La frontera sur: el circuito de topes que pone a prueba la paciencia de conductores y pasajeros, incluso de los más zen

*Por Fredy Jiménez López*

La infraestructura en la frontera sur de México desempeña un papel importante para la movilidad social, la interconexión entre los principales centros poblacionales y el desempeño económico de las localidades. Una infraestructura adecuada y en buen estado no solo puede ayudar en la mejora de las condiciones de vida, sino que también facilita la interacción económica, social y cultural, promoviendo de esta manera el intercambio de recursos esenciales para la integración de la región.

Describir estos fenómenos no solo nos deja una sensación de impotencia, sino que también puede ayudarnos a entender las complejas relaciones que predomina en la frontera sur, donde se vive constantemente procesos que requieren un análisis profundo desde diferentes perspectivas.

La infraestructura en esta región, principalmente las vías de comunicación no están en mejores condiciones que digamos. Uno de los rasgos que sobresalen son los excesos de topes instalados (reductores de velocidad), una expresión a la falta de atención integral y coordinada a los diversos conflictos históricos de la región. Los intentos de soluciones suelen ser limitadas, y los topes se han convertido en parches y evidencias de un problema más profundo.

En este contexto, nuestro objetivo es describir cómo están distribuidos la instalación de los topes en tramos importantes, como el que conecta San Cristóbal de Las Casas con Palenque, Chiapas. Esta carretera es clave no solo para la conectividad interna del sureste, sino también para la interconexión con el resto del país. Documentar las características y condiciones de la infraestructura no solo es un ejercicio de reflexión, sino oportunidad para entender las tensas relaciones entre los actores locales y los diferentes niveles de gobierno en una región marcada por la conflictividad social y política.

La ruta Palenque – San Cristóbal de Las Casas

La ruta que conecta San Cristóbal de Las Casas con Palenque, en Chiapas, es mucho más que una simple carretera; es un reflejo de un tejido social marcado por conflictos y de retos que se enfrentan en la frontera sur de México para revertir una de tantas situaciones. Esta ruta destaca no solo por el alto número de topes instalados, sino también por las múltiples expresiones de conflictos sociales, políticos, culturales que han marcado su historia. Estos conflictos se manifiestan en bloqueos, retenciones y quemas de vehículos, como ocurrió el pasado 25 de noviembre de 2024, siendo este solo uno de tantos eventos similares.

Conscientes de la importancia de esta ruta, decidimos centrarnos en documentar las características y en el impacto que los topes tienen sobre la circulación. Para ello, dividimos el trayecto en cinco tramos, lo que nos ayuda identificar las diferencias en cada tramo y la relación entre las localidades con los diferentes niveles de gobierno, que a menudo puede estar ausente: 1) San Cristóbal de Las Casas a Huixtán; 2) Huixtán a Oxchuc; 3) Oxchuc a Ocosingo; 4) Ocosingo a Cascadas de Agua Azul; Cascadas de Agua Azul a Palenque.

El punto de partida para esta caracterización fue la terminal de autobuses OCC en San Cristóbal de Las Casas y el punto de destino, la terminal de ADO en Palenque, Chiapas, lo que abarca una distancia de 111 kilómetros aproximadamente.

El 17 de octubre de 2024, realizamos[1] un primer conteo de los topes instalados a lo largo de los aproximadamente 111 kilómetros que separan San Cristóbal de Las Casas de Palenque. Luego llevamos a cabo una verificación más detallada para confirmar el número exacto de topes instalados. La última revisión se realizó el 15 de noviembre de 2024, concluyendo que el total de topes es de 418. Sin embargo, en la última semana de noviembre de 2024, se instalaron tres nuevos topes en el tramo Oxchuc-Ocosingo, en la localidad Stenlej´tul “Rancho Conejo” mediante un bloqueo que duró varios días, donde se pedían una cooperación obligatoria de $100.00 pesos por cada automovilista que transitara por este tramo.

Fuente: documentos proporcionados en los lugares de bloqueos por las personas que “protestan”. Quienes cooperan con más frecuencias son los transportistas y usuarios al aumentar el costo de los pasajes.

Densidad de topes por kilómetro y tramo de paciencia

El trayecto entre San Cristóbal y Palenque se divide en varios tramos, cada uno con sus particularidades, pero todos compartiendo un común denominador: la presencia masiva de topes. Esta característica constituye un elemento que influye en el complejo contexto de la frontera sur.

