“Por el momento se mantiene un espacio de tranquilidad”, dicen militares al entrar a Frontera Comalapa
Carreteras semivacías, comercios cerrados, calles sin peatones, huellas de llantas y vehículos quemados, múltiples casas abandonadas; este es el panorama en los 165 kilómetros que hay del municipio de Comitán a Siltpec, y en las cabeceras municipales de las zonas sierra y fronteriza de Chiapas, donde por tres semanas la población fue colocada como barrera de contención y rehén, en el marco de la disputa por el territorio y las rutas de tráfico que mantienen los dos principales cárteles de la droga de México.