El gato en el departamento vacio
Por Mariana Orantes (*) Al ver un gato sentado sobre el alféizar de la ventana con aparente concentración y superioridad, comprendemos porqué se le ha convertido en objeto artístico. Lo idealizamos mientras toma el sol de la mañana o incluso cuando bebe leche. Sin embargo el gato es tan elegante como grande nuestra idealización. El gato no es tan distinguido como lo pintan, ni tan inteligente como parece. Tanto así que muchos estarán enfadados por esta afirmación, soltada así como así. El gato es torpe. Es un niño que da traspiés para perseguir la cola de un sueño. Mira al […]