
Línea Sur, de José López Arévalo
Hoy cedo mi espacio a José López Arévalo, mi kamarrada, quien se marchó hace dos años. Aquí reproduzco su penúltima columna publicada el 12 de marzo de 2012, mes y medio antes de su partida:
Hoy cedo mi espacio a José López Arévalo, mi kamarrada, quien se marchó hace dos años. Aquí reproduzco su penúltima columna publicada el 12 de marzo de 2012, mes y medio antes de su partida:
¿Por qué nos alarmamos del nivel de lectura de los legisladores chiapanecos? ¿Por qué hemos criticado sin piedad a la diputada que atribuyó la autoría de la excelsa y magnífica obra Juventud en éxtasis a Gabriel García Márquez? Sin duda porque hemos perdido la brújula, porque no queremos reconocer que rara vez los políticos reúnen cualidades deseables de buen ciudadano, entre ellas la de ser hombres y mujeres que disfrutan de las obras artísticas de calidad.
Paco Nazar lanzó, a propósito del Día del Libro, la sugerente pregunta sobre los libros que deberíamos leer quienes vivimos en Chiapas.
Los poetas de la Espiga Amotinada, después de leer El coronel no tiene quien le escriba, pensaron que su autor era chiapaneco y decidieron indagar sobre su paradero. Era mediados de 1960: Gabriel García Márquez no era conocido en México, no había escrito Cien años de soledad, no había inaugurado el realismo mágico y vivía más bien en el anonimato de la corresponsalía en Nueva York de Prensa Latina.
Cuando uno ve la destrucción, impune y cobarde, de los manglares de Chiapas no queda más que morderse la lengua para no proferir con coraje mil de madre en contra de las autoridades encargadas de su protección.
Conocí el talento de Nadia Villafuerte a mediados de los noventa. Era entonces una muchachita muy delgada y alegre que repartía sus horas entre las Licenciaturas en Ciencias de la Comunicación y en Música.
¿Por qué Juan Sabines es el exgobernador más odiado en Chiapas? ¿Porque robó más que nadie? ¿Porque endeudó el estado como pocos? ¿Porque fue un impostor, el más grande impostor que ha llegado a estas tierras?
Sin haber concluido la reconstrucción de la 5ª. Norte, el Boulevard Belisario Domínguez y el Libramiento Norte, ahora el Gobierno del Estado y la SCT amenazan con paralizar el Libramiento Sur. Si Tuxtla Gutiérrez es una ciudad con apenas tres salidas por el lado poniente, esas tres vías quedarán taponadas por las imprudentes obras que proyectan los gobiernos estatal y federal.
Las personas, dicen, se han ido a vivir a las redes sociales; desde donde se enteran, disfrutan, aman, defenestran, mueren y reviven. Yo, que apenas llego a migrante digital, no he podido acomodarme a esas nuevas exigencias de la vida moderna. Me abruma Facebook y entiendo poco de Twitter y de los hashtags.