Jan van Eyck, el inicio del Arte

Retrato de hombre con turbante , posiblemente un autorretrato de 1433. Pintura al óleo 25.5 cm × 19 cm.

“Lo mejor que puedo”
– Lema de Jan van Eyck escrito en varios de sus cuadros

No se sabe en qué año nació, pero su nacimiento como pintor se ha considerado el “año cero” de la historia del arte, de un nuevo arte que crea una ruptura con la manera en que se decían las cosas desde el punto de vista pictórico.

Jan van Eyck ofrece a aquellos que se permiten observar, una realidad simple, cotidiana y terrenal, con éste artista la pintura “bajó” de las paredes para instalarse en fragmentos de tela estirada por un marco de madera a lo que hoy le llamamos Cuadro.

Hombre con Clavel 1435, óleo sobre tabla, 41,5 x 31,5 cm

El Cuadro limita la extensión de la obra pero amplía las posibilidades de composición y de “agrandar” detalles cosa que Jan van Eyck realiza de manera increíble, todo esto ocurrió en Holanda allá por el siglo XV. Afine su ojo, tómese su tiempo y observe el trabajo realizado. Aún hoy (y cuando menos por éste medio) tenemos la fortuna de apreciar éstos obsequios que han viajado en el tiempo.

El matrimonio Arnolfini

El matrimonio Arnolfini por Jan van Eyck, 1434, óleo sobre tela 81.8 cms x 59.7 cms

“El arte de Van Eyck consiguió tal vez su máximo triunfo en la pintura de retratos. Uno de los más famosos es el que representa a un comerciante italiano, Giovanni Arnolfini, llegado a los Países Bajos en viaje de negocios en compañía de su reciente esposa Jeanne de Chenany. En su estilo, es una obra tan nueva y revolucionaria como las de Donatello y Masaccio en Italia. Un sencillo rincón del mundo real ha quedado fijado de pronto sobre el panel como por arte de magia. Aquí está todo: la alfombra y las zapatillas, el rosario colgado en la pared, el pequeño sacudidor al lado de la cama y unas frutas en el antepecho de la ventana. Es como si pudiéramos hacer una visita en casa de los Arnolfini.” – La Historia del Arte por E.H. Gombrich editorial Phaidon

Detalle de la obra El matrimonio Arnolfini por Jean van Eyck