Descolocar la visión del arte contemporáneo: Galería Muy en la semana del arte
*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
La Galería Muy llegó desde San Cristóbal de las Casas a la semana del arte en la Cdmx para exponer obras de artistas de raíz maya en la Feria Material y en la Casa Seminario 12. Abre la reflexión sobre la representación de los pueblos indígenas en el arte y la falta de espacios para los artistas de los pueblos
Texto y fotos: Daliri Oropeza Alvarez
CIUDAD DE MÉXICO. – P.H. Joel sostiene una pieza de barro. Contrario a las pinturas convencionales plasmadas en una tela cuadrada, este, es un círculo. Tiene colores mate, sin brillo. Lo que atrapa la mirada es el azul turquesa de un jaguar. Al verlo puedes entrar al círculo e imaginar la severa batalla que tienen tres hombres con el felino celeste.
Son tres hombres que representan la cacería del jaguar dibujados con colores tersos. P.H. Joel los pintó sobre un comal de barro con estuco hecho con baba de nopal, arenas, añil, grana, cochinilla, arcillas, pinturas naturales, que originalmente se han usado en la Selva Lacandona de Chiapas.
“Todo está como con esa intención de crear desde lo que nuestros ancestros hicieron con los materiales que tenían en sus manos”, cuenta P.H. Joel sobre la pieza.
En el fondo están dos grandes papeles gruesos con pinturas simétricas y muy coloridas con formas de insectos, plantas, milpa de Maruch Méndez. P.H. Joel explica que Maruch es una maestra para los integrantes de la Galería Muy, de la cual ambos forman parte. Se le conoce como ilol en lengua tsotsil, así le llaman a las curanderas de cuerpo, pero también del alma. Se inició en el arte como bordadora, por eso su pintura parece un tejido de telar de cintura.
La Galería Muy participó en la semana del arte en la Ciudad de México con una exposición llamada Tso’bil jk’op en tseltal, que significa Nuestras palabras reunidas, y con la exhibición de obras de dos artistas en la Feria Material.
Son artistas que toman la inspiración de los rituales, cantos, fiestas, naturaleza, saberes, vivencias de sus pueblos. Abren el panorama para la creación del arte contemporáneo a través de su mirada y se colocan en espacios de renombre. Lo orientan a la colectividad y a los pueblos.
Recuperar las técnicas ancestrales para P.H. Joel nació de una autocrítica:
“Dependemos tanto de lenguajes occidentales y materiales occidentales, entonces fue una forma de liberarme de la opresión y hacer arte desde la perspectiva de los demás o de la academia o de los galeristas o de las instituciones. Yo decidí empezar a experimentar con materiales propios de la selva”.
Tso’bil jk’op – Palabras reunidas
En la Casa Seminario 12, la Galería Muy instaló la exposición Tso’ bil jkop. La intención es conjugar las palabras para fortalecer la voz juntos. Es una expresión de la cotidianidad de los pueblos donde habitan para analizar los cambios generacionales y tecnológicos.
De acuerdo con P.H. Joel, lo que impulsó la exposición Tso’ bil jkop fue la inspiración de los modos de organización de sus abuelos, sin que el dinero tuviera que ver en los procesos de sembrar o de construir, en un proceso de tequio o mano vuelta.
Al iniciar la charla que guía en la Galería Muy en Seminario 12, cuenta:
“Producimos arte pensado para nuestros pueblos más allá del público ajeno, al que comúnmente estamos inter relacionándonos en una sociedad como San Cristóbal”.
“Buscamos capturar la esencia de la estética de los pueblos. Esa esencia mucho se adquiere conviviendo con nuestra propia población”, explica P.H. Joel quien organizó la exposición junto con Martha Alejandro, coordinadora de la Galería Muy.
Hay creaciones de pintura, escultura, fotografía y diversas técnicas mixtas que convocan a las personas espectadoras a descolocarse y pararse desde otra posición, pues las obras pueden ser apreciadas desde diferentes perspectivas dimensionales. De otras, su ubicación en la sala depende también de su inspiración ritual.
Galería Rebelde: el arte de y para los pueblos
Galería Muy es un proyecto independiente que nació para abrir un espacio para el arte que están creando desde los distintos pueblos indígenas de raíz maya en Chiapas. Conjunta 22 artistas de diferentes edades, que la llevan a cabo desde 2014, que nació.
Desde la pintura, textil, fotografía, escultura, vídeo, instalación, performance y arte sonoro, abren la reflexión de lo que se muestra desde los pueblos para los pueblos, en primera instancia, y después mostrarlo a las personas que no son de dichos pueblos:
“Como artistas, pensar si tenemos que compartirlo con otras personas que no son de nuestro pueblo. Se genera una discusión colectiva o reflexión colectiva de qué es lo que queremos decir, cómo lo queremos decir y si es éticamente aceptable para nuestro pueblo. Porque siempre vivir en un pueblo te hace respetar las voces de los otros, reflejar la manera en que ellos quieren verse representados con lo que nosotros hacemos”, resalta P.H. Joel.
Muchas veces el arte se ha dedicado a replicar desde una visión externa las cuestiones de los pueblos indígenas e incluso copiado las creaciones originales para vender o apropiarse de algo que muchas veces es de autoría colectiva.
