Los periódicos están sentenciados a la muerte: Jorge Zepeda

Foto: Sin embargo

Foto: Sin embargo

 

Todavía compra periódicos, pero se informa en el iPad. Jorge Zepeda Patterson conoce los diarios por dentro y quizás por eso su mirada sobre el oficio es tan fría. O mejor dicho, auténtica, sincera, realista. No hay maquilladas nostalgias. Su entusiasmo va por otro lado. Sabe que hoy lo leen más que nunca antes, pero se pregunta cuál es el futuro del negocio. No tiene respuesta. No se alarma.

Zepeda (Mazatlán, Sinaloa, 1952) se formó en El País de España y ha pasado por grandes medios mexicanos como Siglo 21, Público y El Universal. Hoy está a la cabeza de SinEmbargo.mx, un medio digital que tiene dos millones de visitas al mes.  Nos encontramos en Le Pain Quotidien, en La Condesa, Ciudad de México. El café aparece en la novela Los Corruptores (editorial Planeta). El escenario es perfecto. Casi me imagino sentada frente a Tomás, el periodista de la historia de ficción inspirada en la realidad mexicana.

La novela fue la razón principal de esta entrevista, pero es difícil no hablar de periodismo con un periodista, sobre todo si su obra respira las prácticas –buenas y  malas–de este oficio

¿Cómo transita un periodista de la realidad a la ficción para crear una magnífica novela de más de 400 páginas que te deja con la sensación de haber leído un gran reportaje? 

-Es el resultado de tantos años de análisis de la vida pública , de rozarme con la clase política y de vivir el periodismo intensamente. Me pareció que había muchas cosas no dichas por la vía periodística por la exigencia de publicar solo lo que se puede  documentar. Mi experiencia fue fundamental. En tantos años de periodista me topé con muchos ’off the record’ que no podía publicar. A través de Los Corruptores pude sacar estos temas que muchas veces quedan tras bambalinas, pero que sirven para conocer los altos grados de corrupción de una sociedad.

Algunas personas que leyeron el libro me dicen que les suena más a reportaje. ¿Empleaste la técnica del reportaje?

-No ‘exprofeso’, pero sí quizás la manera de hacerlo. No entrevisté gente. Lo que hice fue llevar a la novela 20 años de estar comiendo con políticos, escuchándolos, analizándolos… y 20 años también de estar haciendo periodismo. La novela no es solo sobre la clase política mexicana. Es también sobre la práctica periodística.

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¿No eres el Tomás del libro? (Tomás es uno de los cuatro personajes principales de la novela. Es periodista, columnista de opinión)

-Como autor me desdoblo. Esta es una novela coral, pero ciertamente a Tomás lo pueden relacionar conmigo porque es columnista y le gusta bailar salsa. Los corruptores está contada desde la perspectiva de los cuatro amigos: Jaime es el cerebro gris; Mario, el amigo leal; y Amelia, el álter ego, la de los principios y las convicciones.

(La prestigiosa editorial Actes Sud editará la novela en francés. Esta traducción se suma a la versión italiana y portuguesa. Su lanzamiento mundial fue en seis países)

* * *

¿Se puede hacer una novela en tiempo real cuando se generan millones de tuits por minuto? El experimento de Jorge Zepeda Patterson –tuitero prolífico–ha dado resultados. Leí que para algunos era una novela futurista. En mi opinión, es una novela en tiempo real, sobre todo si la léiste la primera semana de diciembre como me pasó a mí. Pero incluso si empiezas hoy mismo, la novela –que escribió en cinco meses– te narra un momento que podría ser hoy.