Tabla 1. Distribución de topes por tramos y tiempo estimado de recorrido

Tramos Topes Km Tiempo Aprox. (minutos) Densidad
San Cristóbal – Huixtán 64 30.6 48 2.09
Huixtán – Oxchuc 51 19.8 24 2.58
Oxchuc – Ocosingo 140 43.6 72 3.21
Ocosingo – Agua Azul 101 60.2 88 1.68
Agua Azul – Palenque 65 56.8 79 1.14
Total 421 211 5.18 (horas de tránsito) Promedio 2.14

Fuente: Elaboración propia con base a los registros de topes, octubre-noviembre, 2024. Actualizado.

Para cada tramo, la densidad de topes se calcula como la relación entre el número de topes y los kilómetros del tramo (es decir, la cantidad de topes por kilómetro). Este valor se obtiene dividiendo el número total de topes entre la distancia en kilómetros correspondiente a cada tramo. A continuación, se describe cada uno de estos tramos en detalle.

Densidad de topes: San Cristóbal de las Casas-Palenque.
Elaboración: Fredy Jiménez

El primer tramo que conecta San Cristóbal con Huixtán tiene una longitud de 30.6 km y se registra 64 topes, lo que representa una densidad de 2 topes por km. Recorrer esta distancia toma aproximadamente 48 minutos, con un promedio de 1.5 minutos por km. Sin embargo, bajo condiciones ideales, este tiempo podría reducirse a unos 25-30 minutos. La cantidad de topes en este tramo no solo alarga el tiempo de viaje, sino que también demanda mayor atención y reduce la eficiencia del tránsito en esta zona.

El tramo entre Huixtán y Oxchuc abarca 18.6 km y se registra 51 topes, con una densidad de 2.7 topes por km., superior a la del tramo anterior. Aunque la distancia es más corta, los topes incrementan el tiempo de recorrido a 24 minutos, con un promedio de 1.3 minutos por km. Sin estos obstáculos, el recorrido podría completarse en 15-18 minutos. Este tramo refleja cómo una mayor densidad de topes, aunque en distancia corta, puede generar impactos desproporcionados en el tiempo del recorrido.

El tercer tramo que conecta Oxchuc con Ocosingo es, sin duda, uno de los tramos “más emocionantes” en cuanto a la cantidad de topes. En 44 km se registran nada menos que 140 topes, lo que convierte el trayecto en una verdadera prueba de paciencia, con una densidad de 3.21 topes por km. Esta elevada cantidad de obstáculos aumenta considerablemente el tiempo de recorrido, que alcanza aproximadamente 72 minutos, con un promedio de 1.94 minutos por km. En condiciones “normales” el tiempo de recorrido podría reducirse a 45-50 minutos. Este tramo se destaca como el más exigente del recorrido y es un claro ejemplo del impacto negativo que representa una alta densidad de topes en la movilidad.

El tramo entre Ocosingo y Agua Azul es uno de los más largos, con aproximadamente 60.2 km y 101 topes registrados. Esto da como resultado una densidad de 1.6 topes por km, menos que la del tramo anterior, aunque sigue siendo considerable. El tiempo estimado para recorrer esta distancia es de aproximadamente 1 hora con 46 minutos. No obstante, este tramo es menos denso en comparación con Oxchuc-Ocosingo, la distancia de este tramo extiende los efectos de los topes, retardando significativamente el recorrido.

Finalmente, el tramo que conecta Agua Azul con Palenque es el más eficiente de todos los tramos en términos de densidad de topes. En sus 56.8 km hay 65 topes, lo que corresponde a una densidad de 1.1 topes por km. Este tramo se completa en aproximadamente 79 minutos. Gracias a la menor densidad de topes, esta zona permite una movilidad relativamente más eficaz, convirtiéndose en la parte más favorable del recorrido entre San Cristóbal de Las Casa a Palenque.

Así que, llegados hasta aquí podemos ver que el trayecto es todo un desafío, la cantidad de topes instalados, sumada a las constantes interrupciones por bloqueos y por la propia calidad de la carretera, convierte la movilidad en una verdadera aventura. El tramo Oxchuc-Ocosingo es el que tiene la densidad más alta con 3.21 topes/km, convirtiendo en el tramo más lento y peligroso para los usuarios. En contraste, el tramo de Cascadas de Agua Azul a Palenque con menor densidad y un diseño más apropiado de los topes, lo que representa pequeños signos que es posible mantener la seguridad sin comprometer el tiempo de recorrido, “algo así como gentiles recordatorios que los topes pueden ser amigables”.

