Las incertidumbres del proceso electoral en Chiapas
Faltan 37 días para la jornada electoral y en Chiapas hay más incertidumbre que certezas. Es el único estado donde habrá elecciones y no se han definido con claridad las candidaturas para gobernador del estado, de cuatro contendientes de un día a otro pasamos a cinco y hasta ahora desconocemos quién será ese quinto en entrar a la campaña.
No solo no sabemos quién es el quinto candidato tampoco conocemos con certeza quiénes son los aspirantes a la senaduría y diputación federal por la alianza del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido Nueva Alianza.
Con la ruptura del PRI con el PVEM para la candidatura de gobernador del estado, las listas de aspirantes para diputados locales y presidentes municipales también podrían cambiar.
La experiencia en pasados procesos electorales es que en los municipios donde no se concretan las alianzas entre el PRI, PVEM y los partidos locales, son en los lugares donde más actos de violencia se registran.
La incertidumbre en las candidaturas no solo no ayuda a dar certezas, sino también es abono para crear inestabilidad y violencia en el proceso electoral, que está siendo judicializado por los actores políticos. Los tribunales están decidiendo más que la propia ciudadanía.
La sociedad se ha quedado como un testigo silencioso que cuando le toque participar estará lo suficientemente cansada y fastidiada como para salir a escena, pero eso a nadie parece importarle.
Los partidos políticos –más bien los grupos políticos porque ya Chiapas no está dividido en partidos, sino en grupos de intereses comunes- se han encargado de enrarecer el proceso electoral, generar desconfianza en la ciudadanía, pareciera que lo que buscan es que las personas no salgan a votar el 01 de Julio, que el desencanto y fastidio sea tal que las urnas estén vacías, que los únicos votos que se cuenten sean los corporativos.
En los días de campaña se ha hablado más en los medios, en las sesiones del Consejo General del IEPC, dentro de los partidos políticos de los resolutivos de los tribunales y las pugnas de los partidos que de las propuestas, que por cierto no se encuentran en ningún lado.
Los candidatos a la gubernatura del estado no tienen un plan de gobierno definido o al menos no está disponible en ninguna plataforma. La falta de propuesta de parte de los candidatos fue visible en el primer debate entre los candidatos.
El aspirante de Morena, Rutilio Escandón Cadena, carente de toda carisma y propuesta, se limitó a decir lo único que tiene para ser puntero en este proceso electoral, ser el candidato del partido de Andrés Manuel López Obrador. José Antonio Aguilar Bodegas, candidato del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, si bien, es el que mostró más tablas también le dedicó más tiempo a descalificar a sus adversarios que hablar de sus propuestas. Roberto Albores Guillén, es sin duda hasta ahora, el candidato que más recursos está usando en su campaña en publicidad y asesores, mi duda es ¿Por qué no invertir en un proyecto de gobierno? De Jesús Alejo Orantes, pues, ni hablar. Es lamentable que las candidaturas ciudadanas sirvan para que personas como él, sin ideas ni propuestas, lleguen a esos espacios.
A todo esto hay que sumarle que el Congreso del Estado sigue sin autorizar los fondos para que se realice el proceso electoral, lo cual pareciera que es una estrategia del Estado para amagar al árbitro electoral.
En un escenario como este quien sale perdiendo es la ciudadanía, el que sale ganando al parecer es el gobernador del estado y el candidato de Morena, Rutilio Escandón Cadena, con quien al parecer ya pactó el gobierno de Manuel Velasco.
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