Migrantes desaparecidos
Sus ojos se llenan de lagrimas, mi mirada se fija en una hoja blanca con preguntas que las respuestas describen a un cuerpo, a una alma perdida, los segundos pasan a manera de espera para dar tiempo que seque sus mejillas, levanto mi cabeza, la miro fijamente y veo que sus labios tiemblan queriendo sacar palabras, con voz firme le digo «lo vamos a encontrar» palabras llenas de esperanza, esperanza que ella tambien guarda en su en su corazon, hace una decada que doña Maria no sabe nada de aquel que un dia salio con la esperanza de volver. Foto y texto: Rubén Figueroa
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