Los topes como guardianes de la velocidad son medidas de seguridad que, con una distribución estratégica y un diseño adecuado, pueden minimizar sus impactos negativos en la movilidad social. El tramo Agua Azul a Palenque es un excelente ejemplo que demuestra que es posible garantizar la movilidad sin comprometer la seguridad. Este tramo ofrece información valiosa para mejorar y proyectar la infraestructura carretera en otros tramos críticos en la frontera sur de México.

Un proyecto. Una oportunidad para transformar la conectividad

Llegado hasta aquí, podemos conectar con lo podría ocurrir con el proyecto de la “autopista” Palenque – San Cristóbal, en caso de llevarse a cabo representaría una oportunidad única para transformar la conectividad e integración del sureste mexicano. Sin embargo, para que esta iniciativa cumpla con su propósito de manera efectiva, es fundamental aprender de las limitaciones de la ruta descrita que se caracteriza por una excesiva proliferación de topes que dificultan la movilidad social y reducen su eficiencia como vía de comunicación estratégica.

La lección es clara, para transformar una vía de comunicación y mejorar la conectividad, debe considerarse esfuerzos de diversos actores, identificar problemas y, lo más importante, aprender de los errores pasados, presentes para no repetirlos. A la posible “nueva carretera” le espera un futuro incierto, si no empujamos un proceso coordinado en una misma dirección.

Tanto Palenque como San Cristóbal, tienen el potencial de detonar oportunidades para generar una dinámica económica y social regional. Para lograrlo, es fundamental articular las iniciativas de infraestructura con la atención de las necesidades de las localidades, de manera coordinada con los diferentes niveles de toma de decisiones. El proyecto de autopista que se pretende no solo reforzaría esta posición, sino que también beneficiaria a las comunidades aledañas al mejorar el acceso y la movilidad regional.

La coordinación entre autoridades gubernamentales y localidades será clave para garantizar que este proyecto se traduzca en beneficios tangibles para la región. Mejorar la infraestructura carretera y otras de carácter básico no solo reducirá los tiempos de traslado, sino que también facilitará el intercambio de bienes y servicios, impulsando la economía y fortaleciendo la movilidad social.

Reflexión final

En resumen, contar con una infraestructura carretera en buen estado es clave no solo para que podamos llegar sanos y salvos a nuestro destino sin complicaciones, sino también para fomentar mejoras en las condiciones de vida de las personas de la región. Sin embargo, la interminable concentración de topes en tramos, como Oxchuc-Ocosingo, y los bloqueos constantes hace que viajar por esta ruta llena de bellezas naturales sea más una prueba de paciencia que una verdadera ruta de conectividad y movilidad social. Estos obstáculos no solo prolongan el tiempo de traslado y aumentan costo, sino que también afectan la conexión entre las principales ciudades del sureste mexicano.

Proyectos como la autopista que pretende conectar San Cristóbal con Palenque son una oportunidad de oro para no replicar los esquemas descritos en este texto. Palenque, con su creciente infraestructura, está ganando protagonismo como un punto clave para unir el centro con el sureste del país. Pero, ojo, este proceso solo tendrá impacto real en la medida que se coordina de forma eficiente y para que las localidades no se queden atrás es improlongable que se atiendan las necesidades de manera efectiva.

Finalmente, mejorar las carreteras no es solo cuestión de evitar los topes y bloqueos constantes, sino promover la cohesión social, política y económica entre las localidades y regiones. Esto podría, incluso ayudar a resolver conflictos locales de larga data y crear una región más integrada culturalmente, social y económicamente, por decirlo de una manera utópica “más unida”. Al final un poco de asfalto bien puesto, podemos hacer que la región avance más rápido que la instalación de un nuevo tope en las carreteras de la frontera sur.

**Técnico Académico de la Unidad de Información de la Frontera Sur del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México – UIFS CIMSUR UNAM.

[1] Jiménez López, F. “La ruta de los topes en la frontera sur. Una realidad de la carretera San Cristóbal de Las Casas-Palenque, Chiapas” Chiapas Paralelo, 28 de octubre de 2024. En: https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2024/10/la-ruta-de-los-topes-en-la-frontera-sur-una-realidad-de-la-carretera-san-cristobal-de-las-casas-palenque-chiapas/

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