Diversidad de hongos poliporoides en Yaxchilán

Ejemplo de hongos Poliporoides.
Foto: Ricardo Valenzuela

*Por Carlos Almazán

Yaxchilán es una zona de alto histórico como ecológico, conocida por sus ruinas mayas y una de las áreas menos perturbadas de la Selva Lacandona. Este entorno único, con  lluvias distribuidas a lo largo del año, permite que las especies que lo habitan tengan ciclos reproductivos variados, no sujetos a cambios estacionales.

Nora B. Medina Jaritz, Mauricio R. Palacios Pacheco, y Ricardo Valenzuela Garza, biólogos que con ayuda del Instituto Politécnico Nacional,  la Escuela Nacional de Ciencias  Biológicas y el Laboratorio de Fisiología Vegetal  han hecho adiciones en el conocimiento de los hongos Poliporoides gracias a una exploración y estudio de campo a la viodiversidad fungi del refujio Yaxchilan, en Chiapas.

A lo largo de la exploración, se identificaron 27 especies de hongos poliporoides, lo que sugiere una notable diversidad biológica. Los hongos poliporoides son conocidos por su capacidad para descomponer la madera, jugando un papel crucial en el reciclaje de nutrientes en el ecosistema. Entre estos hongos, se registraron 24 especies pertenecientes a 14 géneros y cinco familias, basándose en 93 ejemplares recolectados en el bosque tropical alrededor de la zona arqueológica.

Los hongos poliporoides se distinguen por sus basidiomas, que son las estructuras reproductivas que presentan poros circulares, irpiciformes, laberínticos o laminares. Estos hongos pueden tener consistencias que varían de subcarnosa a leñosa y pueden ser anuales, bienales o perennes. Su crecimiento puede ser solitario o en grupo, y pueden adoptar formas resupinadas (adheridas al sustrato), sésiles (sin tallo), efuso-reflejadas (con bordes levantados) o pileadas (con sombrero y tallo).

Estos hongos son principalmente degradadores de madera, lo que los convierte en componentes esenciales del ecosistema, ya que contribuyen al reciclaje de elementos biogeoquímicos.

Existen dos tipos principales de descomposición de la madera causados por estos hongos: la pudrición morena, donde las enzimas del hongo degradan únicamente la celulosa, dejando la lignina intacta y dando a la madera un color café característico; y la pudrición blanca, donde el hongo degrada tanto la celulosa como la lignina, resultando en una decoloración y una disminución significativa del peso del sustrato debido a la completa descomposición.

La preservación de Yaxchilán es esencial no solo para proteger su historia arqueológica, sino también para mantener su biodiversidad única.

Los hongos poliporoides, al desempeñar un papel vital en la descomposición de la madera y el reciclaje de nutrientes, son indicadores de la salud del ecosistema. Proteger esta región garantiza que estos y otros organismos continúen desempeñando sus funciones ecológicas críticas, asegurando la estabilidad y la riqueza del ecosistema de Yaxchilán.

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