Tuxtla Gutiérrez de mis recuerdos

El centro de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez era un lugar lleno de árboles y bancas. Ahí estaban los parques más concurridos: Joaquín Miguel Gutiérrez, Rodulfo Figueroa y el Jardín de “Las Damas”. Gustavo Montiel en su libro “Tuxtla Gutiérrez de mis recuerdos” los describe como los sitios en donde las y los tuxtlecos se encontraban, se enamoraban, era un sitio muy distinto del que conocemos ahora.
“Tuxtla Gutiérrez de mis recuerdos” es un libro de Gustavo Montiel. Su primera edición fue en 1972, y la segunda en 1980. En el libro, el autor, quien llegó a la capital de Chipas en los años 30 del siglo pasado, habla de cómo era este lugar en esa época.
El libro está dividido en 18 capítulos en donde habla de: la marimba, las fiestas tradicionales, el río Sabinal, Don Ruma, El teatro Emilio Rabasa, San Roque, entre otros lugares emblemáticos de la ciudad así como anécdotas que dibujan la ciudad en las primeras décadas del siglo XX.
Montiel escribe con la familiaridad de quien está conversando en la sala de su casa con un viejo amigo, quien llegó a esta ciudad y le da un recorrido por sus calles y avenidas. En la conversación, el autor, saca el álbum de fotografías y enseña varias imágenes en blanco y negro de un Tuxtla, que se aprecia más bello que ahora.
Gustavo Montiel, con su libro, nos ayuda a reconocer esta ciudad que habitamos. Puede ser que las personas que rebasan de los 50 años recuerden la ciudad, que alguna vez habitaron con la descripción que hace el autor. Las y los más jóvenes pueden conocer esa Tuxtla mediante el texto y las fotografías.
El libro está agotado. Hay algunos ejemplares en la sala de lectura del Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, que ahora está cerrada por la restauración del inmueble. Ojalá y el Ayuntamiento de Tuxtla, el Congreso del Estado o el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta) o alguna de las universidades lo editara de nueva cuenta.
Otro libro, que también pide una nueva edición, es el de “Antier, cuando éramos menos” de Rubén López Cárcamo, de este ejemplar les contaré muy pronto