-Me interesaba que el libro estuviera en tiempo real, que coincida con el calendario del lector. La clave era que el PRI tuviera un año en el poder para que los protagonistas estuvieran hablando ya de este polémico regreso.  En cierta manera y para muchos es una aceptación de lo vulnerable que fue nuestra democracia. En el año 2000 después de 70 años de dicta blanda logramos sacar al PRI por el voto, y 12 años después por el voto lo regresamos al poder, y lo regresamos por las malas razones, por considerar que en 12 años de alternancia democratica el país dejó de crecer y se impuso el caos. Se necesitaba en opinión de muchos del regreso del autoritarismo, de los que supuestamente son capaces de hacer las cosas. No se le regresa por su limpieza, porque se hayan lavado la cara o porque sean sinónimo de combate a la corrupción. Se les regresa por su oficio y en cierta manera por sus malas mañas. Yo quería que la novela tuviera como plano de fondo qué pasa con la democracia que además es un tema que recorre el mundo.

El periodismo, la oportunidad y el desafio

Zepeda Patterson, que obtuvo el premio periodístico María Moors Cabot en 1999, tiene no pocas dudas sobre el futuro del periodismo, pero no se alborota. En tiempos de Twitter y Facebook, el columnista considera que “es una gran oportunidad para el periodismo en varios sentidos”. Aunque también cree que podrían ser una amenaza: “Las redes sociales pluralizan y expanden la plaza pública. Antes estaba todo muy circunscrito a actores públicos como los políticos, los comentaristas y los periodistas. Eran actores profesionales. Las redes ofrecen una diversificación de los protagonistas con todas las virtudes y defectos que ello implica. La falta de profesionalismo de la información que circula es preocupante. Se genera mucha información sin criterio profesional: hay mucho rumor, mucho sectarismo, estridencia y mentiras. La otra amenaza es el espionaje al que estamos expuestos”.

Un personaje de su novela dice que el presidente tiene más miedo a un hashtag negativo que a una crítica frontal de la oposición. ¿Exageración? Para nada. Zepeda lo sabe bien. Es verdad. En sus manuales de respuesta de crisis no tienen todavía un capítulo para hacer control de daños a un trending topic. Es interesante lo que estamos viviendo”.

El desafio del periodismo es descubrir cómo rentabilizar los proyectos digitales. Se vive, dice Zepeda, una enorme incógnita. A un escritor que acaba de publicar una novela de 400 páginas le preguntas si el papel tiene futuro. Su respuesta parece una ironía: “No”. Y es un no seco. No hay nostalgia.

“Ya sabemos que se dará la muerte del papel para los medios de comunicación masivos. Ya sabemos que no existirá. Los chicos de 20 o de 30 años ya no leen periódicos. Ocurre en todas partes. Es una sentencia a muerte. Los periódicos están sentenciados a muerte. Es probable que haya una circulación marginal de periódicos, de aquí a 15 y 20 años. Será una minoría  Eso es un hecho. Puede ser una muerte temprana o más tarde. No pasa un mes sin que cierre un diario en el mundo. La circulación disminuye año a año. El papel está condenado. La pregunta que me hago es: ¿El periodismo profesional podrá trasladarse a las nuevas plataformas? ¿La sociedad va a financiar este periodismo en plataformas digitales? Hasta ahora lo que tenemos no es exitoso”.

El mundo de los nuevos medios

Sin Embargo nació en junio de 2011 con una propuesta ambiciosa: periodismo digital con rigor de México para el mundo. Zepeda está a la cabeza y se siente orgulloso con lo que se ha logrado: “Es una apuesta por el periodismo profesional. Tenemos reporteros a tiempo completo, columnistas pagados. Es una apuesta sostenida por inversionistas que son mecenas. Es una apuesta para el mediano y el largo plazo. No será financiable en los próximos dos años y su modelo de negocios está en construcción como cualquier nuevo medio de Estados Unidos, Francia o Italia. En cinco o seis años veremos qué pasa”. Cerca de 30 personas forman parte de la redacción.

¿Qué diferencia a un medio tradicional de un nuevo medio?

