Cuando la Iglesia estaba en contra del matrimonio… entre hombres y mujeres
En un bonito libro, publicado en 1859 en Barcelona «con aprobación del Ordinario» y de título Del matrimonio civil. Opúsculo formado con la doctrina del ilustre teólogo el padre Perrone, en su obra Del matrimonio cristiano, alguien que firma como DN realiza una vehemente disertación en contra el matrimonio civil. Es decir, en contra del matrimonio entre hombres y mujeres avalado por un Estado que quería quitarle a la Iglesia el monopolio de los casamientos.
El libro completo puede leerse AQUÍ y da una idea de la enorme capacidad de la Iglesia para reciclar sus argumentos: «piensen en los niños», «llámenle como quieran pero nomatrimonio”, «la mayor parte de la sociedad está en contra», «qué sigue, ¿la poligamia?».
En aquellos tiempos no era la «ideología de género» el enemigo a vencer sino un engendro que reunía protestantismo, comunismo y socialismo. No está de más subrayar que la gran mayoría de las personas que, a últimas fechas, han salido a marchar en contra del matrimonio igualitario goza de las bendiciones del matrimonio civil, tan vituperado hace siglo y medio por la Iglesia. Me di a la tarea de comparar lo que se decía en ese entonces sobre el matrimonio civil y lo que se dice ahora sobre el matrimonio igualitario, y encontré más de una coincidencia.
Hoy: «Solo es verdadero matrimonio el de hombre y mujer.»
Ayer: «Podrá, si se quiere, la autoridad pública llamar a estos contratos [entre hombres y mujeres] conyugios civiles, enlaces civiles, matrimonios civiles; pero nunca podrá hacer que sean verdaderos matrimonios.» (p. 64)
«Debe también observarse que los políticos que proponen a la aprobación o sanción esta ley del matrimonio civil [entre hombres y mujeres], abusan grandemente de las palabras para engañar al pueblo y burlarse de él, pues no habiendo en el pacto celebrado en presencia del magistrado civil nada de matrimonio, sino un pacto de vivir amancebados, injustamente se le da el hombre de matrimonio.» (p. 58)
Hoy: «Si se legaliza el matrimonio gay, que se haga lo mismo con el incesto y la poligamia.»
Ayer: «Una vez establecido el principio de que la ley puede sancionar el matrimonio civil [entre hombres y mujeres] separado de toda obligación religiosa, ¿qué impide el que la misma ley sancione los divorcios, y dando un paso más permita la poligamia, si la necesidad lo pide […]?» (p. 84)
Hoy: «Matrimonio gay afecta a la sociedad.»
Ayer: «El matrimonio civil [entre hombres y mujeres] por su naturaleza tiende a la disolución de la familia y de la sociedad.» (p. 124)
Hoy: «Peña Nieto es dictador al imponer la ideología de género.»
Ayer: «Esta ley que cohonesta los matrimonios civiles [entre hombres y mujeres] en nombre de la libertad, se convierte en ley que favorece la tiranía y por tanto es tiránica.» (p. 223)
Hoy: «Estamos sufriendo, cada vez más, las consecuencias de la perversaideología de género. Se refleja en el talante de nuestros gobernantes y en las reformas legislativas que pretenden aprobar en contra del matrimonio, la familia, la educación, el aborto, etc.»
Ayer: «Los seudopolíticos que son autores del matrimonio civil entre [hombres y mujeres] católicos, derivan esta teoría de la doctrina de los protestantes (y aun se precian de católicos).» (p. 137)
Hoy: «El presidente con estas nociones está a favor de una minoría, porque los homosexuales son minoría, eso no se puede negar, y está en contra del sentir de la mayoría.»
Ayer: «[La ley de los matrimonios civiles entre hombres y mujeres] es antipolítica, si se atiende a lo que se llama opinión pública, aun prescindiendo de la religión. Todos saben lo peligroso que es ir contra la opinión universal, firme y sólidamente establecida.» (p. 196)
Hoy: «De un matrimonio gay los afectados psicológicamente son los hijos.»
Ayer: «Si los casados [en un matrimonio civil] no aprecian la Religión, si van mal, si viven peor, ¿cómo podrán educar debidamente a sus hijos? […] Por tanto de semejantes uniones no puede resultar sino una generación de impíos.» (p. 220).
Este texto fue retomado del blog del autor: Tediósfera
Amigo, no se quien carajos seas, que te eriges como una autoridad moral, sin embargo supongo que alguien culto y estudiado si; por tanto es curioso que tu articulo sea tan sesgado, si lo haces con base a una disertación de hace mas de siglo y medio, por tanto deberías de completar tu artículo con los resultados del matrimonio solo por «el civil» como comunmente lo llamamos y que inclusive ha mutado en la «unión libre» o arrejuntados… dijieran en mi pueblo patroncito… jejeje!!! tanto sus beneficios como sus consecuencias negativas, tal vez nos llevaríamos ciertas sorpresas, por un lado fue correcto para la impartición de la justicia civil en cuanto a herencias y/o pensiones en caso de disolución, pero por otro lado normalmente quienes realizamos este acto civil sin avalarlo con una verdadera y profunda convicción religiosa, simplemente lo terminamos viendo como un contrato que aun con sus consecuencias en caso de disolución, siempre tendrá una salida. Creo que se ha comentado muchísimo en diversos medios y con estadísticas, que la descomposición de los valores cívicos y morales de la sociedad actual provienen de la separación y poca conjunción de una estructura familiar, basada en valores reales, como los religiosos. Respeto el camino, creencias y valores que individualmente determine cada quien para su vida, pero si hay vigías morales de una sociedad (y son muchos en este país, la mayor religión es la católica); vale la pena escucharlos, razonar y evaluarlos desde su punto de vista y no volver a cometer errores históricos que probablemente traerán en un futuro no muy distante, mas consecuencias negativas que positivas a una sociedad mexicana en descomposición que lucha por caer en franco declive, como ha sucedido en otras partes del mundo, saludos cordiales!!!! P.D. No soy católico, pero la gran mayoría de religiones en el mundo (que por cierto no nacieron ayer, ni en los 90´s u 80´s) no comparten la ideología del matrimonio igualitario. ;)