Entre la fe y el patriotismo, el sincretismo en Chiapas
México es un país de ritos, heredados de la época prehispánica y reafirmados en la colonia. Recordar o volver a sentir . Volver al corazón, la humanidad recoge sus mejores eventos y cada ciclo los revive en versiones mejoradas llevadas a la representación.
La iglesia y la escuela han sido las instituciones que dieron continuidad a las representaciones del teatro griego. Desde las batallas hasta las tragicomedias en las que dioses y mortales conquistaban los laureles del Olimpo.
¿Dónde queda la delgada línea que divide lo religioso de lo cívico? ¿Dónde se delimita la fe de la razón histórica? En ambos casos se apela a lo emotivo, se exalta el valor, la justicia, el coraje y la bondad. A tal grado que el héroe llega a los altares de la patria galardonado por el estado laico que sustituyó el papel de la iglesia.
A la escuela se le concedió el honor de las celebraciones desde la primera infancia. Lunes tras lunes se realiza el ritual en el que se aprende a respetar el lienzo tricolor como parte de un objetivo trazado desde el artículo 3o.
Fomentar el amor a la patria. La escuela sustituyó con la clase de Civismo a la sesión del catecismo, la moral religiosa se vio rebasada por la ética, venida de los griegos. La República estableció su propio santoral y nos dejó ver a los héroes patrios como seres audaces e inmaculados, capaces de vencer, solos las injusticias, con el escudo de la verdad y el amor por los más débiles.
El sentimiento de pertenencia, el orgullo de ser parte una historia común, da unidad y hace fuertes ante adversidades. Mostrar respeto señala insistente el principal, el anciano de mayor respeto en la localidad, el que ha pasado por todos los cargos. Es necesario mostrar respeto a los difuntos que nos «rependieron» hace mucho ya. El Miguel Hidalgo y el José María; estaba feo entonces.
Ahora todo tranquilo, tranquilo pasa la fiesta con los maestros que si están trabajando y los padres de familia de aquí de Chiotik. Al costado de las cruces que conviven con él asta bandera se alza el altar que es iluminado por veladoras que destellan en los papeles metálicos verdes, blancos y rojos.
Sin conflictos, el maestro rural lo mismo adorna el altar como toma el micrófono para anunciar a los reporteros de la televisión que registraran el evento para que se de a conocer la comunidad de indígenas chamulas que en su candor patrio entregan su corazón en cantos y rezos con la misma pasión que pueden linchar a quien no entienda lo que sus corazones sienten.
Los músicos tradicionales hacen brotar las notas del arpa mientras clama el principal el ancestral lamento «kolabal kajual» kolabal totik bolomchon ta vinajel bolomchon ta balumil. En la mesa de honor además de las autoridades no pueden faltar las cajas de refresco, la juncia y las botellas de pox. Las mujeres y los niños se mantienen en el graderío.
Es día de fiesta. El principal afirma que desde 1962, año en que se fundó la escuela primaria en Chiotik, celebran la fiesta Mexicana.
Herederos directos del nacionalismo revolucionario encarnado en el PRI, en los Chamula se configura la tradición entre lo cívico y lo religioso, en el más puro sincretismo.
La autonomía de los usos y costumbres deja ver una realidad, el estado laico propuesto y legislado desde la época juarista no ha terminado de instalarse en los pueblos indígenas. Quienes tienen como único y mayor referente el sistema de cargos religioso, puesto en práctica por el catolicismo desde la colonia, por eso no es extraño que se nombre un patronato para celebrar la fiesta de los héroes patrios.
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