¿La IA es el villano o el héroe de la revisión por pares en el mundo académico?

Fuente: Hecho por AI Aria, cuyo prompts utilizados para su diseño.Prompt que permitió el diseño de la apariencia de una IA con las siguientes características:
[Apariencia física]: considera para el diseño general un aspecto femenino, con una expresión seria que muestre inteligencia y profesionalismo. Que sus ojos se vean concentrados y decididos a tomar cualquier decisión.
Una breve entrada y contexto
Esta semana nos compartieron un artículo con un título que no pasa desapercibido: «IA y revisión por pares: Un análisis FODA exhaustivo de la IA y la experiencia humana en la revisión por pares«, escrito por Roohi Ghosh y publicado el 12 de septiembre de 2024, en The Scholarly Kitchen.
Dicho artículo nos motivó para hacer esta breve reseña ¿De dónde viene todo esto de la IA? Pues, desde hace un par de años (y cada vez con más frecuencia), la inteligencia artificial se ha metido en nuestras conversaciones como ese invitado que llega sin avisar y se queda a cenar. Aunque no siempre tengamos claro qué es exactamente o cómo nos afecta (o nos beneficia), lo cierto es que está aquí para quedarse. El artículo que reseñamos hoy busca aclarar algunos aspectos clave de la IA como herramienta de trabajo, especialmente en el mundo académico. Piensa que es como un cuaderno, calculadora o un lápiz, pero con un toque de modernidad tecnológica que nos hace sentir que estamos verdaderamente en el futuro.
IA y revisión por pares: un análisis FODA exhaustivo de la IA y la experiencia humana en la revisión por pares
El artículo aborda un tema que ya conocemos: la revisión por pares, ese proceso en el que expertos revisan documentos «científicos» para decidir si son publicables o no. ¿Te imaginas ser revisor de artículos científicos? Suena glamoroso, como algo que te da estatus en la alta alcurnia de la sociedad ¿verdad? Pues la realidad es más parecida a intentar leer un libro mientras acaricias al mishi (y el mishi no coopera). Y ahora, con la IA metida en el juego, la cosa se pone aún más interesante… o complicada, según cómo lo veas.
El artículo plantea un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de la IA y su papel en la revisión por pares. ¿La conclusión? La IA podría ser nuestra mejor aliada… o nuestro peor dolor de cabeza, dependiendo de cómo la usemos o del cristal con que se mira.
Fortalezas:
La IA puede hacer cositas increíbles, como procesar millones de datos en cuestión de segundos o detectar errores que a un humano le tomaría varios días encontrar (y terminando con un nivel de estrés que ni el mejor té de tila podría calmar). Es justo en este punto donde podemos considerar a la IA como un súper asistente, ese compañero de trabajo que nunca se cansa y que te ayuda a organizar la información, ya sea cualitativo o cuantitativo. Asimila como una especie de bibliotecario hipereficiente que, en lugar de clasificar libros, ordena datos, identifica patrones y te señala los errores que, de otro modo, pasarían desapercibidos. Eso sí, siempre y cuando le des las instrucciones correctas, porque, como todo buen asistente, la IA también necesita que le expliquen bien las cosas sin ambigüedades.
Oportunidades:
Según el autor que, si la usamos bien, la IA podría liberar a los revisores de tareas rutinarias, dándoles más tiempo para concentrarse en lo importante: la ciencia. Y, de paso, que tengan vida social. Porque, déjame decirles, hoy los científicos viven en su burbuja, solo pensando en alcanzar el máximo nivel del “conocimiento”; bueno no tanto, sino la máxima categoría del SNII (o sea, el Sistema Nacional de Investigadoras e investigadores) creo que es llegar a ser emérito (casi cerca de Dios) lo que los convierte en cadáveres ilustrados o bases de datos andantes. Con las herramientas informáticas que existen actualmente, la IA podría ser como tener un compañero de trabajo que nunca se cansa o como aquel, el primero en llegar y el último en irse.
Debilidades:
La IA, aunque impresionante, aún no es perfecta y puede cometer errores. Como bien dice mi compañero de trabajo: «La IA es como un niño al que le vas enseñando cosas, pero que también aprende de todo lo que le rodea, incluyendo los errores y los sesgos». Y ahí está el detalle: si no la supervisamos adecuadamente, podríamos terminar con más problemas que soluciones. ¿Te suena familiar? Es como cuando confías ciegamente en el corrector ortográfico y terminas enviando un email lleno de errores garrafales. Sé que te ha pasado. Bueno, a casi todos, tal vez… o nos pasará, porque la tecnología no siempre es tan infalible como nos la pintan. Así que, aunque la IA es una herramienta poderosa, usarla sin criterio puede ser como darle un coche a alguien que no sabe conducir: el resultado puede ser catastrófico.
Amenazas:
La mayor amenaza o riesgo es que la IA termine siendo una carga más para los revisores, en lugar de una ayuda. Imagina tener que revisar no solo los artículos, sino también verificar si la IA hizo bien su trabajo. Es como pedirle a un chef que lave los platos mientras cocina. Además, es importante recordar que, como cualquier herramienta, la IA requiere conocimiento y destreza para usarse correctamente. Pero también tiene un lado peligroso: puede generar dependencia. Lo mismo ha pasado con las calculadoras. Hoy, muchas personas de las nuevas generaciones son incapaces de hacer operaciones básicas «a la antigüita»; lo resuelven con dispositivos, pero no entienden el procedimiento ni la lógica detrás de esos cálculos. Algo similar podría ocurrir con la IA: que nos acostumbremos tanto a usarla que perdamos la capacidad de entender cómo funciona o de cuestionar sus resultados. Y eso, sin duda, sería un problema.
Reflexión final:
El artículo nos invita a dejar de ver la IA como un problema y empezar a considerarla como una herramienta que puede mejorar el proceso de revisión por pares. Sin embargo, para lograrlo, es crucial usarla de manera inteligente y no convertirla en el chivo expiatorio de nuestros errores. La IA no es infalible, pero tampoco es el enemigo; es una tecnología que, bien implementada, puede agilizar tareas, detectar inconsistencias y liberar tiempo para que los revisores se enfoquen en lo que realmente importa: el análisis profundo y la calidad científica.
Así que, la próxima vez que escuches hablar de IA, piensa en ella como una calculadora o un lápiz: herramientas simples pero poderosas que, en manos adecuadas, pueden hacer maravillas. O, si prefieres una analogía más histórica, imagínala como aquellos huesos que nuestros antepasados usaron para crear herramientas de defensa y supervivencia. La IA, al igual que esas herramientas primitivas, es un recurso que puede transformar procesos, siempre y cuando sepamos cómo manejarla. Y si algo sale mal, siempre nos quedará la opción de echarnos a reír mientras intentamos entender cómo funciona todo esto. Después de todo, la ciencia y la tecnología también tienen su lado divertido.
Referencia bibliográfica:
Ghosh, R. (2024). “IA y revisión por pares: Un análisis FODA exhaustivo de la IA y la experiencia humana en la revisión por pares”. The Scholarly Kitchen. Recuperado de [https://scholarlykitchen.sspnet.org/2024/09/12/strengths-weaknesses-opportunities-and-threats-a-comprehensive-swot-analysis-of-ai-and-human-expertise-in-peer-review]
Feliz lectura y larga vida a la ciencia. Haz el bien sin mirar a quién, y que el universo ilumine tu camino. Después de todo, el futuro siempre nos sorprende por donde menos lo esperamos.
[1] Unidad de Información de la Frontera Sur (UIFS – CIMSUR UNAM)

No comments yet.