Del bucle del tiempo, al deseo de ser docente. Reflexiones sobre la sistematización de la práctica
*Por Ana Magdalena Solís Calvo
El pasado 3 de agosto en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en la biblioteca del Museo Na-bolom, edificio neoclásico construido en 1891, se llevó a cabo el Primer Foro del programa; Maestría en Educación Básica (MEB) de la Unidad 071, subsede San Cristóbal de Las Casas, Chiapas de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). En este evento, la primera generación de docentes que se forman en este posgrado, presentó avances del proyecto de intervención que actualmente realizan en sus aulas y centros de trabajo en la región Altos del estado de Chiapas.
Esta entidad federativa en la zona Altos, de acuerdo al censo realizado en 2020, la habitan grupos originarios tseltales y tsotsiles, quienes representan el 25 % de las personas de la región, y es el estado con el menor índice de grados cursados por habitantes menores de 15 años en todo el país. Debido a ello, el hecho de que docentes indígenas y/o que laboran en escuelas bilingües de la región, cursen un posgrado para la profesionalización y la mejora de su práctica, a pesar de la desigualdad educativa y por lo tanto estructural que afecta a las personas que viven en el estado más pobre y con mayor rezago en el país, es digno de reconocerse y difundirse.
Este foro es un componente curricular importante de la MEB, es parte formativa de los docentes que cursan este posgrado de profesionalización en educación y son en su mayoría hablantes en primera lengua de tsotsil y tseltal. La ponencia inaugural “Herramientas para la sistematización de experiencias educativas”, estuvo a cargo del Dr. Antonio Saldivar Moreno, director de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
El Dr. Saldivar, expuso algunas ideas que ha desarrollado sobre educación, con gran empatía y cercanía, compartió los anhelos que tuvo de ingresar a la Normal y convertirse en profesor de primaria, inspirado por su maestro de la infancia “Antonio”, quien le dejó recuerdos entrañables sobre lo que significa aprender en la escuela y en la vida. “La educación nos brinda la oportunidad de continuar aprendiendo. Cuando estamos abiertos a la experiencia de aprender, hasta un niño o niña pequeña puede dejarnos un gran aprendizaje, por ello habrá que cuestionarse la inminente responsabilidad de la educación para recuperar su capacidad de formar mejores personas”.
Reflexionó sobre la necesidad de reconocer que tenemos una situación de crisis, la educación que se imparte desde la escuela está perdiendo la capacidad de incidir en la atención de los problemas más importantes que enfrentamos como sociedad. A pesar de tener mayor cobertura desde educación básica hasta posgrado a nivel nacional, se han agravado problemas de violencia, crisis ambiental, etcétera. En general, se piensa que la educación es un mecanismo de movilidad social. Pero en ciertos contextos, la educación está siendo el pasaporte para salir de su comunidad, dejar atrás su lengua, su cultura, en lugar de ser una fortaleza comunitaria, me expulsa y se convierte en una herramienta para olvidarnos de lo que somos, principalmente en el contexto indígena.
Entonces habrá que preguntarse ¿Cómo podemos recuperar la capacidad de la educación para incidir y enriquecer la vida de niños y niñas? Para dar respuesta a esta pregunta retórica, el Dr. Antonio Saldivar, recordó las palabras que Jorge La Rosa: “Sucede que suceden muchas cosas, pero sucede que no sucede nada” y nos invitó a reflexionar, ¿esto es lo está pasando con la educación?
Durante su exposición, mostró varias caricaturas y narró un cuento sobre el bucle del tiempo, y el efecto mariposa, teorías basadas en leyes de la física. Con estos recursos, abrió espacios de diálogo con el público asistente. Explicó que la educación escolar tiene cierta estructura rígida en contraste con el aprendizaje de los niños es más lúdico y diverso. En este sentido, hablar en términos de “intervención”-refiriéndose al nombre con que se denominan los trabajos de titulación de la MEB-, pareciera evocar una especie de procedimiento quirúrgico para extirpar el pensamiento libre y con ello imponer hegemonía. Por ello sugiere, “Habrá que moverse de la propuesta epistémica de la “intervención” hacia un lugar de respeto, que permita el pensamiento diverso y divergente. Su propuesta fue cambiar el nombre de “proyecto de intervención” y nombrarlos “proyectos de acompañamiento o de colaboración”.
