la cama, o en la puerto del cuarto o casa o donde pase dormido para que caiga en el agua y con el susto, despierte. Esto se hace, cuantas veces sea necesario hasta que se le quite, el ser sonámbulo.
SOÑAR CULEBRA
Cuando alguna persona sueña culebra, es presagio de que lo metan en algún chisme. Para que esto no suceda, lo deberá platicar a cuanta persona encuentre y después de contarlo se debe de poner saliva con sus dedos atrás de las orejas.
BABA DE PERRO
Para que una herida seque rápido y llame costra, ésta debe ser lamida por algún perro, la medicina está en la baba.
ROPA DE CULEBRA
Para quitar la sordera temporal, es necesario ponerse un taponcito hecho con piel de culebra en el oído sordo, este taponcito debe permanecer horas o días, según se requiera hasta volver a oír bien.
LA VENTOSA
Cuando se tiene mal de aire, o dolor muscular, para quitárselo es bueno ponerse ventosa, una, dos, o las que se necesiten. Una ventosa consiste en pegar una moneda en la base de una vela pequeña y pararla encendida en el lugar donde duele cubriéndola con un vaso de cristal de cabeza.
OJO ROJO
Cuando alguna persona de manera sorpresiva se le pone el ojo rojos. Es porque vio algún bebé y le gustó, le echó ojo y como están curando al bebé, la persona que echó ojo está sufriendo el efecto de la curación.
PESADILLA
Para evitar tener pesadillas en los sueños se debe tener cuidado que al lado de la cabeza no tengamos huaraches o zapatos. Estos deben de estar al lado de los pies a la hora de dormir.
QUITAR DOLOR
Cuando alguna persona adulta, le truene y le duela mucho las rodillas, para que sane, es buena que éstas sean sobadas por una mujer que esté embarazada, pero que ésta sea primeriza.
Nacapitú, es el nombre del libro que Rosel Hernández Mendoza publicariá en octubre de 2008, en el que contiene creencias, palabras populares y textos humorísticos de Tuxtla Gutiérrez.
Hernández Mendoza nació en la Colonia Ignacio Zaragoza, municipio de Villaflores, pero ha radicado en la capital chiapaneca desde los cuatro años. Es miembro de la Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos A.C y del Movimiento Ciudadano por la Voluntad de la Cultura, además de ser integrante del grupo de ramilleteros de la mayordomía zoque de la capital.
La Butaca, fue el primer libro publicado por Hernández Mendoza, cuyo contenido eran cuentos populares que a lo largo de su vida fue escuchando y que lo llevo a plasmar en un conjunto de cuentos, para preservar el acervo popular.
Este contenido ha sido autorizado por el autor con el fin de difundir el cúmulo de cultura popular que día a día nos hace parte de esta ciudad y nos da una identidad.
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