Guillermo Bonfil: Un discurso histórico

Guillermo Bonfil. Foto: INAH

Un jueves, el 12 de julio de 1979, se inauguró el Programa de Etnolingüístas en una ciudad, Pátzcuaro, Michoacán, que ha sido sede de importantes reuniones relacionadas con los pueblos Indígenas no sólo de México sino de América Latina y El Caribe. En ese jueves al que nos referimos, el Auditorio del Centro Regional de Educación de Adultos y Alfabetización Funcional para América Latina (CREFAL) fue el recinto en el que nació uno de los Programas Lingüísticos que levantaron mayor discusión entre los antropólogos de México. El dicho Programa se abría en un momento en el que la crítica a las políticas derivadas del indigenismo había alcanzado una notable intensidad. Justo después del Movimiento Estudiantil de 1968, la crítica al indigenismo alcanzó mayor difusión no sólo entre los profesionales de la antropología sino en general en el ámbito de las Ciencias Sociales. En 1970, además, se había publicado el libro coordinado por Arturo Warman, De eso que llaman antropología mexicana, libro en el que la llamada “generación crítica de la antropología mexicana” expresó diversos ángulos críticos en relación al indigenismo. Justo ese grupo había también apoyado a los estudiantes del 68 de manera clara, visible. A esa Generación Crítica la formaban Margarita Nolasco, Mercedes Olivera, Enrique Valencia, Arturo Wraman y Guillermo Bonfil. Este último, incluso, había sido despedido de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) por su participación activa en pro del Movimiento Estudiantil de 1968. Al llegar a la Presidencia de la República Luis Echeverría Álvarez, el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán fue nombrado Director General del Instituto Nacional y posteriormente Sub Secretario de Educación Pública. En ese sexenio gobernado por Luis Echeverría, el indigenismo recibió un impulso notable al fundarse Centros Coordinadores Indigenistas en prácticamente todo el país e incluso en 1973 se fundaría el Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología (CIS-INAH) cuyo primer Director fue Ángel Palerm a quien sucedió en el mismo puesto Guillermo Bonfil. Así que al momento de inaugurarse el Programa de Etnolingüístas, uno de los más destacados miembros de la Generación Crítica, Guillermo Bonfil fungía como Director del CIS-INAH, la institución que acogía al Programa dedicado a formar profesionales de la lingüística entre los mismos indígenas. No faltó quien señalara que Guillermo Bonfil se prestaba a un nuevo indigenismo desde su posición-se argumentaba-de “etnicista”. Más todavía, otro conocido lingüista acuñó la frase de que el Programa de Etnolingüístas se había concebido para “producir caciques ilustrados”. El Programa de Etnolingüístas fue concebido por el notable etnohistoriador de habla nahua, discípulo de Paul Kirchhoff, Luis Reyes García, tan estimado que fue en el ámbito antropológico. En realidad, las llamadas “críticas” al Programa estaban fuera de lugar. Se trataba de ofrecer a los indígenas un ámbito de formación profesional para que trabajaran e investigaran en sus propias lenguas, un logro que, a mi juicio, tenía que ver con las críticas ejercidas al indigenismo en el contexto del Movimiento Estudiantil de 1968. El propio Gonzalo Aguirre Beltrán había expresado que era necesario escuchar a los estudiantes “anarcos” como él los llamaba, y que en varios sentidos “tenían razón”. Tal opinión la expresó Aguirre Beltrán en su libro menos leído: El pensar y el quehacer antropológico en México (BUAP, Puebla, 1994, p.11ss). Dado que Guillermo Bonfil era el Director General del CIS-INAH al inaugurarse el Programa de Etnolingüístas, le tocó ofrecer el discurso central ante el Secretario de Educación del momento, Fernando Solana; el Director General del INI, Ignacio Ovalle Fernández; el Director General de Culturas Populares, Rodolfo Stavenhagen; el Director General de Educación Indígena, Salomón Nahmad y otros funcionarios más. En una parte de aquel memorable discurso pronunciado por Guillermo Bonfil, dijo: “La independencia política y los grandes movimientos sociales que de manera significativa han modificado las condiciones de la nación mexicana, no se han traducido en forma automática en una descolonización real (mi subrayado) de la población indígena. La educación misma, a pesar de haber cambiado radicalmente de propósitos y de orientación, no ha podido eliminar, en cuanto a la educación indígena se refiere, la enorme carga irracional que acumuló durante el virreinato: los prejuicios, las valoraciones negativas, el paternalismo, la imposición de ideas y modelos que sin ningún análisis crítico se afirman como superiores”. (Mis subrayados). Es decir, Bonfil es uno de los piones en hablar de la decolonialidad como se nombra ahora a las posiciones anti colonialistas. El discurso completo de Guillermo Bonfil, importante pieza de un pensador crítico en México, está publicado en la Revista Ichan Tecólotl, Año 36, Número 392 de febrero de 2025, páginas 1 a 5. Con esa claridad que caracterizó a Guillermo Bonfil, en ese discurso histórico, afirmó: (Y lo subrayo) “Necesitamos ser coherentes con los planteamientos iniciales y queremos avanzar por el camino de la descolonización intelectual. Por eso no aceptamos de antemano que la antropología, la historia y la lingüística que se han construido a partir del estudio (por otros) de los pueblos indígenas, sean necesaria e incuestionablemente las únicas ni las más válidas desde la perspectiva de los propios pueblos indígenas”. Es de agradecer al antropólogo Roberto Melville, Investigador del CIESAS-Ciudad de México y al equipo de la Revista Ichán Tecólotl la publicación de un número especial que rememora la inauguración de aquel Programa de Etnolingüístas que, por cierto, es el antecedente del actual Programa de Maestría en Lingüística Indoamericana que ofrece el CIESAS. Guillermo Bonfil fue fiel a su postura de crítico del indigenismo y promotor de las causas que enarbolan los Pueblos Indígenas de Nuestra América en pro de la defensa de su Ser Histórico. Fue pionero en plantear la descolonización del pensamiento latinoamericano y caribeño en general y uno de los primeros antropólogos en pugnar por la articulación de los conceptos de etnia y clase para analizar los movimientos sociales latinoamericanos y caribeños. Su vena es la de Franz Fanon, Albert Memmi, Leopold Sedar Sengor, Aimée Césaire, Susy Castor, Jean Casimir, Gerard Pierre Charles, quienes pensaron desde nuestros pueblos y alentaron la descolonización no sólo de las Ciencias Sociales sino del pensamiento en general. Sin duda, Guillermo Bonfil ocupa un sitial de honor en esa perspectiva.

Ajijic. Ribera del Lago de Chpala. A 2 de marzo, 2025