“Otorgamos mucha relevancia porque nosotros venimos de ahí, somos de ahí, no queremos separarnos de esa riqueza de conocimiento, de esa riqueza de saber, son expresiones que nos han nutrido”, P.H. Joel.
P.H. Joel habla de la creación de la Galería Muy: “es un espacio que nos otorga plena libertad de expresar lo que nosotros queramos, sin esta noción de gustar a las instituciones estatales, que siempre están viendo qué es lo que atrae al turismo para nuestro estado. Nosotros estamos alejados de eso, nos consideramos un poco mucho muy rebeldes”.
Describe que han dedicado sus esfuerzos a que la galería colectiva sea un espacio de reflexión y de creación, no solo un espacio estático para mostrar. Cuenta que como grupo, siempre se ha fijado en que las artistas estén bien, tengan una vida digna que pueda adquirir materiales o alimentación para producir obras sin pensar solo en vender.
La Galería Muy tiene diversos programas de inmersión artística para infancias en las comunidades de donde son los artistas. P.H. Joel cuenta de este proceso:
“Estamos creciendo en en relación a nuestro pueblo y con nuestro pueblo, porque muchos niños están involucrándose con los materiales que nosotros manejamos. Como galería no solamente estamos pensando en una estética visual, sino también en el contenido, como en la fuerza de organizarse”.
Expositores en Feria Material
La Galería Muy esta vez expuso a Gerardo K’ujlel y a Darwin Cruz en Feria Material, uno de los principales aparadores de la semana del arte (así como Zona Maco). Ambos artistas también se encuentran en la exposición de Seminario 12.
Darwin Cruz expone frente al círculo ovalado de personas que se forma a su alrededor cuando muestra su cuadro Amuleto de la buena suerte. Se detiene a un costado de su obra. Mira al público, y de vez en cuando voltea a verlo para describir sus elementos. En medio la desnudez en el caos, una mariposa blanca.
“Habla específicamente de mi experiencia de haber emigrado de mi pueblo hasta la ciudad y cómo es que estos contextos son inesperados. El ritmo de la ciudad es totalmente diferente al ritmo natural al que estamos acostumbrados. Adaptación a la comida, el idioma, es muy importante nuestra lengua originaria. Lo único que está con nosotros es esta esencia de ser parte de un pueblo”, cuenta Darwin.
Se fue de su ch’ol en las montañas del norte de Chiapas a la ciudad para estudiar Artes. Darwin basa su trabajo artístico en la historia oral de los pueblos. Se inspira en la tradición de los murales de Bonampak como modo de representar la vida cotidiana en su qué hacer artístico.
Para la Feria Material expuso un trabajo de pintura sobre los huesos de los árboles que han muerto “para generar dinero”.
“Desde la Colonia, personas de fuera han llegado a nuestros territorios allá en la selva a llevarse madera sin tomar en cuenta a nosotros que vivimos allí. Pertenecemos ahí. Y generaciones atrás también han vivido ahí en familias. Nuestros ancestros. Y no les ha importado. Una forma de dialogar y criticar esta realidad es trabajar y rescatar estos huesos de los árboles que la naturaleza no ha logrado deteriorar”, cuenta Darwin en entrevista para Pie de Página.
Para él, estar en estos espacios de arte de élite es decir ’los pueblos estamos aquí’.
“En la ciudad nos ven con esta cara de ah, los indígenas pobres. Pero no. Somos parte de esta sociedad y somos una mayoría. Sin los pueblos originarios no tenemos identidad. Apesar de que sea una descripción racista, clasista hacia nosotros, repudiando, pues con esto es una manera de hacer visible la voz de los pueblos originarios, por eso para quienes participan en esas actividades, es voltear a ver la mirada de las voces y de los Pueblos”.
Gerardo dejó de estudiar ciencias para dedicarse al arte. Es originario del pueblo tsotsil de los Altos de Chiapas. Cuenta cómo es que llegó a la escultura:
“Antes de entrar al medio del arte estaba en medio de la ciencia, donde el conocimiento era de buscar soluciones, pero a la vez era más limitado. La educación a veces limita mucho a que se tome en cuenta el saber de los pueblos originarios y luego, lo van categorizando. Hasta llamarle etnomatemática, etnociencia. Siempre nos clasifican desde otro punto de vista”, critica Gerardo.
Para Gerardo es importante esta experiencia ya que es parte de su propuesta artística, basada en el acto y el conocimiento de la observación Maya:
“La cultura Maya se dedicaba a la observación para crear. Por ejemplo, en su astronomía, porque seguían la luna, seguían el sol; con la agricultura y a partir de ahí generaban conocimientos. Trato de rescatar esa parte y me gusta mucho observar la naturaleza y a partir de ahí me inspiro. Para mi flor tiene que ver con simetría. La naturaleza tiene muchos elementos con la matemática”, comparte Gerardo, quien además expuso sus obras también en la Feria Material durante la semana del Arte en la Ciudad de México.
Gerardo pone de ejemplo que su mamá lo llevaba cargando en su espalda cuando hacía todo el proceso de la milpa, así acumuló el conocimiento para replicarlo. Esta esencia de su trabajo lo llevó a cuestionar y experimentar la resistencia contra las nuevas tecnologías.
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