El intercambio con el público sobre la teoría del aleteo de la mariposa, las concepciones sobre la propia práctica y de cómo cualquier pequeño detalle puede repercutir en la vida de nuestros alumnos, llevó concluir que es necesario poner atención en las narrativas propias y de los otros. Observar que no hacer algo o dejar de hacerlo, tiene repercusiones, para mí, para los otros. Al cuestionarse ¿Por qué soy maestro? Respondió, porque hubo un maestro que me motivó. El acto educativo puede transformar la vida de una persona, pero también la vida propia.
Explicó que la reflexión es la base de la sistematización de la práctica, “la sistematización nos va a permitir observar la práctica docente y revisar lo que hacemos para mejorar las decisiones que vamos tomando. Sin esta sistematización, continuamos la vida como robots, como zombis, sin darnos cuenta de nuestras propias acciones”. Sistematizar permite tomar conciencia de las cosas que vamos realizando y podemos corregir, mejorar, lo que hacemos bien, posibilita mejorar lo que no está funcionando, genera cortes en determinado momento para observar qué es lo que estamos haciendo en el día a día. Es poner todos nuestros sentidos en los momentos que las y los niños aprenden o mejoran.
Finalmente señaló, “La primera herramienta es historizar, después describir los conceptos en el marco teórico. Es necesario a partir de la práctica, dialogar con los autores, para observar el desarrollo de mi trabajo docente y cómo lo hago. Para ello habrá que cuestionarse: ¿Cuáles son las estrategias didácticas que voy a diseñar para que mis alumnos aprendan? El último paso será analizar qué tanto estas estrategias fueron óptimas desde la práctica”. El Dr. Saldivar cerró su participación al devolver la palabra a las y los maestrantes para entablar el diálogo concluyente. Las participaciones expresaron que su ponencia, les movió y les hizo ver que el trabajo que realizan sobre la identidad de sus alumnos y sus comunidades es una tarea importante y que es una parte central de su trabajo docente.
En una especie de fiesta intercultural, antes de iniciar la exposición en español, de los docentes que cursan de la MEB, se proyectó un video donde cada uno de ellos compartió las ideas centrales de sus proyectos de intervención en su primera lengua. La convivencia del español con diversas lenguas originarias y sus variantes en tsotsil y tseltal de las diferentes regiones de los Altos donde viven y/o trabajan, enriquecieron la experiencia educativa, a través del intercambio de conocimientos en diálogo de saberes. Los títulos y temas que se expusieron, expresan las principales preocupaciones educativas desde la mirada de las y los maestrantes, las cuales se centran de manera general en el desarrollo de las habilidades en lenguaje lógico-matemático, la expresión oral y la producción escrita; tanto en español como en su lengua originaria.
La urgencia de fortalecer la formación inicial y la formación continua de docentes en el medio indígena se ve reflejada en cada una de las investigaciones docentes presentadas. Sus trayectorias han sufrido desigualdades educativas, por ello se necesita prepararlos profesionalmente para terminar con la diglosia que privilegia al español como lengua superior a cualquier lengua y por ende a cualquier cultura, prevalece la impronta de proveerles una atención intercultural desde una postura crítica que termine con la desigualdad estructural raza/género/clase. Acciones que requieren de voluntad política, que deben ser ejercidas desde todos los niveles estructurales e institucionales. Acciones y no, discursos y responsabilidades exclusivas del ámbito educativo. Los derechos humanos de niños, niñas, jóvenes y mujeres necesitan dejar de ser una promesa y convertirse desde lo estructural, en una realidad común, no en actos excepcionales que viven unos cuantos privilegiados.
*Becaria Posdoctoral del CIMSUR-UNAM
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