Nadando con Belugas una perspectiva humana
«La sabiduría es hija de la experiencia.»
– Leonardo Da Vinci
Las belugas cetáceos parientes de los delfines pasan gran parte de su vida en la región ártica del planeta. actualmente es una especie que se encuentra en la lista de especies casi amenazadas debido sobretodo a la contaminación de las aguas donde habita.
Como todos los cetáceos las belugas son mamíferos y tienen pulmones, es decir, para respirar deben salir del agua por intervalos de tiempo de cada 20 minutos aproximadamente. Las belugas al vivir en zonas donde el mar en su superficie está por lo regular congelado emiten un sonido para localizar a través del eco los orificios de estas capas de hielo que les permita salir a respirar.
Nosotros los seres humanos también somos capaces de aguantar la respiración bajo el agua, aunque hemos perdido parte de esa capacidad, existen algunas personas que ejercen y desarrollan su capacidad pulmonar, a esto se le considera un deporte llamado Apnea y dónde se ha llegado a mantener la respiración bajo el agua por más de 24 minutos.
Natalia Avseenko es una deportista rusa que practica este deporte y que junto a científicos se encuentra interesada en el comportamiento de las belugas, fue así que decidió experimentar en carne propia la vida de las belugas, así que Natalia sin traje alguno se metió adentro de las gélidas aguas a temperaturas de -2° celsius a nadar con ellas:
No sé a qué conclusiones o qué valor científico haya tenido su experiencia pero el sólo hecho de observar su aventura nos hace reflexionar sobre los límites del cuerpo humano en lo fisiológico como en su entendimiento hacia los otros seres que comparten el planeta. Y claro también en lo individual ayuda a reflexionar sobre nuestro estado de salud y condiciones ambientales de ese recurso invisible, cotidiano y que poco valoramos como el de poder dar un buen suspiro, introducir aire a nuestros pulmones y continuar nuestra cotidianidad.
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