Es mi caja, idiota
Unas estudiantes se acercaron a Emilio Azcárraga, le reclamaron que produce basura en sus televisoras. Un testigo presencial me cuenta que Azcárraga con absoluta parsimonia miró a las jóvenes y dijo: “Si no les gusta lo que hay en la televisión, no la vean. Respetamos su opinión”. El argumento de este controvertido empresario es impecable, porque se asienta en la noción del libre albedrío. Un producto está a la venta y quien lo consume está tomando una decisión libre, autónoma e informada como consumidor ¿cierto? Curiosamente el empresario coincide, en principio y no por principios, con miles de activistas que señalan […]