La crisis que refleja el Cervantino Barroco 2017
CONECULTA Chiapas, pasa por una crisis severa, primero porque ha sido de las instituciones más golpeadas en el recorte de personal, mas de 160 plazas han sido dadas de baja, su recorte presupuestal ha sido drástico. Esto ha generado que muchos de los programas y proyectos de la institución han sido recortados o de plano desaparecido. La institución recibió un recorte del 60 % en su presupuesto.
Aún con esas condiciones adversas CONECULTA ha logrado mantener la edición de libros que suman 202 publicaciones, con 325,700 ejemplares, 3 veces más que el sexenio anterior, en el que tan solo se realizaron 72 publicaciones. El proyecto de la Orquesta Sinfónica se pudo conservar, consiguiendo salarios para los músicos concertantes. El año pasado el Maestro Peña Quezada, sufrió y la Sinfónica estuvo a punto de desintegrarse.
Cada vez que suceden las crisis financieras, las áreas de cultura de los gobiernos en turno, son las primeras sacrificadas o simplemente a estos espacios mandan a las amistades del gobernante en turno. Recuerdo que en la casa de la cultura de Tapachula, nombraron a una Sra. que decían era comadre del entonces presidente de la república Carlos Salinas de Gortari; la Sra. no conocía a nadie del medio cultural. Me contaban amigos poetas que en ese tiempo estaban en el taller de Oscar Oliva, que en esa época programaron un taller en Tapachula, y que al llegar a la casa de la cultura antigua palacio municipal, lo encontraron cerrado, tocaron y apareció la mencionada Sra. Preguntando que querían, le dijeron lo del taller y que el maestro era nada menos que el poeta Oscar Oliva, a lo que contestó, “no lo conozco” dándoles el portazo.
En esta ocasión le tocó al área de festivales de festivales de CONECULTA en donde nombraron a una Sra. de nombre Arena Pagaza, que la verdad en todos los años que llevo en el medio de cultura, no había escuchado mencionar.
De entrada el cartel del Festival que estaba destinado a ser un homenaje al poeta Juan Bañuelos, recientemente acaecido, por desconocimiento del tema, algo similar al caso de Tapachula, se puso el nombre de Luis Bañuelos, una mezcla entre Luis Buñuel y Juan Bañuelos. Tremendo error del cual no se recibió ni una aclaración y menos una disculpa.
Si la responsable del festival hubiera conocido a Bañuelos o conociera el santoral poético de los chiapanecos esto no hubiera sucedido. Pero ahí no termina el tema, el día sábado me aproxime al foro principal, que se ubicó en la calle Real de Guadalupe, llegando lo primero que escucho es “los hombres tenemos dudas científicos y las mujeres dudas morbosas” con ello justificaba que las mujeres no tuvieran pensamiento científico y no figuraran en la ciencia y los hombres si. Pensé que había llegado aun bar en donde los comediantes se especializan en chistes misóginos o mampofóbicos, pero no, era un trovador de nombre Edgar Ozceransky. No sé si sea bueno o malo como cantante, pero lo que si creo, es que no es para éste tipo de espacios.
Y es que se confunde lo que es un espectáculo con promoción del arte y la cultura, el cual tiene el propósito de emancipar al hombre de prejuicios y formar mejores ciudadanos.
Desafortunadamente estos desaciertos desbancan los logros de una institución que pasa por una severa crisis, los pocos esfuerzos deben de supervisarse para evitar este tipo de errores cometidos por improvisar cuadros en puestos de dirección, vuelvan a repetirse.
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