¿Quién fue Alfred Nobel?

Mi dinamita conducirá a la paz más pronto que mil convenciones mundiales. Tan pronto como los hombres se den cuenta de que, en un instante, ejércitos enteros pueden ser totalmente destruidos, seguramente pactarán una paz dorada

Si ésta historia se escribiera en la actualidad bien podría tener un gran parecido al guión de la película Iron Man.

Alfred Nobel nació en una familia de ingenieros, su padre trabajaba para el ejercito. Alfred Nobel ya era un niño prodigio cuando llegó a la edad de 17 años hablaba perfectamente 5 idiomas: Sueco, Ruso, Francés, Inglés y Alemán.

Alfred Nobel realizó varios viajes de estudio a diversos países y trabajó en Paris en los laboratorios de Théophile-Joules Pelouze  allí conoció a Ascanio Sobrero quien había descubierto la nitroglicerina aunque Ascanio no tenía ni idea para que podía servir algo tan inestable como la Nitroglicerina, sin embargo Alfred Nobel sí sabía para qué: para explotar cosas.

Regresando a su país natal (Estocolmo) en 1852, Alfred Nobel comienza a experimentar con la Nitroglicerina para lograr comercializarla, lamentablemente en los experimentos murió su propio hermano Emilio Nobel.

Todo sacrificio tiene su recompensa, Alfred Nobel logró hacer una pasta de nitroglicerina y materiales inertes dando como resultado un potente explosivo, portátil, mucho más confiable que la polvora: La Dinamita.

Una característica peculiar de Alfred Nobel es que todos sus experimentos los patentó y siempre buscaba comercializar y monopolizar la comercialización de sus inventos, fue así que además de su producto DINAMITA desarrolló un detonador para hacerla estallar con mayor precisión y seguridad.

Su «descubrimiento» tuvo un éxito tal que comenzó a crear laboratorios y fabricas en más de 20 países para abastecer las industrias mineras, de la construcción y sobretodo de la guerra.

Los laboratorios de Alfred Nobel produjeron más de 355 patentes: Caucho sintético, piel artificial, seda sintética, entre otras:

• Método para generar hidrógeno
• Detonadores
• Medidores de gas para proyectiles
• Mecanismos para forjar los ejes de las armas

Con tal cantidad de artefactos para las industrias del progreso, Alfred Nobel acumuló una gran cantidad de fortuna, creando la empresa AkzoNobel que aún existe, además comenzó a invertir en lo que sería la siguiente revolución del progreso y desarrollo, invirtió en pozos petroleros localizados en el Cáucaso (Ubicado entre el mar negro y el caspio)

Edificio central de AkzoNobel localizada en Amsterdam. Foto: REUTERS/Toussaint Kluiters/United Photos

Como ocurre en estos casos, el sentimiento de culpa de Alfred Nobel al final de sus días ayudó a la decisión de legar su fortuna personal para la creación de una sociedad filantrópica: La Fundación Nobel, creada en 1900 que entregaría un reconocimiento simbólico y en dinero (que entrega el Banco Central de Suecia) a las personas que a través de sus estudios hubieran aportado algo de beneficioso a la Humanidad, ya que el propio Alfred Nobel sabía de ciencia, dividió los premios en las siguientes categorías:

1. Física
2. Química
3. Medicina o fisiología
4. Literatura
5. Paz mundial

En su honor hay un asteroide que lleva su apellido Nobel (6032), un cráter en la luna también tiene su nombre y además un elemento químico fue nombrado como Nobelio.

Testamento de Alfred Nobel

Aquí su testamento firmado el 27 de noviembre de 1895:

«El que suscribe, Alfred Bernhard Nobel, declaro por este medio tras profunda reflexión, que mi última voluntad respecto a los bienes que puedo legar tras mi muerte es la siguiente:

Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios. El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán: una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento o invento mas importante; otra a quien lo haya hecho en Química o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos, a favor de la supresión o reducción de los ejércitos permanentes, y en pro de la formación y propagación de Congresos de la Paz.

Los premios serán otorgados: los de Física y Química por la Academia Sueca de Ciencias; el de Fisiología o Medicina por el Instituto Carolino de Estocolmo; el de Literatura, por la Academia de Estocolmo; el de la obra de la Paz, por una comisión de cinco individuos que elegirá el Storthing noruego. Es mi voluntad expresa que en la concesión de los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad, de manera que los obtengan los más dignos, sean o no escandinavos. Como ejecutores de estas disposiciones testamentarias designo al señor Ragnar Sohman, con domicilio en Befors, Verlandia, así como al señor Rudolf Lilljequist, con residencia en Malmskildnadsgatan 31, Estocolmo, y Bengtfors en las proximidades de Uddevalla.

A partir de ahora, es éste el único testamento con valor legal. Con él quedan sin efecto todas las disposiciones testamentarias anteriores que puedan aparecer después de mi muerte.»

París, 27 de noviembre de 1895.

Alfred Bernhard Nobel