«Pi, el orden del caos» de Darren Aronofsky

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La característica principal del director es, como el mismo o explica en su biografía, “decidir el camino que me inspire mayor pasión por lo que hago, para estar seguro de no culparme a mí mismo de hacer o decidir lo incorrecto”.

Fausto Carámbura*

 

Pi, el orden del caos (1998), filmada en blanco y negro para vigorizar su contraste áspero y misterioso, es una cinta de ciencia ficción bastante controvertida por poner de manifiesto la naturaleza de la obsesión mental. El filme, aparentemente realizado en el barrio chino de Nueva York, adopta un panorama original muy diferente a la cinta dirigida por el mismo director, Darren Aronofsky (Brooklyn, Nueva York; 1969), Réquiem por un sueño (2000), con la que se consagró como un ícono cinematográfico americano por revelar de forma honesta y directa el mundo de las drogas.

Pi, signo que representa la relación aproximada entra la circunferencia y el diámetro de un círculo (3.141592653589), es un buen pretexto para la realización de esta cinta, pues su misma naturaleza se ha visto reflejada, según la historia, en diversos razonamientos universales como la circunferencia de “El hombre de Vitruvio” que en el film es un punto crucial para su perfeccionamiento:

“Recordar a Da Vinci, artista inventor, escultor, naturalista, Italia, S. XV. (Sic) Redescubrió la perfección del rectángulo dorado y lo dibujó en sus obras maestras. Conectando los concéntricos rectángulos con una curva, se genera la mítica espiral dorada.”

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La característica principal de Aronofsky es, como el mismo o explica en su biografía, “decidir el camino que me inspire mayor pasión por lo que hago, para estar seguro de no culparme a mí mismo de hacer o decidir lo incorrecto”, siendo esta película el mayor ejemplo, pues años después, su filmografía advertiría la insuficiencia de sus ideales y aspiraciones con “El prisionero” (2002) y Batman (2003), que carecen de discernimiento.

En “Pi, el orden del caos”, Maximiliano Cohen, interpretado por Sean Gullet (Boston, Massachusetts; 1968), es un genio matemático perturbado por un patrón numérico que, aparentemente, lo conducirá a descubrir el orden del mundo detrás del caos. Obsesionado con esa idea, Max tras experimentar diversos resultados fallidos en su computadora Euclides, adaptada a sus necesidades, se involucra con una ambiciosa firma de Wall Street y una secta ultra religiosa de cabalistas jasídicos que tras el descubrimiento numérico, intentarán a toda costa obtener el resultado para resolver grandes misterios como la caída y la alza de la bolsa de valores y el “momento verdadero de Dios” representado en 216 dígitos. Al borde de la locura y evadiendo las sugerencias  de su maestro Sol, Max se adentra en un juego paradójico entre la locura y la razón donde sólo el caos podrá salvarlo y regenerarlo.

Como referencia, esta cinta me recuerda a la legendaria novela de Issac Asimov “Yo robot” (1950), adaptada al cine en 2004 por Alex Proyas (Australia, 1963) debido a que ambas presentan esquemas sino iguales por el tema, similares por su tratamiento enfocado a la relación del hombre con su naturaleza o bien a la relación del hombre con lo desconocido y por su género ficcional. En el caso de “Yo robot” exponen 3 leyes fundamentales que rigen el comportamiento del robot y en “Pi, el orden del caos” 3 premisas básicas que buscan el orden de las cosas detrás del caos: 1. Las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza. 2. Todo puede ser representado o entendido con números. 3. Al graficar cualquier sistema en número hay patrones y es en la misma naturaleza donde se encuentran.

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La tarea de Aronofsky con esta película es minuciosa y desconcertante. Nos conduce al redescubrimiento de las matemáticas desde un ángulo diferente y a la idea del universo infinito y sin embargo explorable. ¿Ciencia?, ¿religión?, ¿metafísica?: “el orden está detrás del caos”.

 “Pi”, actualmente se consagra como uno de los mejores thrillers de ciencia ficción nunca antes visto. Cien por ciento recomendable.

 “Nota personal: De niño mi madre me decía que no mirase nunca al sol. A los seis años, lo hice. Su brillo me deslumbró, pero eso ya lo había visto. Seguí mirando, tratando de no pestañear. La brillantez fue desapareciendo. Mis pupilas se contrajeron y pude verlo todo claramente”.

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Ficha técnica

Título original: Pi.

Año: 1998.

País: Estados Unidos.

Director: Darren Aronofsky.

Guión: Darren Aronofsky.

Fotografía: Matthew Libatique.

Música: Clint Mansell.

Duración: 84 minutos.

Idioma: Inglés.

Género: Thriller, suspenso.

2 Responses to “«Pi, el orden del caos» de Darren Aronofsky”

  1. baltazar zanabria sol
    18 septiembre, 2013 at 8:58 #

    Mi querido Chaino, ignoraba que te gustaba el buen cine y efectivamente, «Pi» es una pelicula rara entre las raras y por eso vale la pena su visionado. Del mítico director de «El cuervo» alex Proyas – La ultima pelicula del tambien mitico Brando lee- , te recomiendo Dark city «Ciudad de tinieblas», que estoy convencido que fue el punto de partida para realizar la famosísima «Matrix», aunque no tan notable como la primera. Proyas se adelanta a los mundos paralelos antes que los hermanos wachovsky que hicieron mas fama y fortuna, al añadirle las artes marciales a la ciencia ficcion. Saludos y felicidades por tu blog.

    • Ángeles Mariscal
      18 septiembre, 2013 at 20:39 #

      Gracias por tus comentarios. El autor del artículo es Fausto Carámbura

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