Creciente demanda agrícola amenaza la sostenibilidad del agua en zonas costeras de Chiapas y Oaxaca

Foto: Heriberto Paredes

El agua para riego en las RH 21 y 23 presenta desafíos debido al contenido de sodio y salinidad.

*Redacción Jhoseline Córdova

El artículo «Hidroquímica y calidad del agua para riego de las RH 21 y 23 costa de Oaxaca y costa de Chiapas, México» presenta un estudio detallado sobre la calidad del agua en las regiones hidrográficas 21 y 23, ubicadas en las costas de Oaxaca y Chiapas.

El objetivo principal es evaluar la idoneidad del agua para riego agrícola, considerando los problemas relacionados con la salinidad, la alcalinidad y la presencia de sodio, entre otros factores.

El estudio se basó en la recolección de muestras de agua en diferentes puntos de ambas regiones, con un enfoque en los parámetros fisicoquímicos que determinan la calidad del agua.

Los autores emplearon métodos estandarizados para analizar la conductividad eléctrica (CE), el contenido de sodio, y otros indicadores de salinidad y toxicidad. Estos resultados se compararon con las normas internacionales para el uso del agua en la agricultura.

Los hallazgos revelaron variaciones significativas en la calidad del agua entre las diferentes localidades estudiadas. Algunas presentaron niveles de salinidad y sodio que podrían ser perjudiciales para ciertos cultivos sensibles, lo que pone en riesgo la productividad agrícola y la sostenibilidad a largo plazo. Además, se identificaron patrones estacionales en la calidad del agua, influenciados por las condiciones climáticas y el manejo local de los recursos hídricos.

El estudio concluye con recomendaciones para el manejo del agua en estas regiones, sugiriendo prácticas como la mezcla de aguas, la mejora de los sistemas de drenaje y la selección de cultivos tolerantes a la salinidad.

También destaca la necesidad de monitorear continuamente la calidad del agua para asegurar su uso sostenible en la agricultura y minimizar los impactos negativos en los ecosistemas locales.

Este trabajo es fundamental para establecer las bases de un manejo adecuado del agua en las regiones costeras de México, donde los recursos hídricos están bajo presión tanto por factores naturales como humanos.

La creciente demanda agrícola, la variabilidad climática, y las prácticas de riego ineficientes han exacerbado los problemas de calidad del agua, lo que amenaza la sostenibilidad a largo plazo. El estudio destaca la urgencia de implementar estrategias integradas que aborden tanto la conservación del agua como la adaptación a las condiciones cambiantes, protegiendo así la seguridad alimentaria y los ecosistemas locales.