2023
Uno. Fue un año donde la llamada seguridad internacional ingresó a un túnel en el cual no se ve aún una salida cercana a una paz desde la establecida posterior a la segunda guerra mundial. Pero en realidad, las guerras limitadas o regionales tuvieron lugar en Oriente, en Eurasia. Conflictos bélicos que permitieron el punto de inflexión en Ucrania, después de Afganistán, Irak, colocó a esa seguridad en insegura y permitió a los halcones de Estados Unidos, la OTAN, a sus leales y presionados aliados europeos, intentar afectar y modificar la férrea geopolítica rusa como parte del desmantelamiento territorial de la URSS iniciado en Polonia, continuado con los demás países de la influencia socialista, y con Ucrania, que cierra un frágil proceso político-militar. La diferencia ahora fue que en el caso de esta última nación -también por un tiempo parte de la URSS- la ecuación se quiso resolver mediante una disuasión a Rusia. El resultado fue la guerra Rusia-Ucrania, la ampliación de la OTAN nunca antes vista frente a las fronteras rusas, la cual abarca desde Finlandia, Letonia, Lituania, Estonia, Ucrania, Turquía, y, claro, Ucrania. Sin ser esta parte de la OTAN, sirvió como pretexto para cercar prácticamente toda la frontera occidental rusa. Ahora pocos podrían dudar de que la otrora “cortina de hierro” se deslizó más hacia Oriente, y, en realidad, sólo hacia Rusia. Con ello, el pacto anticomunista, cuya herencia fue la guerra fría, prosigue combatiendo con todo al “enemigo rojo”…, aunque su bandera no tenga ya ese color. En ese intento provocativo y riesgoso, además de incentivar la lógica armas-negocio, rearme-seguridad, -reclutamiento nacionalismo, involucró a viejos contendientes: -Rusia y Europa-, cambió pautas: -Suecia dejó su neutralidad, Japón disipódudas de su militarismo-.
Dos. El otoño violento. Sería el título del otro conflicto, pero que en realidad es parte de uno sólo, sólo que más prolongado, cuyo inicio se encuentra también posterior a la segunda guerra mundial. Ciertamente una guerra desigual. No se ha informado con amplitud, pero de acuerdo con fuentes especializadas, durante un buen tiempo las fuerzas armadas israelitas han reforzado su estrategia de seguridad a través de varias medidas que no podrían poner en duda sus capacidades, como para no prever con tiempo el ataque de Hamás. Por ejemplo, compra de helicópteros Sikorsky de Estados Unidos, acuerdos de seguridad y cooperación con Marruecos, maniobras militares con Gran Bretaña y Estados Unidos, compara de radares, exportación alta de armas a Arabia Saudita, y acuerdos incluso con la Unión Nacional Palestina. O sea, mantuvo durante un buen tiempo una considerable y diversificada política de seguridad y defensa. Cubrió su espectro frente a sus enemigos y otros no mucho. Este era el ambiente y la posición de Israel. Una construcción de bases para el acuerdo y la negociación para reforzar igualmente sus nexos pacifistas. Pero algunos de estas se vinieron abajo y, si hay alguien interesado en que la pacificación en esa región no avance, estará más que sonriendo.
Tres. El hecho de que Inglaterra enviaré barcos para resguardar sus intereses en la zona de Guyana reclamada por venezolana y rica geopolíticamente hablando, sólo mostrará una de las contradicciones que tiene el presidente y ex secretario de Estado James Monroe hace 200 años su famosa doctrina que lleva su nombre, el 2 de diciembre de 1823, convertida en un credo para muchos norteamericanos y parte fundamental de la política exterior de Estados Unidos frente a las excolonias españolas, británicas, holandesas. Pero no funcionó cuando la flota inglesa recuperó las Malvinas. ¿Lo hará frente a su viejo rival ahora aliado?Si hacemos caso al exsecretario de Estado Rex Tillerson, que expresó sobre la doctrina: “es tan relevante ahora como el día en el que fue redactado”, podríamos pensar que si…
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