La puerta del infierno (*)
Es la rendija invisible y silenciosa por la que se cuelan a México miles de centroamericanos. Son 50 kilómetros entre la frontera geográfica con Guatemala y la real, en Tenosique, Tabasco, donde se han concentrado los reflectores por los abusos a los migrantes. Allí empieza el ruido infernal de la violencia pero antes, en la puerta de México, reina el silencio. “No queremos hablar de ‘eso’. Ni de ‘ellos’”, dice el Jefe de Sector de El Pedregal, en Tenosique, Tabasco a quien se pregunta sobre la dinámica migratoria en su pueblo. “Tenemos más de 30 años viendo como […]