La vigencia de un Espigo: Oscar Oliva
Me uno a las voces que invitan a la presentación del libro de José Natarén, Oscar Oliva: Al Norte del Futuro este miércoles 12 de marzo de 2025, a las 18 horas, en el Auditorio del Centro Cultural Jaime Sabines en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Comentarán el libro Balam Rodrigo, Yadira Rojas León, Eduardo Hidalgo y el autor, José Natarén. Un Panel de lujo. Una reunión de voces que invitan a una reflexión poética de un texto que aborda la obra del poeta vivo más importante de Chiapas. La memoria nos lleva al año de 1960, ocho antes del Movimiento Estudiantil que conmovió a la Nación, fecha en la que el Fondo de Cultura Económica publicó el Poemario, La Espiga Amotinada. Cinco poetas jóvenes expresaban su visión del mundo: Juan Bañuelos, Oscar Oliva, Eraclio Zepeda, Jaime Augusto Shelley y Jaime Labastida. Al grupo se le conoció como “Los Espigos” en referencia al título del poemario. Los tres primeros son poetas nacidos en Chiapas. De ellos, sólo vive Oscar Oliva en la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Jaime Augusto Shelly murió en el 2020 y Jaime Labastida aun vive en la Ciudad de México. Por lo menos, los tres poetas chiapanecos tuvieron sus primeras influencias intelectuales en Tuxtla Gutiérrez en la persona de un maestro Catalán, Republicano Español refugiado de guerra y avecindado en Tuxtla Gutiérrez: Andrés Fábregas Roca. En la Ciudad de México, los Espigos acusaron la influencia de otro poeta, Catalán también, Republicano español, refugiado de guerra y avecindado en la Ciudad de México: Agustí Bartra. Cinco años después de la publicación de La Espiga Amotinada, en 1965, los Espigos publicaron Ocupación de la Palabra, un segundo volumen que vino a ser el último que publicarían en colectivo. Incluso los derroteros políticos de los Espigos se tornaron diferentes. Oscar Oliva y Juan Bañuelos permanecieron en las filas ideológicas de la izquierda, tan variada como lo es. Ambos libros de los Espigos conmovieron al mundo poético de México y de Chiapas. De hecho, su mentor, Agustí Bartra, había publicado poemas de los Espigos en suplementos culturales (¡como se extrañan¡) pero fue la reunión de poemarios suyos en La Espiga Amotinada lo que los reveló como un grupo de jóvenes airados que buscaban a través de la poesía la trasformación del mundo. En varios sentidos, los Espigos anunciaban el desencanto de los jóvenes mexicanos por un país en el que avanzaba la injusticia, un país que había realizado la primera revolución social del siglo XX y que se transformaba rápidamente en un país que traicionaba los principios de aquella legendaria Revolución Mexicana de 1910. Hacia el 1968 estalló la rebelión juvenil y la poesía de Chiapas estuvo presente en la voz de Rosario Castellanos, en aquel inmenso poema que se titula Memorial de Tlatelolco. El propio Oscar Oliva rindió tributo al Maestro Andrés Fábregas Roca y a los que lucharon contra el fascismo en España, escribiendo un poema que tituló Miliciano Herido de Muerte en la Guerra Civil Española. Hoy, a sus 88 años, el Poeta Grande que es Oscar Oliva permanece con su voz airada buscando una sociedad cohesionada por el amor. No declina, no ha declinado nunca, a su talento crítico y recibe la justicia que merece en el ámbito literario con un libro que hace justicia a su talento y que está escrito por otro poeta y ensayista chiapaneco del talento de José Natarén. Y seguramente las voces tan ampliamente reconocidas de Balam Rodrigo, Yadira Rojas y Eduardo Hidalgo no sólo situarán la importancia del libro escrito por José Natarén sino la vigencia de uno de los Espigos que nunca renunció a su voz ni traicionó sus ideales: Oscar Oliva.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 9 de marzo, 2025

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