Sasha Grey, crítica de cine
Todas las citas provienen de La sociedad Juliette (Grijalbo, 2013):
Sobre El desprecio de Jean-Luc Godard:
«En la pared detrás de Dickie hay una serie de reproducciones enmarcadas de dibujos primitivos llenos de rayas de hombres y mujeres cogiendo en varias posturas. Los reconozco inmediatamente como las ilustraciones del libro que hojea Brigitte Bardot en El desprecio de Godard, el libro que el chabacano productor americano regala a su marido guionista para que se inspire y lo ayude a aumentar la carga erótica de un guión del director alemán Fritz Lang que es todo mitología griega y pretenciosidad artística, sin ningún potencial comercial en taquilla. Le ha dado al marido guionista de Bardot un libro de arte pornográfico de la Antigua Roma para que se masturbe con la esperanza de que eso empape el texto del guión y así darle al productor vidilla sexual suficiente para que su inversión consiga sentar más culos en las butacas. Y esas imágenes, que aparecen en aquel libro y en estas paredes, fueron creadas con un propósito específico, como una especie de manual de instrucciones sexuales y de estimulante erótico para los clientes de un burdel de Pompeya, que fue donde las encontraron. Y supongo que están aquí con ese mismo propósito.»
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Sobre Ojos bien cerrados, de Stanley Kubrick:
«[Kubrick] creó una fábula preciosista sobre el cruce entre el sexo, la riqueza, el poder y los privilegios, su última obra maestra, el rodaje ininterrumpido más largo de la historia del cine, una película como todas las películas que hizo, donde cada matiz, cada detalle de su construcción y su puesta en escena está ahí por una razón específica. Una película en la que puso tanta pasión y tanto trabajo que acabó con su vida, y nunca llegó a ver cómo era recibida por el público.»
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Sobre Bella de día, de Luis Buñuel:
«Séverine. Sin gracia. Sin ninguna gracia. Lleva un año casada y todavía no ha dejado que su marido se la coja. Lleva un año casada y ni siquiera lo deja dormir en la misma cama. Lleva un año casada y él ni siquiera la ha visto desnuda. Su marido: devoto, protector, fiable y, por tanto, muy comprensivo.
Séverine. Una virgen en la vida real, pero una puta en su imaginación. Y es su imaginación la que la lleva por el mal camino. […] Un amigo de su marido, un hombre mayor, retorcido y vil, que al parecer ve su verdadero yo, introduce en la mente de Séverine la idea de que hay un lugar donde las mujeres como ella –reprimidas, inmorales, insaciables– pueden hacer realidad sus fantasías en privado y mantener su buena reputación en público.
Un burdel.
[…] Así que ella visita el burdel y le dan un nombre nuevo, para ocultar su identidad. […]
Belle de jour.
Literalmente, bella del día. O la belleza de hoy.
Me recuerda a: “Plato del día”.
A lo mejor, esa era la intención de Buñuelo. La mujer que lo tiene todo y no quiere nada reducida a ser el plato del día en la carta del menú de una casa de putas. Una bromita de Buñuel. Su pequeña humillación. Siempre es el plato del día, cada día. El plato que nunca cambia, que en realidad no es nada especia.»
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Sobre El síndrome de Stendhal de Dario Argento:
«Trata de una joven policía, interpretada por la hija de Dario, Asia, que mientras investiga una serie de brutales asesinatos caza a su presa en una galería de arte y se queda helada ante la majestuosidad de las obras que allí ve. El nacimiento de Venus, de Botticelli, Medusa, de Caravaggio; una obra de belleza divina y otra de puro terror.
Y se queda paralizada. Su campo de visión acerca la imagen como un telescopio, en dirección al cuadro, hasta que logra ver algo más. Hasta que se encuentra a sí misma, no mirando desde fuera, sino mirando desde dentro del cuadro hacia fuera.
Como Alicia a través del espejo.
Me pregunto si en esa película está la clave de lo que estoy experimentando. Y me doy cuenta de lo tonto que suena eso, como si la gente fuera por ahí buscando respuestas en una película de terror. O en cualquier película, para el caso. Como si el arte pudiera hacer algo más que suscitar más preguntas.»
.Sobre Ciudadano Kane, de Orson Welles:
«A los críticos de cine les encanta decir que es la mejor película de todos los tiempos, y les sobran los motivos, porque lo tiene todo. Subtexto, dirección artística, puesta en escena… Todos los elementos que convierten una gran película en una obra de arte y no en un publirreportaje para Microsoft, Chrysler o frituras Lay’s, como parecen ser las películas de ahora
Este texto fue publicado en el blog del autor:
Cada una de esas cintas y esos directores, le ha dado al cinema el apelativo de «arte», porque no son peliculas -eso es para los blockbusters-; sino cine, que no es lo mismo, este último termino es mas ad hoc para las peliculas que una minoria vemos y que la inmensa mayoria desprecia o en el menor de los casos desconoce. Mi favorito?. Stanley Kubrick, el mejor director de la historia del cine, Saludoss