Gabriel García Márquez en Chiapas
Los poetas de la Espiga Amotinada, después de leer El coronel no tiene quien le escriba, pensaron que su autor era chiapaneco y decidieron indagar sobre su paradero. Era mediados de 1960: Gabriel García Márquez no era conocido en México, no había escrito Cien años de soledad, no había inaugurado el realismo mágico y vivía más bien en el anonimato de la corresponsalía en Nueva York de Prensa Latina.