-Los medios tradicional forman parte del tejido institucional y se mueven como elefantes en el mercado. Son demasiados rigidos, comprometidos. Son instituciones muy costosas y eso hace que sean más vulnerables. Un medio digital es muy ágil, tiene poco lastre, como no tiene un esquema de distribución –que es o mas caro–ni tampoco un sistema de impresion –que es oneroso– toda la inversión está orientada al contenido. Puedes trabajar con equipos más compactos. Al no tener vínculos con el poder es posible que tengan una línea editorial más libre y más crítica.

¿Volverías a dirigir un periódico en papel? (Fue subdirector editorial de El Universal en 2000 y director editorial del diario entre noviembre de 2008 y diciembre de 2010).  

-No. Ya no. Tengo el ojo puesto en el producto digital. El papel hoy es un objeto de minorías. El periódico es ya un producto para las élites. El digital tiene más alcance.

Pero Zepeda sigue comprando diarios, aunque antes tenía cuatro suscripciones y ahora ya no. “La verdad es que me informo desde mi cama en el iPad. Y sigo viendo las noticias en digital a lo largo del día. Yo entiendo perfectamente que los chicos no lean en papel, pero eso no quiere decir que no estén informándose”, comenta.

La sonrisa marca su rostro cuando sabe que hoy, gracias a Internet, lo leen desde distintas partes del mundo. “Los periodistas que nos hemos dedicado al papel nunca habíamos tenido tantos lectores como ahora. Tenemos cientos de miles de lectores de cualquier parte del mundo. Es increíble. Los periodistas tenemos más lectores que nunca gracias a Internet y eso es una gran oportunidad. Tenemos una retroalimentación que antes era imposible. Hoy sabemos quién nos lee y cómo reacciona. Para efectos de la profesión, hay muy buenas noticias. La principal todavía no… (el negocio)”.

Algunos periodistas que nos formamos en el papel padecemos nostalgia por lo que ya no es y por lo que ya no se dará. Estas nostalgias pueden ser constantes o breves. Las mías son breves, pero me cuesta aceptar que el periódico pronto será un objeto vintage para hipsters.  Zepeda bebe un vaso con agua y yo disfruto el café.

¿Cómo tendría que hacerse un diario para que los chicos lo lean?

-Pretender cambiar los periodicos para que lo lean las nuevas generaciones es como  haber pensando en el pasado que haciendo mejores diligencias (carruajes) se iba a neutralizar la competencia del ferrocarril. Suena utópico decir “hagamos un mejor periódico”. Eso no va a a suceder como un fenómeno. Quizás algunos lo logren, pero yo no veo forma de competir. Somos móviles, vemos las noticias las 24 horas y la información no te la tienes que llevar físicamente.  Los periodcios publican notas más cortas. Mientras en Internet puedes ver la nota, complementarla con links que te llevan a otros sitios, que te muestran lo que dice la gente. Ya no tienes que esperar 14 horas para abrir el periódico y saber qué pasó.

Zepeda cree que el libro tendrá más suerte que el periódico. Lee más novelas en digital que en papel, su inmensa novela es en papel, pero lo que más lo cautiva es saber que la gente si está leyendo. “El impacto de la literatura juvenil fantástica es extraordinario. Los chicos leen hoy libros de 600 páginas, la secuela, la trilogía… El libro no está muerto. Contar historias seguirá vigente y el libro sabrá resistir mucho más”.

Se cierra el libro. Los Corruptores, la novela que es adictiva y que puede leerse en París como en Ciudad de México o en Lima con el mismo interés, tendrá una segunda parte y hasta podría llegar a la televisión.

Zepeda cierra el libro, pero la historia no ha terminado.

One Response to “Los periódicos están sentenciados a la muerte: Jorge Zepeda”

  1. magno fernandes dos reis
    27 diciembre, 2013 at 10:27 #

    voy intentar encontrar el libro aquí en los altos de Chiapas para el Centro de Documentación de Arte Contemporanea

    magno fernndes dos reis
    peridoista, critico de arte

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