El caso de Lesbia Gómez Entzin, la mujer indígena que sufrió un disparo en el rostro por parte de su pareja y que perdió la vista, es un claro ejemplo del estado en el que muchas mujeres quedan después de haber sobrevivido a un ataque feminicida: sin recursos económicos, con una familia que mantener, con secuelas físicas por el intento de asesinato y con el temor de volver a sufrir un ataque. Lesbia teme por su vida. La persona que le disparo en la cara podría salir libre, dice llorando o quererle quitar a sus hijos. Ha gastado recursos económicos, […]
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